Primer Día de Clases
“Los uniformes lucen limpios, la rectora del plantel fue vestida muy elegante dispuesta a lucirse en su discurso de inauguración. Más allá de escucharla los estudiantes nos ponemos a visualizar nuestro entorno, algunos cambiaron el peinado, otros compraron mochilas nuevas, algunos lucen un uniforme recién estrenado. Entre saludos discretos se saludan los viejos amigos a la distancia, pero también están los estudiantes nuevos con un vértigo indescriptible como quién se lanza de un helicóptero y espera que el paracaídas funcione.” (El primer día de clases de algún plantel de Quito)
– ¿Qué tal te parece el nuevo compañero?
Susurraban mis amigos mientras señalaban al desubicado estudiante. Esta pregunta ronda los primeros días de clases junto al olor de cuadernos nuevos y emoción por saber lo que depara el año lectivo.
Algunos optan por no asistir al primer día de clases, pero si decides ir estoy seguro que sacarás grandes lecciones de vida:
- Aprendes a vencer miedos.
- Fortaleces tu capacidad de hacer amigos.
- Desarrollas disciplina.
- Das una buena impresión a profesores.
- Estás al tanto del plan anual.
Se aproxima el regreso a clases algunos planteles educativos del Ecuador, para quienes crecemos se nos olvida esa sensación emocionante de volver a las aulas y saber que ahora la fila en la que te formarás los lunes avanza sin piedad acercándose a los cursos superiores.
Lo que no sospechábamos es que es esa misma sensación la que íbamos a sentir años después cuando nos tocó ingresar a la universidad, a ese nuevo puesto de trabajo o simplemente mudarnos de casa. De cierta forma tuvimos que adaptarnos a un nuevo entorno social.
Te invito a recordar cómo fue tu primer día de clases, estoy seguro que te llevaste grandes lecciones, pero también hubo muchos traumas. Espero apliques las lecciones aprendidas.
Cada vez que mires a alguien nuevo ocupando tú mismo espacio de trabajo o estudio, puedas incluirlo, que cada vez que tengas nuevas cosas con olor a nuevo y una ropa limpísima, recuerdes que todo se desgasta con el tiempo o se pierde.
Que asistir al primer día sea parte de fortalecer tu carácter y disciplina. Entonces cada vez que escuches el discurso de bienvenida a una nueva etapa de tu vida sepas que empezar bien, es casi tan importante como llegar bien.