En la actualidad, hay muchas mujeres les ha tocado criar a sus hijos solas, algunas de ellas cuentan con la ayuda de un padre que, aunque está ausente de casa, por separación o divorcio, es un buen padre que sigue en contacto y relación con los hijos; esto es algo muy positivo para el bienestar de los niños y adolescentes.
Pero la realidad no es así para todas, hay otras mujeres que no cuentan con este apoyo, algunos padres aunque reconocen a sus hijos por un asunto legal, no quieren tener un compromiso emocional con ellos, se limitan a dar una pensión pero no desarrollan una relación de afecto o cariño con el hijo. Esto puede darse después de una separación o divorcio “temprano”, es decir cuando el niño era un recién nacido, también puede ocurrir cuando el hijo nace fuera del matrimonio y no era un hijo deseado por el padre, algunos pueden ser también el fruto de una infidelidad, o un embarazo adolescente; sin importar cuál sea el caso, estas madres deben enfrentar la tarea de la crianza solas, una tarea que requiere de esfuerzo, tiempo y sacrificio, no contar con un padre presente emocionalmente hace esta labor más ardua.
Los niños pequeños que crecen en estas circunstancias muchas veces no saben quién es su padre, y cuando entran en la etapa escolar – 4 a 5 años – normalmente empiezan a hacer preguntas a sus madres o abuelos, preguntas como ¿Quién es mi papá? ¿Por qué yo no tengo un papá como mi amiguito de la escuela? ¿Por qué papá no vive con nosotros? ¿Por qué no conozco a mi papá? Estas preguntas no son nada fácil de responder, más cuando ese padre ha mostrado con sus hechos o palabras el desinterés por su hijo. ¿Qué decir a un niño pequeño que no dañe su corazón? Muchas madres inventan historias, como que tu padre te ama pero está lejos trabajando y algún día va a venir, otras dicen tu papá murió; inventar historias no es bueno, pues un día todo saldrá a la luz y estas “mentiras piadosas” pueden generar desconfianza y resentimiento en el hijo.
En estos casos es mejor no mentir creando falsas expectativas, la mejor forma de hablar de este tema es atreves de cuentos que permitan a los niños identificarse con la historia, hablar de sus sentimientos y quitar cualquier sentimiento de culpa. En el cuento “Conejito quiere conocer a su papá” se aborda este tema con amor y delicadeza. Todo padre que no quiera tener un contacto con su hijo, por la razón que sea, cabe en la categoría de un papá que “No sabe ser un buen padre en esta época de su vida”, la historia de conejito enfoca el tema en que todos tenemos un papá aunque no viva con nosotros o no lo conozcamos, solo que algunos padres no saben cómo ser buenos papás, no saben cómo pasar tiempo con los hijos, ni jugar ni dar amor y abrazos; no están listos para tener una relación con su hijo y si la tuvieran en este momento no sería tan buena, quizás estaría gruñón o molesto; estos padres que no saben cómo ser un buen papá prefieren o es mejor que estén lejos. La historia también enfatiza que conejito tiene una familia- su mamá y los abuelos- que lo aman, cuidan y nunca lo van a dejar.
Lo importante de abordar un tema tan delicado así, es cuidar el corazón del niño, evitando hablar cosas malas del padre, o diciéndolo no te quiere; cosas que fomentarían la rabia y el resentimiento. Por otro lado, los niños tienden a pensar que es por su culpa que sus padres no les quieren o no están presentes, enfocarse en el padre como alguien que no puede ser un buen padre ayuda al niño a saber que no es culpable de nada.
Ediana Marín
Vínculos para el Cambio