Lecciones de San Valentín de Roma
Estamos por celebrar el día de los enamorados o el día del amor y la amistad, también conocido como el día de San Valentín. ¿Pero quién fue San Valentín?
Existen diversas leyendas alrededor de San Valentín de Roma, es posible que varias de ellas sean apócrifas, inventadas en la era medieval, pero hay 3 partes de la historia que se repiten bastante y podemos aprender de ellas al conmemorar el amor.
1- Amor por los desafortunados
Una de las historias alrededor de San Valentín, cuenta que se le presentó una joven ciega, hija de un juez (o en otros casos hija de su carcelero). San Valentín conmovido por la condición de la joven y a petición de su padre, puso sus manos sobre ella, oró y fue sanada. Inmediatamente la familia de la joven creyó en Dios y fue bautizada.Jesús nos dice que debemos amar a nuestros enemigos (Mateo 5:44). La pregunta es no sólo cómo amamos a nuestros seres queridos, sino cómo amamos a los que nos tratan mal. Si la persona que te ha insultado o maltratado necesita tu ayuda, ¿estás dispuesto a extender tu mano? Si ves al chico que te golpeó en el colegio, o la chica que inventó rumores sobre ti, en necesidad, ¿estás dispuesto a ayudar? Valentín pudo haber ignorado a la hija del carcelero, pero conocía el amor de Dios hacia él y lo devolvió a sus enemigos.
2- Amor que desafía las reglas
El imperio Romano estaba en guerra y muchos soldados se enfrentaban a la muerte en el campo de batalla a menos que pudieran demostrar su estado civil de casados para volver a casa con sus familias. Durante este tiempo San Valentín, en contra de una ley del emperador, casaba a los soldados en secreto y así salvó la vida de muchos.
¿Cuándo fue la última vez que desafiaste las reglas por amor? Y no hablo de grafitiar una pared o salirte a escondidas para encontrarte con tu amada. Hablo de cuando las reglas de nuestra cultura no son justas. Las reglas de nuestra cultura dicen «Si no es problema tuyo no te metas» Y luego nos sorprendemos de las injusticias como la xenofobia y las violaciones. Nos enseñan «Mejor no armes problema, así ha sido siempre», pero nos quejamos de la corrupción y de las injusticias cuando el problema se sale de nuestro control. Quizás lo más amoroso que podemos hacer no es tolerar, sino educar y corregir. (Hebreos 12:6)
3- Amor que entrega su vida
Lo más cierto que conocemos de San Valentín de Roma es que fue arrestado, presentado ante el emperador y se le pidió que renuncie a Dios. Hoy celebramos una fecha que lleva su nombre, porque
el 14 de febrero del año 269 d.C. Valentino murió frente a la Plaza del Pueblo en Roma. Valentín no renunció en su amor a Dios, ni cuando fue arrestado, ni cuando lo arrastraron fuera de la ciudad, ni cuando los garrotes descendían con fuerza sobre su cuerpo. Ese fue el mayor amor que demostró San Valentín.
No estoy diciendo que debes morir por Jesús. Pero… ¿podrías?
Es fácil ser cristiano cuando la mayor persecución en tu contra es un insulto. Pero me pregunto, si junto con tu confesión de vida nueva en Cristo viniera también tu condenación de muerte, ¿lo harías?
Quiero que en este día de San Valentín te hagas 2 preguntas:
- Piensa en el amor de Dios hacia ti. Todo lo que Cristo hizo por ti y todo lo que el Padre te ha dado y todo lo que el Espíritu ha hecho en tu corazón y pregúntate: ¿Qué estoy dispuesto a hacer por Dios en respuesta al amor que me ha demostrado?
- Piensa en las personas alrededor del mundo que se enfrentan a la muerte por confesar a Cristo. Piensa por un momento en Corea del Norte, Afganistán, Pakistán, Nigeria, Somalia, Irak, Eritrea… y las decenas de países más donde es ilegal confesar tu fe en Cristo. Piensa en ellos, luego piensa en tu vida y pregúntate: ¿Qué estoy dispuesto a hacer por mis hermanos perseguidos en el mundo?
Es bonito celebrar el amor y la libertad de amarnos en éste Día de San Valentín. Pero te animo también a pensar en el amor de Dios hacia nosotros y el sufrimiento del mundo a nuestro alrededor.
Incluso una oración es un buen inicio para mostrar el amor hacia ese mundo que Dios ama y que está en tanta necesidad.