1941 - DESDE UNA RADIO PRESTADA

Carmela Ochoa no era tan solvente como para comprar un radio en 1932, así que se las arregló para que le prestaran uno en una tienda local, luego pidió prestado otro a un segundo comerciante, y luego a un tercero. Carmela fue una de las primeras personas en llamar a HCJB. Un misionero fue a su casa y le entregó un Nuevo Testamento.