Emanuel – Dios con nosotros ante nuestros problemas
Es tiempo de Navidad. Mi época favorita del año.
Para los cristianos éste es un tiempo de celebrar la belleza del evangelio. Un tiempo de conmemorar el evento divino donde se une la tierra con el cielo y da a luz nuestro medio de salvación. Es un tiempo de gran esperanza ante nuestras dificultades.
A continuación 3 razones para tener esperanza en el nacimiento de Cristo, basado en Isaías 7:14.
Por tanto, el Señor mismo os dará señal: He aquí que la virgen concebirá, y dará a luz un hijo, y llamará su nombre Emanuel.
Isaias 7:14
1) Dios cumple lo que promete
En Génesis vemos la historia de la creación. Dios forma todo y todo es «bueno» según Sus palabras. Pero cuando llegamos al capitulo 3 vemos que ese estado perfecto de la creación cambia drásticamente. A causa del pecado se pierde la perfección de la existencia, pero entre tanta condenación vemos la primera promesa que Dios da a la humanidad. Promete enviar al que aplastaría al que trajo pecado y destrucción al mundo.
Más adelante en Isaías vemos mucha palabra de condenación hacia Israel y los pueblos a su alrededor. Isaías le dice a Israel que serán destruidos por pueblos enemigos, pero entre tanta palabra de juicio leemos una promesa que parece muy fuera de lugar «He aquí que la virgen concebirá, y dará a luz un hijo, y llamará su nombre Emanuel.» Es una promesa que no parece responder a sus problemas. ¿Cómo un bebé puede salvarlos de la destrucción? Pero vemos que Dios responde a un problema incluso mayor que la destrucción de sus ciudades; promete salvar sus almas. Dios cumpliría su promesa de miles de años antes en el jardín del Edén. Y no solo sería una persona su salvación, sino Dios mismo en la tierra: Emanuel «Dios con nosotros», porque solo Dios mismo puede cumplir lo prometido en Edén.
Cuando vienen tiempos de prueba, cuando parece que el mundo se acaba y no hay esperanza, Dios nos recuerda una cosa «Confía en Mi, porque siempre cumplo lo que prometo». Eso debe infundir al cristiano de gran esperanza. Y en éste pasaje lo maravilloso es que la respuesta a sus problemas no es un gran ejercito, sino Cristo. La mejor respuesta a nuestros problemas siempre será Jesús.
2) Dios tiene un plan soberano
Cuando leemos estas palabras sobre el Mesías en el profeta Isaías, es necesario notar la relación entre éste pasaje y la promesa del Génesis. ¿Por qué? Porque significa que Dios no se equivoca ni anda «arreglando» las cosas cuando nosotros las dañamos.
Hay un pensamiento equivocado entre algunos cristianos que dice que Jesús fue el «plan B» de Dios. Que la creación perfecta era el plan original y que nosotros lo dañamos entonces Dios tuvo que arreglar lo que dañamos. No, no, no. Jesús siempre ha sido el plan desde el inicio. En el Nuevo Testamento leemos en el evangelio de Juan que Jesús estuvo en el principio (de la creación) y que por medio de Él todo fue creado (Juan 1:1;10). Significa que no sólo es Jesús el plan único y original, sino que voluntariamente creó un mundo que lo rechazaría y lo destruiría en cuerpo mortal.
Todo esto es para decir que Dios no anda cambiando sus planes por lo que nosotros hacemos. Dios tiene un (1) plan desde el inicio, y asegura que se cumplirá hasta el final. Dios es absolutamente soberano y tiene todo poder para cumplir dicho plan. Ni lo que hagamos nosotros, ni ningún problema, ni ninguna situación difícil en nuestra vida puede cambiar el plan de Dios. Eso debe llenar al cristiano de esperanza, porque no hay problema demasiado grande o equivocación tan horrenda en mi vida que destruya el plan de Dios. Dios es perfecto y cumplirá perfectamente su voluntad.
3) Dios trae esperanza en la calamidad
Lo que más resalta de éste pasaje para mi es el hecho que está en medio de palabras de juicio y destrucción. Hay momentos en la vida en que lo único que vemos de frente nuestro son los problemas. De ninguna manera voy a quitarle importancia a tus problemas, sé que para ti son importantes. Desde el niño al que se le cayó la bola de helado, hasta la persona que se está divorciando o perdió su empleo y está hundido en deudas interminables. Sé que los problemas son algo real en la vida; ocupan mucho de nuestro tiempo y nos roban la tranquilidad mental y espiritual.
Así como el pueblo de Israel se enfrentaba a enemigos extraños que venian a destruir su salud y bienestar, tú te enfrentas a problemas enormes que quieren aplastar todo lo que es precioso para en tu vida. Pero la pregunta es ¿cómo vas a enfrentarlos?
En el pasaje de Isaías vemos que era imposible para Israel salvarse a sí mismos. Cuando vemos el muro incansablemente alto de problemas frente a nosotros, sabemos que no tenemos las fuerzas para conquistarlo. Así que Dios nos da una salida y nos dice «No puedes hacerlo, pero está bien porque yo sí puedo hacerlo.» Parece ilógico, el mundo te dice «esfuerzate más, tu puedes», pero Dios dice «descansa en Mi. No hagas más, porque sólo Yo te puedo salvar.»
La respuesta al problema de Israel no vino inmediatamente, pero fue más asombrosa de lo que podían imaginar. La esperanza de la Navidad no está en «tratar de ser mejores» o contagiarnos del «espiritu navideño», sino en reconocer que el que es mejor que todos, Cristo, nos dice que simplemente confiemos en Él.
No te ahogues en tus angustias, sino confía en que Jesús es Emanuel (Dios contigo), y si dependes en Él, Él te dará una respuesta más hermosa de lo que puedes imaginar.