EL RETO DE LA SOLIDARIDAD
En una reunión de oración cierto hombre oraba con gran fervor. El objeto de su plegaria era una familia que repentinamente había perdido al padre y esposo. El hombre decía: «Dios mío, envía a alguien a esa familia en su desconsuelo para que esa persona la toque en Tu nombre». De golpe el hombre se quedó callado. Sin decir nada se retiró del grupo. Antes de concluir la reunión, regresó. [...]