El Evangelio se Vive
Me sorprendió mucho cuando una señora entró en la oficina de nuestra iglesia y me preguntó si sabía quién era el dueño del auto café. Mi auto es de ese color. Ella dijo: «Lo siento mucho, golpeé tu coche mientras estacionaba el mío». Mi corazón se hundió y pensé: ¿cuán grande fue el daño?
Fuimos al estacionamiento y miramos los autos. No había forma de negarlo: la evidencia de pintura remellada y plástico roto, combinado con la posición del automóvil, indicaba claramente que la señora había golpeado mi auto. La evidencia era más que suficiente.
Jesús les dijo a sus discípulos que ellos serían sus testigos. A menudo pensamos en esto como algo que hacemos: dar testimonio es decir a otros acerca de Jesús. Pero el énfasis de Lucas no está en una actividad, sino en el cambio observable en nuestro ser. A medida que las vidas de los discípulos fueron cambiadas por la verdad del evangelio, se convirtieron en la evidencia de estas buenas nuevas.
El evangelio es más que un conjunto de hechos religiosos. Evangelismo es más que educar a las personas acerca de Jesús. El evangelio no está incorporado en un mantra o catecismo. Es parte de los cambios que Dios opera en nuestras vidas. Está validado, no por argumentos, sino por la evidencia del cambio que pueden ver quienes nos conocen mejor. No digamos que creemos en el evangelio. Vivamos el evangelio; la evidencia será más que suficiente.