10 11, 2017

Peso a mi favor

2019-11-11T09:33:24-05:0010 noviembre, 17|

Cuando tenía unos 6 años de edad estuve de paseo en la playa, recuerdo que tomamos una embarcación pequeña y fuimos a alta mar. Estaba muy entusiasmada pero debo reconocer que de niña era muy inquieta y todo el tiempo estaba en movimiento. En un momento determinado pisé mal, me resbalé y terminé en el agua. La persona que manejaba la embarcación se lanzó y me sacó enseguida. Pero estos segundos fueron suficientes para asustarme y que me sintiera renuente a aprender nadar.

Cuando tenía unos 9 años como era costumbre de cada fin de semana visitamos a mis abuelitos que por cierto vivían cerca de un río, así que mis primos y yo decidimos ir a refrescarnos allá. Lo hacíamos siempre pero aquel día sin darme cuenta acabé en una profundidad que sobrepasaba mi estatura. Recuerdo que estuve  a punto de entrar en pánico, mis primos estaban lejos así que tenía que hacer algo. En mi angustia  por salir y tras tragar mucha agua decidí sumergirme apropósito hasta topar el suelo con mis pies e impulsarme hacia arriba en dirección a la orilla, pequeños saltos con fuerza uno a la vez lograron sacarme del problema en el que me había metido y vivir para contarlo.

Hace poco estaba meditando en este incidente y en como a lo largo de nuestras vidas nos encontramos en situaciones difíciles y abrumadoras donde la decisión que tomemos puede cambiar todo. A veces el peso de nuestra decisión es mucho pero debemos recordar que Dios está con nosotros y que con su dirección podemos salir. Decidamos de su mano usar el peso de la prueba para salir y no que ese mismo peso nos arrastre a las profundidades.

27 08, 2015

¿Pruebas?

2019-07-07T04:53:56-05:0027 agosto, 15|

¿Por qué nos enfrentamos a pruebas? ¿Por qué tenemos que atravesar ciertas situaciones? La enfermedad, la muerte, la pérdida de un trabajo, no ir bien en la escuela, poner fin a una relación, situaciones con la familia, y muchas más cosas que nos hacen sentir cansados ​​y sin esperanza.

Nos enfrentamos a duras pruebas hoy, específicamente en nuestro gobierno y con el volcán, Cotopaxi. Y nos preguntamos, ¿por qué sucede esto? ¿Por qué Dios permite que esto suceda? Las pruebas pueden hacernos sentir paralizado por el mundo que nos rodea. Puede dejarnos vacíos, heridos, rotos, e incluso enojados. Es como mirar a nuestro alrededor y no encontrar salida. Estamos atrapados en este estado y no podemos hacer nada al respecto. Pero hay esperanza ….


El Señor quiere escuchar nuestros gritos. Incluso cuando estamos enojados con él y en el mundo que nos rodea; él quiere que nos acerquemos a él. David fue uno de los autores en los Salmos, y constantemente se lamentaba a Dios.
«Escucha mi palabra, Señor considera mi lamento. Escucha mi clamor, Rey mío y Dios mío, porque a ti yo oramos. Por la mañana, Señor, escuchas mi clamor; en la mañana me presentaré delante de ti y espero expectante «(Salmo 5: 1-3).


En medio de la angustia de David, él continuó a confiar en Dios y seguir sus caminos justos. Dios nos llama a llevar nuestras peticiones a él; nos llama a llevar nuestras preocupaciones y problemas a Él. Dios quiere que seamos abiertos y vulnerables con él. No debemos esconder nuestros pensamientos y sentimientos de él. Dios te creó; que ya conoce sus pensamientos y quiere dibujar más cerca de él.


«¡Oh Señor, tú me has examinado y me conoces, sabes cuando me siento y cuándo me levanto; Usted entiende desde lejos mis pensamientos … Incluso antes de una palabra está en mi lengua, tú lo sabes todo «(Salmo 139: 2 y 4)
Nos enfrentaremos a los ensayos; Dios no nos impida ellos. Pero en esos ensayos, Dios quiere que acercamos a él, y cuando lo hacemos, él hace un camino a través de ella. Él está con nosotros y para nosotros en cada prueba que estamos enfrentando.

«Cuando tu fe, la esperanza y el amor son fijos en el Señor, se puede hacer frente a cualquier dificultad o problema, y ​​Dios te dará la alegría y la paz interior.» – Warren Wiersbe

 

ESCRITO POR: Ashley Arneson.

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