3 tipos de amigos
Sin duda nos encontraremos con muchos amigos alrededor de nuestra vida, pero ¿sabes diferenciarlos? apuesto que en tu subconsciente lo has hecho pero intentare resumirlos ahora:
El amigo circunstancial
Es aquel que está de paso en nuestra vida y depende mucho de los factores: tiempo, lugar y persona. Puede ser el tiendero del barrio al que le dices: «veci», cruzaras una que otra palabra con él, en ocasiones hasta puede que te fíe, pero si por circunstancias de la vida debes mudarte de domicilio, entonces aquella relación terminará, pues lo que les unía era su entorno geográfico, así mismo sucede cuando vamos al supermercado, el banco, el lugar de trabajo o estudio. Siempre habrá ese amigo circunstancial, dispuesto a saludarte con una sonrisa y un guiño, pero no pasara de eso. No son malos amigos, es solo que se encuentran coincidencialmente vinculados a nuestro diario vivir.
El amigo de temporada
A este amigo se lo identifica cuando estás convencido que será una amistad para toda la vida, pasan tiempo juntos, conversan, se dan buenos consejos. Han logrado pasar la berrera de un amigo circunstancial y han llegado a formar parte de nuestro círculo social más limitado e íntimo. Es aquel amigo que busca la manera de verse contigo sin importar el clima, trabajo o cansancio. Pero sabrás que es el amigo de temporada cuando por parámetros de fuerza mayor, deben bajarse de tu bus de la vida y quedarse en la siguiente parada.
Quizá fue un trabajo que le forzó a mudarse de país y a pesar que ambos quieran continuar con la relación seria imposible. Por otro lado, aquella relación te está forzando a tener malos hábitos como: fumar, tomar de más, tener deseos impuros, etc. y tú decides bajarles del bus de la vida, pues por lo general te están restando o dividiendo antes de multiplicar o sumar a tu vida.
El amigo para toda la vida
Son pocos quienes tienen la dicha de encontrar amigos de esta categoría y antes de describírtelos quiero desafiarte a leer el gran consejo que nos dejó Salomón cuando escribió lo siguiente: El que anda con sabios, sabio será; Mas el que se junta con necios será quebrantado.
Salomón no se refería a la sabiduría que dan los libros o los estudios, pues alguien podrá ser académico pero necio. El autor de proverbios nos insta a evaluar nuestro círculo de amigos y precisamente para discernir entre aquellos que solo están de paso, quieren sacar provecho de nosotros y aquellos que de verdad se preocupan por nosotros.
Si después de hablar con alguien, te dan unas ganas de conocer más a Dios estas frente a un amigo para toda la vida. O si después de una ruptura sentimental, alguien te presta su hombro y llora contigo para luego ayudarte a caminar de nuevo, estas frente a un potencial amigo de vida.
O simplemente fallaste en tu pasado y tomaste malas decisiones, pero este tipo de amigo te seguirá amando de igual manera, pues para él tu error no es más grande que su amor por ti.
Quienes vamos tras los pasos de Jesús podemos darnos cuenta que él tiene estos tres tipos de amigos y que en su paso por la tierra los identificó. Estuvieron:
La muchedumbre, quienes solo buscaban un milagro o mirarlo en sus grandes discursos.
Los doce, que conocían sus chistes, su manera de hablar y algunos secretos.
Pero también estaban los tres: aquellos más íntimos que lo acompañaban a orar en privado, con quienes tenía más empatía y confianza, tanto fue así que uno de ellos se atrevió a arrimarse en su pecho a escuchar los latidos de su corazón.
Si mientras leías estos párrafos, te diste cuenta que hará falta realizar una buena podada a tu jardín de amigos, no olvides que en la vida hay decisiones dolorosas, pero un buen jardinero sabe que aquella buena podada en el huerto será necesaria para dar los mejores frutos.