El descanso renueva el corazón y la mente
Todos necesitamos momentos de descanso. Los necesitamos diariamente, semanalmente y mensualmente para refrescar y renovar nuestros corazones y mentes. Jesús tomó tiempos de descanso. Dios ordenó uno para Elías después de su agotadora confrontación con los profetas de Baal. Incluso el ciclo de la creación tiene un tiempo de descanso incorporado.
El descanso también se logra cambiando nuestro enfoque a algo nuevo, cambiando nuestra rutina o cambiando nuestra ubicación geográfica (ir de vacaciones). La alteración de nuestras rutinas, incluso por poco tiempo, puede tener grandes beneficios.
Estoy fascinado por la declaración en las Escrituras que se encuentra en la narración de la Creación y que expresa que después de toda Su obra, Dios «descansó». ¿Por qué? No me parece probable que el Dios omnipotente del cielo y la tierra se canse. Si fuera el caso, no sería omnipotente.
Cuando pensamos en «descansar», el enfoque tiende a estar en el «cómo», pero entender el «por qué» del descanso es igualmente importante. Ya sea que se trate de unas vacaciones de un mes o de una pausa de 15 minutos para tomar café, descansamos para poder disfrutar de la bondad de Dios. El reposo de Dios se creó con el propósito de deleitarnos en Su obra creativa.
Los detalles cotidianos de la vida con frecuencia abruman y ahogan la verdad de que vivimos en la presencia de Dios. Los tiempos de descanso, breves y prolongados, ayudan a que nuestro corazón y nuestra mente se reenfoquen en esa verdad.
Espero que tenga la oportunidad de tomarse unas vacaciones. Incluso si no puede, espero que encuentre breves momentos en los que pueda practicar el descanso. Que cada uno de nosotros sea más sensible a la realidad de la vida en la presencia de Dios, el deleite que Él siente en nosotros y Su pasión por que conozcamos Su bondad.
Pero ahora mismo puede tener un tiempo para descansar, quizás hacer una siesta y si es a varios kilómetros de distancia, mejor.