La fe se evidencia por el cambio
Si buscas tener un cambio significativo y duradero en tu vida, necesitas reenfocarte y conectarte con nuevos patrones mentales y emocionales. Resulta que en lo que sea que te centres es hacia donde te mueves. ¿Cómo se puede lograr este proceso?
1. Tener una actitud hacia el cambio, fruto del arrepentimiento. Si queremos cambiar una situación, debemos enfrentamos al reto de cambiar nosotros primero. Arrepentirse es «Cambiar la manera de pensar y de vivir. La Biblia nos dice en Efesios 4:22-24 “Con respecto a la vida que antes llevaban, se les enseñó que debían quitarse el ropaje de la vieja naturaleza, la cual está corrompida por los deseos engañosos; ser renovados en la actitud de su mente; y ponerse el ropaje de la nueva naturaleza, creada a imagen de Dios, en verdadera justicia y santidad” (NVI).
2. Filtrar la influencia del sistema y la cultura. Con mucha frecuencia dejamos que otras personas moldeen nuestras vidas. Dios no quiere que seamos como alguien más; Él quiere que seamos aquella persona que Él hizo. Así que no imites, no te conformes, no intentes ser como alguien más. San Pablo dijo: No vivan según el modelo de este mundo. Romanos. 12:2ª PDT.
3. Permitir que Dios nos transforme de manera gradual y permanente. Transformar es la misma palabra que usamos para metamorfosis, el proceso que atraviesa una oruga para convertirse en mariposa. De la misma manera, Dios quiere seguir renovando y transformando todas las áreas de nuestra vida, pero todo empieza en nuestro corazón y en nuestra mente.
Nuestro cambio debe ser evidente para quienes nos rodean. Así podremos dar testimonio de lo que Dios está haciendo en nuestras vidas, de modo que por ello lo honremos a Él.