6 06, 2019

Carta a mi sobrina

2019-07-09T14:54:11-05:006 junio, 19|

Recuerdo la llamada de: «ya nació»! ¡No podía creer que ya era tía!

Me saltaba el corazón del pecho de la emoción y la preocupación porque sabía que eras prematura y tenía miedo que tu cuerpito no estuviese listo, pero sí que lo estuviste.

¡Eras pequeñita! Entrabas en mi mano izquierda y tus piecitos llegaban por debajo de mi muñeca.

¡La sensación más extraña del mundo! Amar a alguien que acaba de conocer…

Fuiste la más dulce, inquieta y tierna bebé del mundo, ¡con tus manitas en miniatura y tus piernas gorditas! Luego el kínder donde cantabas las canciones que yo te enseñé, la escuela, ¡tus presentaciones de baile! ¡Ese cuerpito danzando como lombriz!

Mi maquillaje roto, mis perfumes regados, unos piecitos gorditos a media noche en mi cara y unos deditos aplaudiendo y señalando cuando me veías.

Y te hemos visto crecer, convertirte en una señorita buena, justa, influyente en su entorno. Cuentas los mejores chistes y le sacas una sonrisa al más duro corazón. Eres bella, increíblemente buena, defiendes a los tuyos y no pierdes la oportunidad de marcar los corazones. ¡Te amo, me siento orgullosa de ti! Y cuando te miro, aún veo a la pequeña prematura bebé que cabía en mi mano.

Te bendigo, eres una mujercita maravillosa, que Dios te siga cuidando, bendiciendo y guardando tu vida y tu corazón. Por favor… Sigue sonriéndole al mundo… Sigue dándole vida.

Te amo.

Tu tía.

 

31 01, 2019

Carta a mi sobrin@:

2019-09-09T00:12:15-05:0031 enero, 19|

Cuando supe que llegarías a nuestras vidas, fue toda una sorpresa. Tus padres estaban felices, y yo no podía creer que alguien por primera vez en mi vida me diría ‘Tía’.

Y es que, aunque aún no tengo la dicha de ser madre, ese día sentí que algo cambió. Con el paso de los meses fui encariñándome más con la idea de ser la persona que más te mimaría en el mundo. Sólo yo podría consentirte cuanto quisiera, y sólo yo podría ser aquella con la que tendrías esa charla cuando más confundid@ te sintieras.

Con el paso del tiempo no sólo te fui amando cada vez más, sino que me ayudaste a crecer como persona. Desde el sentimiento de atesorar el tiempo, como todos los momentos que paso contigo; hasta cuando peor me llegué a sentir conmigo misma y tú me mirabas y me decías que era la más linda del mundo.

Contigo jamás podía tener una cara larga o andar de mal humor, tú me miras siempre como si yo fuera perfecta y nunca me equivocara, si tan sólo supieras que no soy así, pero por ti todos los días son una nueva oportunidad de intentar ser mejor persona.

No me queda nada más que agradecerle a Dios por tener la oportunidad de ser lo que soy, tu tía; la que se vuelve espontánea y divertida cuando llegas de visita. La que siempre estará ahí contigo para vivir tus triunfos; todos y cada uno de ellos, ten por seguro que estaré ahí.

Sin importar las veces que caigas, yo estaré para ayudarte a levantarte y caminar junt@s, para conversar de todo, siempre seré tu confidente.

Eres una importante motivación para mi vida, desde el día de tu nacimiento encontré nuevos caminos para elegir lo que quiero en mi futuro. Estar bien, estar feliz, cumplir mis sueños y demostrarte que podrás cumplir los tuyos.

Y aunque sé que no eres mi hij@, puedo asegurarte que algo que jamás te faltará, será un abrazo y beso sinceros, porque para quererte no necesito más título que el que me has dado.

Con amor infinito:

Tu tía.

Tomado y adaptado de: Ok chicas /web.

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