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28 05, 2019

No más excusas

2019-08-23T12:00:47-05:0028 mayo, 19|

En un mundo en donde las excusas se volvieron parte del diario vivir, cualquier acción por más pequeña que sea, supone un cambio.

Tantas veces me había bastado poner una excusa para sentirme mejor o simplemente para no hacer algo que debo. Y era tan natural echar la culpa de mis fracasos a mi falta de oportunidades, tiempo, dinero, cualquier otro factor. De manera que siempre terminaba procrastinando todos mis proyectos o simplemente nunca empezaba nada.

Con el pasar de los años entendí que un objetivo se consigue trabajando duro, fracasando y volviendo a fracasar.

Cada día trato de no usar excusas, de ser más eficaz. Admito que me resulta difícil. Y quiero compartir contigo las excusas que alguna vez he usado, y que ahora trato de evitarlas completamente:

  • No tengo dinero
  • Estoy muy cansado
  • Desde el próximo lunes
  • No creo que pueda hacerlo
  • Es muy difícil
  • Estoy esperando el tiempo de Dios
  • Necesito orar más
  • Tengo miedo

Si te identificas con alguna de estas excusas, no hay problema, creo que son universales. Pero es tiempo, querido amigo, de cambiar, avanzar, de ser intencionales y hacer que las cosas pasen. Es difícil, lo sé, pero Dios no nos hizo para postergar nuestras responsabilidades sino para crecer y ayudar a crecer a otros. Recuerda que:

Dios no nos ha dado un espíritu de temor y timidez sino de poder, amor y autodisciplina.

2 Timoteo 1:7

David Paredes.

11 04, 2019

LOS VERDADEROS AMIGOS SON DIFÍCILES DE ENCONTRAR

2019-04-11T08:29:39-05:0011 abril, 19|

En ocasiones son más cercanos que la familia y, a menudo, te conocen mejor. Ellos oran por cosas más grandes que tú por ti mismo. Ellos creen contigo cuando tu fe es débil. Hacen espacio para ti cuando la vida se derrumba, y se regocijan contigo cuando todo está bien. Lo más importante es que los verdaderos amigos te recuerdan en cada encuentro quién y qué es lo más importante.

La esencia de la amistad cristiana es el compañerismo forjado en el fuego de dos convicciones: 1) Solo Jesús puede satisfacer al alma y 2) solo por su reino vale la pena vivir.

¿Enemigos disfrazados?

La amistad cristiana es un tesoro porque nos ayuda a aferrarnos a nuestro mayor tesoro.

Jesús es nuestro Pan de Vida, nuestra Agua Viva, nuestra Perla de Gran Precio, nuestra Luz, nuestra Resurrección, nuestra propia Vida. El mayor peligro para nuestras almas es que podamos abandonar el permanecer en él, seguirlo y encontrar nuestro gozo en él. Por lo tanto, el mejor regalo que un amigo puede dar es un compromiso de luchar por nuestra alegría y comunión con Cristo.

A la inversa, la peor distorsión de la amistad surge cuando un amigo nos alienta, consciente o inconscientemente, a colocar nuestro afecto en otro lugar. El apóstol Pedro, sin saberlo, realiza este tipo de distorsión en Mateo 16. Jesús les dice a sus discípulos que morirá y resucitará (Mateo 16:21). Pedro reprende a Jesús con lo que seguramente fue un comentario bien intencionado de un amigo leal: “¡Muy lejos de ti, Señor! Esto nunca te sucederá a ti ”(Mateo 16:22).

Parece la forma más profunda, genuina y hermosa de amistad, pero las palabras de Pedro lo ponen entre Jesús y su obediencia al Padre. Su ignorancia convirtió a un amigo en enemigo, al menos por un momento. “¡Apártate de mí Satanás! Tú eres un obstáculo para mí ”(Mateo 16:23). Lo que Pedro pensó que era útil, Jesús llamó un obstáculo. Lo que Pedro asumió fue una amistad piadosa, Jesús llamó oposición satánica.

Cinco marcas de la amistad cristiana

Entonces, ¿cómo podemos evitar el error de Pedro en nuestras amistades? ¿Cómo podemos ser un amigo que preserva y fortalece la fe de los demás? Aquí hay cinco maneras distintas en que las verdaderas amistades cristianas refuerzan nuestro amor por Cristo a través de nuestro amor mutuo.

1. Los verdaderos amigos elevan nuestro gozo en Dios.

El compañerismo siempre profundiza la alegría. Mi película favorita es buena cuando se ve sola, pero es mejor con un amigo. De alguna manera, una buena comida es más satisfactoria cuando se comparte. Naturalmente, arrastramos a nuestros amigos a lo que disfrutamos: “¡Tienes que ver esta película!” “¡Tienes que venir a este restaurante conmigo!”

¡Pero de todas las alegrías de la vida, Dios es el más grande! Fuimos hechos para él, para disfrutarlo y centrar nuestros corazones y vidas en él. Y como cualquier otra alegría, nuestra alegría en Dios será más plena cuando la compartamos con otras personas. Los amigos cristianos nos ayudan a disfrutar a Dios al disfrutarlo con nosotros.

Es tentador voltear y distorsionar esta fórmula usando a Dios como un medio para disfrutar más a las personas. Si solo acudimos a él para pedirle a los esposos, amigos o hijos que disfruten, eso revela que vemos a Dios como el medio para alguien más. Deberíamos estar haciendo lo contrario: buscar más de él en otras personas. Irónicamente, disfrutaremos más a nuestros amigos, cuanto más nuestras amistades se conviertan en un medio para disfrutar a Dios.

2. Los verdaderos amigos exponen el pecado en nosotros que nos mantiene alejados de Dios.

Fieles son las heridas de un amigo, pero engañosos los besos del enemigo. (Proverbios 27:6)

El pecado nos engaña. Oscurece nuestra comprensión y nos hace tontos. Tanto es así que podemos estar caminando en el pecado y convencidos de que estamos obedeciendo a Dios (piense en los fariseos). Es por eso que necesitamos desesperadamente amigos.

Necesitamos amigos que nos muestren amorosamente nuestro pecado. Necesitamos amigos que nos ayuden a ver nuestros puntos ciegos. Necesitamos amigos que hablen con honestidad brutal (Mateo 18:15) y tierna compasión (Gálatas 6:1), que nos digan la verdad acerca de nosotros mismos incluso cuando no queremos escucharla (Efesios 4:15).

Esta es una función vital de la comunidad que pocas personas quieren. Preferiríamos tener amigos que siempre nos dicen lo que queremos escuchar, que nos muestran la falsa gracia de excusar el pecado y nos dan falsas esperanzas de que podamos acercarnos más a Dios sin arrepentimiento. Pero como el pecado es un veneno para nuestras almas y un ladrón de nuestro gozo en Dios, no podemos permitirnos abandonar este tipo de amistad.

3. Los verdaderos amigos nos animan a obedecer a Dios.

Consideremos cómo animarnos unos a otros para amar y hacer buenas obras. (Hebreos 10:24; vea también Hebreos 3:13)

Si bien es cierto necesitamos amigos que nos ayuden a ver cualquier desobediencia, también necesitamos que nos animen a la obediencia. A menudo, la obediencia a Dios requiere más coraje del que podemos reunir solos. Sin el fiel ánimo de los amigos cristianos, fácilmente retrocedemos a la apatía estancada, no deseando desobedecer voluntariamente, sino que también tenemos miedo de dar un paso en la fe.

El aliento que se nos dice que demos no es un halago o una inspiración superficial. El aliento es dar coraje y fortaleza a los demás para la tarea intimidatoria que tienen ante ellos. Presentamos una visión más amplia de por qué su obediencia es importante para el reino de Dios.

Afirmamos que su obediencia glorifica a Dios y cuenta en la eternidad.

Independientemente de la forma que tome, el ánimo motiva a otros a continuar corriendo la carrera específica que Dios ha marcado para ellos.

4. Los verdaderos amigos nos traen a Dios en nuestra debilidad.

Y he aquí, unos hombres trajeron en una camilla a un hombre que estaba paralítico; y trataban de meterlo y ponerlo delante de Jesús. Y no hallando cómo introducirlo debido a la multitud, subieron a la azotea y lo bajaron con la camilla a través del techo, poniéndolo en medio, delante de Jesús. (Lucas 5: 18–19)

Caminar por la vida en un mundo que menosprecia a Dios, con nuestra carne asolada por el pecado, contra un enemigo endiablado, es demasiado difícil de intentar solos. Solos, creemos fácilmente las mentiras de Satanás. Solos, nos abrochamos bajo el peso de nuestro pecado. Solos, nos desanimamos y nos cansamos. Como el paralítico, necesitamos la ayuda de otros creyentes para llevarnos a Dios.

Entonces, ¿cómo podemos llevar a otros a Dios? Escuchamos a una hermana confesar un pecado oculto y lavarla con la verdad de que Cristo la limpió y la sanó. Podemos satisfacer las necesidades prácticas de aquellos que sufren el sufrimiento intenso en el nombre de Jesús. O simplemente podemos llevar a nuestros amigos a Dios en oración, pidiéndole que haga cosas más importantes en sus vidas de lo que podemos hacer por ellos.

5. Los verdaderos amigos nos aman por la gloria de Dios.

Hagas lo que hagas, hazlo todo para la gloria de Dios. (1 Corintios 10:31)

La idea del mundo de la intimidad en la amistad se está ganando el uno al otro: “¡No puedo vivir sin ti!” Los elogios y las promesas de devoción rápidamente dan una adrenalina breve y falsa de importancia y significado. Ciertamente necesitamos alentarnos y afirmarnos mutuamente, pero los amigos cristianos deben estar mucho más enfocados en el peso y el significado de Dios, no en los suyos ni en los de sus amigos.

Como todo lo demás, el objetivo final de nuestras amistades debe ser Dios y su gloria. Ya que nuestros corazones son propensos a vagar y adorar otras cosas, necesitamos estos recordatorios constantes de su gloria y su valor en nuestras amistades.

ESCRITO POR: Jorge Luis Rodríguez

2 04, 2019

Los verdaderos amigos son difíciles de encontrar

2019-07-07T04:53:21-05:002 abril, 19|

En ocasiones son más cercanos que la familia y, a menudo, te conocen mejor. Ellos oran por cosas más grandes que tú por ti mismo. Ellos creen contigo cuando tu fe es débil. Hacen espacio para ti cuando la vida se derrumba, y se regocijan contigo cuando todo está bien. Lo más importante es que los verdaderos amigos te recuerdan en cada encuentro quién y qué es lo más importante.

La esencia de la amistad cristiana es el compañerismo forjado en el fuego de dos convicciones: 1) Solo Jesús puede satisfacer al alma y 2) solo por su reino vale la pena vivir.

¿Enemigos disfrazados?

La amistad cristiana es un tesoro porque nos ayuda a aferrarnos a nuestro mayor tesoro.

Jesús es nuestro Pan de Vida, nuestra Agua Viva, nuestra Perla de Gran Precio, nuestra Luz, nuestra Resurrección, nuestra propia Vida. El mayor peligro para nuestras almas es que podamos abandonar el permanecer en él, seguirlo y encontrar nuestro gozo en él. Por lo tanto, el mejor regalo que un amigo puede dar es un compromiso de luchar por nuestra alegría y comunión con Cristo.

A la inversa, la peor distorsión de la amistad surge cuando un amigo nos alienta, consciente o inconscientemente, a colocar nuestro afecto en otro lugar. El apóstol Pedro, sin saberlo, realiza este tipo de distorsión en Mateo 16. Jesús les dice a sus discípulos que morirá y resucitará (Mateo 16:21). Pedro reprende a Jesús con lo que seguramente fue un comentario bien intencionado de un amigo leal: “¡Muy lejos de ti, Señor! Esto nunca te sucederá a ti ”(Mateo 16:22).

Parece la forma más profunda, genuina y hermosa de amistad, pero las palabras de Pedro lo ponen entre Jesús y su obediencia al Padre. Su ignorancia convirtió a un amigo en enemigo, al menos por un momento. «¡Apártate de mí Satanás! Tú eres un obstáculo para mí ”(Mateo 16:23). Lo que Pedro pensó que era útil, Jesús llamó un obstáculo. Lo que Pedro asumió fue una amistad piadosa, Jesús llamó oposición satánica.

Cinco marcas de la amistad cristiana

Entonces, ¿cómo podemos evitar el error de Pedro en nuestras amistades? ¿Cómo podemos ser un amigo que preserva y fortalece la fe de los demás? Aquí hay cinco maneras distintas en que las verdaderas amistades cristianas refuerzan nuestro amor por Cristo a través de nuestro amor mutuo.

1. Los verdaderos amigos elevan nuestro gozo en Dios.

El compañerismo siempre profundiza la alegría. Mi película favorita es buena cuando se ve sola, pero es mejor con un amigo. De alguna manera, una buena comida es más satisfactoria cuando se comparte. Naturalmente, arrastramos a nuestros amigos a lo que disfrutamos: «¡Tienes que ver esta película!» «¡Tienes que venir a este restaurante conmigo!»

¡Pero de todas las alegrías de la vida, Dios es el más grande! Fuimos hechos para él, para disfrutarlo y centrar nuestros corazones y vidas en él. Y como cualquier otra alegría, nuestra alegría en Dios será más plena cuando la compartamos con otras personas. Los amigos cristianos nos ayudan a disfrutar a Dios al disfrutarlo con nosotros.

Es tentador voltear y distorsionar esta fórmula usando a Dios como un medio para disfrutar más a las personas. Si solo acudimos a él para pedirle a los esposos, amigos o hijos que disfruten, eso revela que vemos a Dios como el medio para alguien más. Deberíamos estar haciendo lo contrario: buscar más de él en otras personas. Irónicamente, disfrutaremos más a nuestros amigos, cuanto más nuestras amistades se conviertan en un medio para disfrutar a Dios.

2. Los verdaderos amigos exponen el pecado en nosotros que nos mantiene alejados de Dios.

Fieles son las heridas de un amigo, pero engañosos los besos del enemigo. (Proverbios 27:6)

El pecado nos engaña. Oscurece nuestra comprensión y nos hace tontos. Tanto es así que podemos estar caminando en el pecado y convencidos de que estamos obedeciendo a Dios (piense en los fariseos). Es por eso que necesitamos desesperadamente amigos.

Necesitamos amigos que nos muestren amorosamente nuestro pecado. Necesitamos amigos que nos ayuden a ver nuestros puntos ciegos. Necesitamos amigos que hablen con honestidad brutal (Mateo 18:15) y tierna compasión (Gálatas 6:1), que nos digan la verdad acerca de nosotros mismos incluso cuando no queremos escucharla (Efesios 4:15).

Esta es una función vital de la comunidad que pocas personas quieren. Preferiríamos tener amigos que siempre nos dicen lo que queremos escuchar, que nos muestran la falsa gracia de excusar el pecado y nos dan falsas esperanzas de que podamos acercarnos más a Dios sin arrepentimiento. Pero como el pecado es un veneno para nuestras almas y un ladrón de nuestro gozo en Dios, no podemos permitirnos abandonar este tipo de amistad.

3. Los verdaderos amigos nos animan a obedecer a Dios.

Consideremos cómo animarnos unos a otros para amar y hacer buenas obras. (Hebreos 10:24; vea también Hebreos 3:13)

Si bien es cierto necesitamos amigos que nos ayuden a ver cualquier desobediencia, también necesitamos que nos animen a la obediencia. A menudo, la obediencia a Dios requiere más coraje del que podemos reunir solos. Sin el fiel ánimo de los amigos cristianos, fácilmente retrocedemos a la apatía estancada, no deseando desobedecer voluntariamente, sino que también tenemos miedo de dar un paso en la fe.

El aliento que se nos dice que demos no es un halago o una inspiración superficial. El aliento es dar coraje y fortaleza a los demás para la tarea intimidatoria que tienen ante ellos. Presentamos una visión más amplia de por qué su obediencia es importante para el reino de Dios.

Afirmamos que su obediencia glorifica a Dios y cuenta en la eternidad.

Independientemente de la forma que tome, el ánimo motiva a otros a continuar corriendo la carrera específica que Dios ha marcado para ellos.

4. Los verdaderos amigos nos traen a Dios en nuestra debilidad.

Y he aquí, unos hombres trajeron en una camilla a un hombre que estaba paralítico; y trataban de meterlo y ponerlo delante de Jesús. Y no hallando cómo introducirlo debido a la multitud, subieron a la azotea y lo bajaron con la camilla a través del techo, poniéndolo en medio, delante de Jesús. (Lucas 5: 18–19)

Caminar por la vida en un mundo que menosprecia a Dios, con nuestra carne asolada por el pecado, contra un enemigo endiablado, es demasiado difícil de intentar solos. Solos, creemos fácilmente las mentiras de Satanás. Solos, nos abrochamos bajo el peso de nuestro pecado. Solos, nos desanimamos y nos cansamos. Como el paralítico, necesitamos la ayuda de otros creyentes para llevarnos a Dios.

Entonces, ¿cómo podemos llevar a otros a Dios? Escuchamos a una hermana confesar un pecado oculto y lavarla con la verdad de que Cristo la limpió y la sanó. Podemos satisfacer las necesidades prácticas de aquellos que sufren el sufrimiento intenso en el nombre de Jesús. O simplemente podemos llevar a nuestros amigos a Dios en oración, pidiéndole que haga cosas más importantes en sus vidas de lo que podemos hacer por ellos.

5. Los verdaderos amigos nos aman por la gloria de Dios.

Hagas lo que hagas, hazlo todo para la gloria de Dios. (1 Corintios 10:31)

La idea del mundo de la intimidad en la amistad se está ganando el uno al otro: “¡No puedo vivir sin ti!” Los elogios y las promesas de devoción rápidamente dan una adrenalina breve y falsa de importancia y significado. Ciertamente necesitamos alentarnos y afirmarnos mutuamente, pero los amigos cristianos deben estar mucho más enfocados en el peso y el significado de Dios, no en los suyos ni en los de sus amigos.

Como todo lo demás, el objetivo final de nuestras amistades debe ser Dios y su gloria. Ya que nuestros corazones son propensos a vagar y adorar otras cosas, necesitamos estos recordatorios constantes de su gloria y su valor en nuestras amistades.

ESCRITO POR: Jorge Luis Rodríguez

26 03, 2019

¿Depresión, angustia, estrés, dificultades?

2019-07-07T04:53:22-05:0026 marzo, 19|

Puede ser difícil salir de la tristeza cuando caemos en sus garras. Nuestras emociones afectan nuestras relaciones, lo cual nos afecta emocionalmente y nos hunde más profundamente en el espiral de la depresión.

En los momentos que me he sentido triste, deprimido, angustiado, desesperado y más, me ha ayudado recordar algunas verdades que enseña la Biblia sobre nuestros momentos más bajos.

1- Es normal no estar bien

Una de las cosas más importantes que debes entender es que es normal lo que sientes.

Como cristianos hemos causado mucho daño a las personas luchando con sus emociones al decir cosas como «Pero hermano, si estamos en Cristo debemos estar gozosos» (estoy torciendo los ojos sólo al escribir esas palabras). Podría decir mucho sobre esto, pero quiero que entiendas una cosa sobre le gozo: Tener gozo en Dios no significa nunca sentirnos mal.

En cambio vemos ejemplos en la Biblia de gente en angustia. David escribió gran cantidad de Salmos donde dice «no tengo refugio, no hay quién cuide de mi vida» «mis huesos están abatidos» «¿de dónde vendrá mi socorro?» y demostraba su angustia clamando a Dios. De igual manera Jesús cuando murió su amigo Lazaro lloró (Jn 11.35) y cuando estaba enfrentándose a la muerte lloró amargamente y sudó de tal manera que parecía sangre (Lc 22.44).

En ningún momento nos dice la Biblia «nunca debes sentirte triste» «siempre debes estar alegre». Es normal sentirnos mal de vez en cuando (y es anormal nunca sentirnos mal). Pero lo que no es correcto, es quedarnos en esos puntos bajos de la vida.

2- No necesito estar bien para ser amado

Más allá de ver que es normal no estar bien, la Biblia nos dice que NADIE está bien espiritualmente. Desde Genesis donde vemos el problema del pecado(Gen 3), a Salmos donde nos dice que todos nos hemos corrompido y no hay quién haga el bien (Sal 14), hasta Romanos donde nos dice que nadie merece estar con Dios a causa de nuestro pecado (Rom 3). Lo que queda muy claro es que:

«Ninguno hay bueno, sino sólo uno, Dios»


Mr 10.18

Si partimos de ese punto vemos que nadie merece el amor de Dios. Por eso Pablo en Efesios nos dice que es un regalo inmerecido (gracia). La implicación de esto es hermoso para los que luchamos con nuestra oscuridad interna. Significa que yo no puedo hacer nada para que Dios me ame.

(Un momento Bryan, eso no suena hermoso, suena deprimente).

Sí, suena deprimente si no entiendes que aún así él te ama.

Jeremías 31:3 «Con amor eterno te he amado»; Oseas 11:4 «Con cuerdas humanas los atraje, con cuerdas de amor»; Efesios 1:4 «nos escogió en él antes de la fundación del mundo» y por supuesto 1 Juan 4:7-9, una de las declaraciones más claras en la Biblia sobre el amor. Quiero que entiendas que no hay nada que puedas hacer para ganar el amor de Dios. No necesitas estar feliz. No necesitas dejar de estar triste. Dios te ama en tu depresión. Dios te ama en tus dificultades. Dios te ama y punto. Dios no es como las personas, que dan un amor condicionado a tus acciones. Dios te ama sin importar quién eres o qué haces, y eso te debe dar esperanzas, aunque pueda ser difícil de aceptar.

3- Aún así, Dios quiere que estés bien

Pero por último quiero que entiendas una parte muy importante. Aunque Dios te ama sin importar tu angustia y depresión, él no quiere que continúes así para siempre. Aunque Cristo nos comprende en todo lo que pasamos (Heb 4) no significa que debemos seguir viviendo de la misma manera. Dios tiene una mejor vida para nosotros.

Es allí donde volvemos a los salmos de David. Él dice «devuélveme el gozo de mi salvación» «mi socorro viene de Dios» «bendice alma mía a Jehová».

David aunque expresa su angustia de manera real y explicita, siempre recuerda que la solución está en confiar en Dios. Juan nos dice que en el amor de Dios no hay lugar para el temor; Dios viene a quitarnos temor y angustia. Pablo dice en Romanos 12 que no debemos conformarnos a lo normal de la vida (angustia, tristeza, estrés, depresión) sino debemos cambiar nuestro entendimiento (mente) porque la voluntad de Dios para nosotros es buena, agradable y perfecta.

Confiar en Dios. Juan nos dice que en el amor de Dios no hay lugar para el temor (1Jn 4:18); Dios viene a quitarnos temor y angustia. Pablo dice en Romanos 12 que no debemos conformarnos a lo normal de la vida (angustia, tristeza, estrés, depresión) sino debemos cambiar nuestro entendimiento (mente) porque la voluntad de Dios para nosotros es buena, agradable y perfecta.


No es fácil vivir en oscuridad; y no es fácil ver la luz cuando estamos rodeados de tinieblas. Pero Dios dice «confía en mi». Es el Dios que creó todo, y que podría destruirlo todo con un chasquido de sus dedos. Pero en vez de eso, decide mostrarnos amor y ofrecernos una transformación en nuestros pensamientos.

Sin importar qué tan difícil u oscura es tu situación, El Padre lo conoce, El hijo lo vivió y el Espíritu está anhelando ayudarte a superarlo.

(Job 42.2; Heb 4:15; Jn 14:26)

Confía en Él.

19 03, 2019

Vivir bien en soltería

2019-09-09T00:14:58-05:0019 marzo, 19|

Casi siempre la sociedad supone que, desde cierta edad estar soltero es un sacrilegio, y la mayoría de nosotros creemos en esa loca idea, tratamos de buscar pareja por todo lado, pues pensamos que sin alguien a nuestro lado es difícil o casi imposible pasar buenos momentos.

De por sí, la vida en este siglo 21 puede llegar a ser bastante estresante sin la presión de buscar pareja, relajémonos un poco y disfrutemos de este tiempo de soltería, la mayoría de los que están actualmente solos algún día se casaran. Como soltero experimentado, puedo decirte algunas cosas que puedes hacer para vivir esta etapa en plenitud.

  • Emprender, crear proyectos, alcanzar objetivos.
  • Aprender algo nuevo.
  • Viajar.
  • Disfrutar de tus amigos.
  • Inventar, muchas de las ideas creativas se producen en soledad, en medio del silencio.
  • Ahorrar.
  • Conocerte a ti mismo.

Romanos 8:28 dice:

Y sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien, esto es, a los que conforme a su propósito son llamados.

Dios puede usar esta etapa de soltería para enseñarte algo. A veces la soledad es un buen lugar para encontrarte con Dios, para disfrutarte, para conocerte mejor, para crecer. Si no tienes pareja no te preocupes, no te apresures, no abras tu corazón a cualquiera, es de suma importancia no depender de ninguna persona para vivir plenamente, si estás con alguien que sea por amor y no por codependencia.

Así como en el tenis, la vida podemos jugarla en pareja o solos, nosotros elegimos si jugamos bien o jugamos mal, si disfrutamos de esta etapa o nos torturamos por estar solos.

12 03, 2019

Una esperanza errónea

2019-07-07T04:53:22-05:0012 marzo, 19|

“Deja que la perseverancia sea tu motor y la esperanza tu gasolina.” Jackson Brown Jr.

La esperanza es el estado de ánimo en el cual se cree que aquello que uno desea o pretende es posible. Los seres humanos cumplimos nuestros sueños y objetivos al momento de activar la esperanza.

¿Pero qué sucede cuando alguien se aprovecha de aquella condición humana para ofrecernos el oro y el moro? Sencillo, es entonces cuando surgen los malos políticos. Ellos ofrecen cumplir nuestros anhelos más profundos que tenemos como sociedad a cambio de votos.

Trabajo, educación, transporte, carreteras de primer orden, salud, son solo algunas de las promesas que llenan de esperanza nuestros corazones.

Campañas comunicacionales creadas por un grupo sólido de marketing y publicidad que buscan mover nuestras emociones. Cómo olvidar la reciente Caravana de la Esperanza de Lula Da Silva, en Brasil. Ni se nos ocurra borrar de nuestra memoria el cartel de Barack Obama con la palabra Hope en el 2008.

O el discurso “Con fe y esperanza” del ex candidato a Presidente de la Argentina, Daniel Scioli, Ecuador tiene a su mejor representante de la esperanza, Alvaro Novoa con su canción inédita: llegó la esperanza que todos queremos.

Toda campaña implica la formulación de promesas y la explicitación de sueños y anhelos, que delineen el futuro al que se aspira llegar. Es por eso que es común ver a candidatos: regalar comida, abrazar pobres, cargar niños, últimamente hasta perros y gatos.

“La esperanza es, en verdad, el peor de los males, porque prolonga las torturas de los hombres.” Friedrich Nietzsche

Nietzche es claro al momento de expresar su crítica en una esperanza ciega y sin criterio propio. Una esperanza que lejos de llevarnos a nuestros sueños, puede arrastrarnos a nuestra perdición.

Mi afán no es criticar a ningún político, pues a la final es parte de su oficio conseguir el voto popular. Lo que quiero poner en la mesa es la esperanza ciega que le otorgamos a cualquier persona. Parte de ser hijos de Dios es entender dónde está nuestra esperanza y ser sabios al momento de elegir una autoridad política, sin dejarnos llevar por nuestras emociones.

Tener esperanza está bien, lo incorrecto es otorgarla a las personas.
“Así dice el Señor: «¡Maldito el hombre que confía en el hombre! ¡Maldito el que se apoya en su propia fuerza y aparta su corazón del Señor!” (Jeremías 17:5)(NVI)

Pongamos nuestra esperanza en las cosas eternas, pero tampoco descuidemos nuestro criterio, raciocinio, sabiduría e inteligencia al momento de tomar cualquier decisión. Recordemos que parte de ser hijos de Dios es tener en claro la fe y las convicciones sin dejarse mover por las emociones.

En conclusión, una esperanza desviada es a los seres humanos, pero una esperanza correcta es para aquel que nunca cambia que fue el mismo ayer hoy y siempre.

Poner tu esperanza en el blanco es confiar en tu Creador.

Dios no es hombre, para que mienta,
Ni hijo de hombre para que se arrepienta.
El dijo, ¿y no hará?
Habló, ¿y no lo ejecutará?

(Números 23:19) (NVI)

26 02, 2019

Somos mucho más que nuestros fracasos

2019-07-07T04:53:22-05:0026 febrero, 19|

Ese viernes, el tiempo iba cada vez más lento, la espera se hacía cada vez más difícil. Estaba ansioso y asustado, me había preparado casi un año para esa competencia. Toda mi familia estaba presente, estaba obligado a hacer un buen papel ya que es probable que haya presumido un poco sobre mis habilidades corriendo. El momento de la verdad llegó, sonó el silbato y 15 chicos salimos disparados a toda velocidad, mientras las vueltas pasaban, me decía a mi mismo “David lo estás haciendo bien, tres vueltas más y se acaba”.

Iba en segundo lugar y un fuerte dolor en mi pierna izquierda hizo que me detuviera, instantáneamente se me entumeció el pie, calambre, grité mientras miraba como todos los demás chicos se acercaban a la meta. Me levanté y terminé la carrera cojeando y en último lugar, estaba muy triste y decepcionado de mi, me dije que eso no es lo mío, y por mucho tiempo dejé de correr.

Este momento de mi vida, aparentemente frívolo, me ayudó a entender que muchas veces el esfuerzo que realice para conseguir una meta no es proporcional con el resultado, me costó tiempo entender que el fracaso va a ser parte de mi vida y que eso no me define,  sigo aprendiendo a amarme a pesar de mis errores y desaciertos, que por cierto son muchos.

Estos son algunos concejos, versículos y anotaciones que me ayudan a practicar el amor propio  y que pueden ayudarte.

  • No insistir en cambiar las cosas que no podemos hacerlo, es maravilloso quitarse ese peso de encima.
  • Entender que no siempre podemos tener el control de todo.
  • Fracasar está bien.
  • Quejarse menos: estamos muy ocupados pensando en las cosas que nos faltan y en nuestros fracasos, que nos olvidamos de todo lo bueno que nos pasa.
  • Pensar en todos los aciertos que hemos tenido.
  • Ser pacientes con nosotros.
  • La siguiente frase me ayuda mucho cuando quiero tirar todo por la borda: “Dios dame serenidad para aceptar las cosas que no puedo cambiar, el valor para cambiar las cosas que puedo cambiar y la sabiduría para conocer la diferencia”. No se donde escuché esta frase, no es mía.
  • Filipenses 4:13 Sé vivir con casi nada o con todo lo necesario. He aprendido el secreto de vivir en cualquier situación, sea con el estómago lleno o vacío, con mucho o con poco. Pues todo lo puedo hacer por medio de Cristo, quien me da las fuerzas. Este versículo me recuerda que Dios nos creo con una gran cantidad de Resiliencia (capacidad de los seres humanos para adaptarse positivamente a situaciones adversa).
  •   1 Juan 4:19 dice:  Nos amamos unos a otros, porque él nos amó primero.

Dios no amó primero, el creador del Cosmos descendío como hombre a morir por nosotros, por nuestros pecados, el nos ama. ¿Por qué no amarnos nosotros mismos?.

Podemos fallar muchas veces, pero no podemos dejar que un momento nos defina, somos más que nuestros errores y fracasos.

21 02, 2019

¿Cómo estudio la Biblia sin aburrirme?

2019-07-07T04:53:22-05:0021 febrero, 19|

Si te resulta difícil leer la Biblia porque al empezar no logras concentrarte y lo poco que lees no entiendes, y sobra decir que por eso te cuesta tener estudios regulares, aquí unos tips que te pueden ayudar.

1: Ora antes de leer la Biblia. Una oración por sencilla que te parezca en la que le entregas el tiempo de lectura a Dios hace la diferencia.

2: Elige un libro de la Biblia: Cuando empiezas a estudiar la Biblia procura elegir un libro y terminarlo, de esta manera vas a entender mejor y lograrás tener continuidad.

3: Formula preguntas y busca respuestas. Esto te ayudará a ubicarte en la historia. Pregúntate sobre el lugar, la persona que habla, quienes están escuchando, el contexto, la cultura, etc. Investiga y responde estas preguntas en fuentes confiables como comentarios y diccionarios bíblicos que incluso puedes conseguir en google, esto enriquecerá tu lectura y despertarás tu curiosidad.

4: Compara la escritura en varias versiones de la Biblia. Busca el texto que estás leyendo en diferentes versiones, en algunas comprenderás mejor ciertos versículos.

4: Busca las palabras en su versión original. Procura buscar como fueron escritas las palabras en su texto original, en hebreo y/o griego; comprender su significado te dará más claridad de lo que estás leyendo.

5: Marca las partes importantes. Subraya si es posible de diferentes colores lo que más te impacto y lo que no lograste comprender bien para profundizar y aclarar dudas.

6: Toma notas: Escribe lo que Dios te ha dicho en su palabra.

Recuerda que la lectura y el estudio (de la Biblia) es para todos, aunque a algunos les resulte más fácil que a otros no deja de ser un hábito que todos podemos desarrollar.

ESCRITO POR: Michelle Rojas

20 02, 2019

¿Qué te da identidad?

2019-07-07T04:53:22-05:0020 febrero, 19|

La biblia nos dice que los seres humanos fuimos creados por Dios para no estar solos.

Luego Dios el Señor dijo: «No es bueno que el hombre esté solo. Voy a hacerle una ayuda adecuada (Génesis 2:18)(NVI)

¡Aleluya! ¡Alabado sea el Señor! Alabaré al Señor con todo el corazón en la asamblea, en compañía de los rectos. (Salmos 111:1)(NVI)

Esto implica que pertenecemos a un grupo, a un medio social en el cual nos tenemos que desarrollar como personas. Sin embargo, muchas veces dejamos que la sociedad nos defina en vez de poner nuestro corazón y mente en Jesús, dejando que Él nos moldee a su imagen y semejanza, amándonos como sus hijos e hijas que somos.

Puedo decir por experiencia que el momento que dejas de tratar de encajar en la sociedad, o agradar a personas para que te vean bien o te acepten, es en ese momento que Dios comienza a obrar en esa área de tu vida. Te recuerda que ÉL te llamo y que fuiste creado con un propósito para este mundo, el cual es único y perfecto para ti.

Según nos escogió en Él antes de la fundación del mundo, para que fuésemos santos y sin mancha delante de él, en amor habiéndonos predestinado para ser adoptados hijos suyos por medio de Jesucristo, según el puro afecto de su voluntad (Efesios 1:4-6)(NVI)

Quién eres y cuánto vales, no es definido por nadie más que Dios. Él mando a su único hijo a morir por nosotros, el precio fue sangre.

Más bien, busquen primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas les serán añadidas (Mateo 6:33)(NVI)

No te preocupes, Dios no te va a dejar solo, se va a encargar de darte las amistades correctas en el tiempo perfecto.

ESCRITO POR: Camila Valdéz

18 02, 2019

Decir NO, no me hace «malito»

2019-09-09T00:15:00-05:0018 febrero, 19|

«No»… Es una de las palabras más comunes en nuestro lenguaje pero ¿por qué es tan difícil decirla? En mi caso, hay muchas razones por las que he pasado tiempos difíciles debido a esa simple palabra. Cuando me encuentro desprevenido o cuando alguien aquí en Ecuador me dice «no seas malito» (antes de pedirme algo), lo que básicamente significa que si digo no soy malo. No quiero ser malo ni inútil. Tampoco quiero que se desate una discusión, ni perderme la oportunidad de ayudar o de hacer algo divertido. No quiero que la gente se enoje o se moleste conmigo, tampoco quiero que hablen mal de mí. Entonces vez tras vez digo sí cuando en realidad no debería.

La mayoría de veces olvido que no debo decir «si» mucho y llego a sentirme abrumado y estresado. Esto hace que descuide el resto de cosas en mi vida que merecen mi atención. Y pienso «si solo hubiese dicho no». Y esto provoca que me resienta con el autor de la pregunta e incluso llego a sentirme poco apreciado y demasiado comprometido.

Después de ser «el hombre sí a todo» durante años por no herir los sentimientos de los demás, me di cuenta de las consecuencias de decir mucho sí.

Cuando digo mucho SI:

  • Mi relación con Dios se enfría porque no tengo tiempo para él.
  • Empiezo a resentirme por hacer cosas que antes disfrutaba.
  • No tengo suficiente tiempo para las personas importantes en mi vida.
  • Pierdo la habilidad de relajarme y divertirme.
  • Empiezo a tener problemas de salud relacionados al estrés.
  • Llego a asumir una mentalidad de mártir y pienso «tengo que hacer esto porque soy indispensable».

No hace falta decir que después de años de desgastar mi sí me quemé por las muchas actividades. Finalmente un amigo al verme me dijo «tienes que aprender a decir que no». Me tomó tiempo lograrlo pero al final lo hice, y aquí algunas cosas que aprendí:

  1. Empieza y termina positivamente. Suaviza el golpe de decir no al incluir algunas declaraciones positivas antes y después de la palabra no. Por ejemplo: «me encantaría ayudarte con eso, pero no puedo ahora».
  2. No respondas inmediatamente. Antes de dar una respuesta dile a quien te está pidiendo ayuda que debes chequear varias cosas previamente, como tu agenda y permisos (en el caso de necesitarlo).
  3. Al final, un simple y directo NO es usualmente la manera más efectiva. Elimina la expectativa de cualquier otro resultado posible y libera rápidamente a la persona que pregunta así como a la persona que responde. Incluso la Biblia aboga por un enfoque directo.
    Cuando ustedes digan “sí”, que sea realmente sí; y, cuando digan “no”, que sea no. Cualquier cosa de más, proviene del maligno. (Mateo 5:37) (NVI)

Para finalizar debo decir que es empoderante ver que decir «NO» de una manera sabia es en realidad decir ¡SÍ!. Sí a la amistad, sí a tus responsabilidad y prioridades, sí a tu decisión. Decir «NO» a las cosas correctas genera tiempo y energía para las cosas más importantes de la vida.

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