+593 2 3980 893

Buscar
Cerrar este cuadro de búsqueda.
25 01, 2018

María de Betania (La Galería de la Fe)

2019-09-09T00:12:54-05:0025 enero, 18|

Hoy visitamos una vez más la Galería de la Fe para encontrarnos con un hermoso retablo donde se representa a una mujer sentada a los pies de su maestro, oyendo su palabra. Sus ojos brillan de profunda emoción, mientras en segundo plano está la figura de otra mujer que parece estar muy ocupada. Reconocemos la figura de María de Betania, hermana de Lázaro y Marta, amigos de Jesús.

Aquí está María sentada a los pies de Jesús de Nazaret ¿Dónde mejor podía estar que en esa situación? Recordemos que antiguamente los rabinos o maestros, se sentaban en una silla alta y los estudiantes en el suelo para aprender de la sabiduría de los maestros.

Aquí vemos a María con esa actitud de humildad y tranquilidad a los pies de su Maestro por excelencia. No estaba oyendo palabras o conversaciones ligeras o superficiales, Jesús siempre que hablaba, sus palabras eran palabras de Dios mismo, eran dignas de ser escuchadas y guardadas en el corazón, como lo hacía María.

Frecuentemente se le reprocha a María que no ayudó a su hermana Marta y la dejó con todo el trabajo de la casa, pero si así hubiera sido, el Señor mismo la hubiera reprendido o mandado con su hermana mayor, pero no fue así. El Señor mismo la alaba a María por haber escogido lo mejor: “Pero solo una cosa es necesaria; y María ha escogido la buena parte, la cual no le será quitada”, expresa el divino Maestro.

María, con todo la tensión que había de visitas, de preparativos, ella tenía hambre de escuchar a Jesús, su palabra, su enseñanza, de beber de la fuente de la vida, llenarse de Él. Una mujer con un corazón enfocado, María de Betania, hoy en la Galería de la Fe.

27 04, 2017

La “locura” de Noé (Galería de la Fe)

2019-09-09T00:13:49-05:0027 abril, 17|

Noé se toma un respiro del trabajo.  Sentado en una ancha viga de madera, endereza la espalda y estira sus adoloridos músculos mientras contempla la inmensa estructura de lo que será el arca.  Hay un fuerte olor a alquitrán en el aire y el sonido de las herramientas resuena por doquier. Desde donde está, Noé ve a su familia trabajando arduamente en el enorme armazón de madera.  Sus hijos, sus nueras y su amada esposa llevan décadas colaborando con él en esa construcción.  Ya han avanzado bastante, pero aún les queda mucho por hacer.

La gente dice que están locos.  Cuanto más terminada se ve el arca, más se ríen de que vaya a venir un diluvio que inunde la Tierra entera, como les está advirtiendo Noé.  La sola idea de que pueda ocurrir una catástrofe de tales dimensiones les parece absurda, un auténtico disparate. No entienden cómo puede alguien desperdiciar su vida —y la de su familia— en una tarea tan ridícula. Pero el Señor de Noé ve a este siervo suyo de manera muy diferente.

¡Qué difícil debía ser sacar adelante una familia en un mundo  tan espantoso! Pero Noé lo logró. Afortunadamente, encontró una buena esposa y, después de cumplir los 500 años, llegó a ser padre de tres hijos: Sem, Cam y Jafet.  Como buenos padres, se esforzaron por protegerlos de las malas influencias que los rodeaban. Los gigantes que habitaban en esa época tenían características que, por norma general, los niños admiran: eran hombres “poderosos” y “de fama”.  Noé y su esposa no podían evitar que sus hijos se enteraran de las barbaridades que cometían aquellos gigantes, pero sí podían hablarles sobre la atrayente personalidad de Dios, quien odia todo tipo de maldad.  Tenían que ayudarles a comprender que a Dios le dolía ver la violencia y la rebelión que plagaban el planeta.

En efecto, su fe contrastaba con la gran maldad de la gente. Y fue precisamente por su fe por lo que él y su familia se salvaron. Seguir su ejemplo también puede significar grandes bendiciones para nosotros y nuestros seres queridos. Noé, un hombre de Dios cuyo nombre está enmarcado en la Galería de la Fe.

MDC/ag

Realiza tu donación mediante Transferencia Bancaria

Mi promesa de Donación: Eres parte de HCJB

Donaciones mediante depósito o transferencia:

Realiza tus donaciones directamente o en línea en cualquier agencia del Banco del Pichincha. Cuenta de ahorros Banco Pichincha # 22 02 49 71 71
Para transferencias bancarias: Por favor indique el número de RUC 1792518601001 Misión HCJB La Voz de los Andes Ecuador.
Notifique su depósito al correo: [email protected]
¡Atención! Por favor copie bien este número de cuenta y asegúrese de escribirlo correctamente al momento de su depósito.
Haz tu donación en línea con tu tarjeta de crédito o débito nacional o internacional con total seguridad a través de nuestro portal de donaciones Haz clic aquí

Donaciones mediante depósito o transferencia:

Realiza tus donaciones directamente o en línea en cualquier agencia del Produbanco o Servipagos. Cuenta de ahorros Produbanco # 12 00 58 38 84 9
Para transferencias bancarias: Por favor indique el número de RUC 1792518601001 Misión HCJB La Voz de los Andes Ecuador.
Notifique su depósito al correo: [email protected]
¡Atención! Por favor copie bien este número de cuenta y asegúrese de escribirlo correctamente al momento de su depósito.
  • Débito bancario: Realiza tu donación por medio de tu cuenta bancaria del Pichincha o Produbanco llenando los datos solicitados en el formulario. Envía el documento firmado al correo electrónico [email protected] o entrégalo en nuestras oficinas.

Descargar Formulario: Click Aquí

¡Que bueno que llegaste hasta aquí!

No te lo puedes perder:

¡Que bueno que llegaste hasta aquí!

No te lo puedes perder: