¿Es viable la venganza?
¿Has tenido, alguna vez, el deseo de vengarte de alguien por algún asunto? Sin lugar a dudas en algún momento has experimentado los sentimientos que se generan como resultado del deseo de venganza. La Real Academia Española define a la venganza como la “satisfacción que se toma del agravio o daño recibidos”. También se la puede entender como una reprimenda que se ejerce sobre una persona o un grupo de ellas por una acción que es percibida como mala o dañina. El sujeto que se siente afectado decide vengarse y concreta una especie de reparación por el daño. La venganza supone una compensación por el agravio recibido.
Entendiendo estas aproximaciones, y lo natural en el ser humano del deseo de venganza, vale preguntarse: ¿Es viable la venganza? ¿Existe algún escenario en el cual es viable la venganza?. Este salmo 94 establece las razones por las cuales el salmista clama a Dios suplicando por su accionar en contra de los perversos: quebrantan al pueblo de Dios, afligen a la heredad de Dios, matan a la viuda y al extranjero, y quitan la vida al huérfano (Vs 5-6)
Sin embargo, este mismo salmo establece de quién es la potestad de la venganza: le pertenece únicamente a Dios.
Jehová, Dios de las venganzas, Dios de las venganzas, muéstrate. Vs 1
El versículo 2 nos indicará que es Dios quien da el pago a los soberbios y será Él quien les dará su pago a su respectivo tiempo. Este versículo nos invita a recordar y aplicar esta sencilla pero gran verdad: la venganza no debe estar en nuestras manos, finalmente es el Señor quien determinará el justo pago a cada cual en virtud de sus acciones y conducta.
Cuando alguien te ha lastimado o ha lastimado a alguien que tú aprecias, ¿Cómo reaccionas? ¿Qué sentimientos se generan en tu corazón? ¿Tienes deseos de vengarte?. Cuando sientas deseos de vengarte de alguien, recuerda solo Dios tiene la potestad de tomar el justo pago en sus manos. No permitas que los deseos de venganza te consuman. Piénsalo. Oremos