11 08, 2024

¿Por qué damos?

2024-08-11T06:50:38-05:0011 agosto, 24|

Una compañía farmacéutica preguntó a un millón de personas en el mundo qué les hace vivir al máximo, y DAR es, consistentemente, una de las tres primeras respuestas. Estos no deberíamos sorprendernos, puesto que nosotros, los humanos, estamos programados tanto biológica como espiritualmente para ser generosos.

Estudios afirman que obtenemos beneficios mentales y físicos reales al compartir con los demás. Ya lo dijo Jesús muchos años atrás:  “Es mejor dar que recibir”.

Cultivar un espíritu generoso requiere que nos enfoquemos en Dios y en los demás.

¿Por qué damos?

  1. Damos porque el dar refleja el corazón de Dios. Dios mismo es el dador supremo. Debido a Su amor, Él envió a Su Hijo. Jesús prometió enviar al Espíritu Santo. Pero Dios no solo da lo espiritual, también suple todas nuestras necesidades. Dios se preocupa por nosotros, por cada necesidad, independientemente de lo que sea.
  2. Damos porque Dios lo posee todo de todos modos. Nos resulta fácil aceptar a Dios como nuestro Padre (el que nos provee), pero a veces olvidamos que Él también es el Rey. El salmista entendió esto claramente: «La tierra es del Señor y todo lo que contiene» (Sal. 24). Como sus mayordomos, cuidamos su creación. Eso incluye compartir los dones que Dios nos dio, con otros.
  3. Damos porque el dar nos produce gozo. Esto no es solo para el destinatario, sino también para el que lo entrega. De hecho, el que da regalos generalmente experimenta la mayor alegría. Existe una maravillosa conciencia de la propia generosidad de Dios hacia nosotros cuando somos generosos con los demás. ¡Y generalmente esto es contagioso!
  4. Damos porque las necesidades son reales. Santiago nos recuerda que la verdadera fe responde a las necesidades, especialmente las necesidades físicas, de quienes nos rodean. Una cosa es predicar el Evangelio, otra cosa es modelarlo a través de actos de compasión hacia los demás.
  5. Damos porque refuerza nuestra dependencia de Dios. Es fácil pensar que las cosas buenas que disfrutamos en la vida son el resultado de nuestro propio trabajo. Compartir con otros nos recuerda que es solo por la gracia de Dios que nuestras propias necesidades son suplidas. Dios nos bendice para que podamos ser canales de su amor y provisión para los demás.
17 03, 2024

¿Gozo?

2024-03-17T09:01:39-05:0017 marzo, 24|

Piensa en los momentos que pasas con tus amigos. Cuando han reído sin parar por causa de algo increíblemente gracioso que ha hecho uno de ellos. Piensa en los momentos en los que has tenido conversaciones porfundas con amigos o en el tiempo que has pasado con tu familia y todo iba realmente bien. ¿Alguna vez te sentaste y disfrutaste observando un bebé? Y al fijarte en el bebé, sentiste que la alegría y la paz inundaron la habitación.

Yo defino todos esos sentimientos como gozo. Cuando una sonrisa a parece en tu cara, una sonrisa sincera, no falsa. Si lo piensas seguridad, paz, esperanza, y alegría se muestran en esa sonrisa.

Pero ¿por qué esa alegría solo se experimenta de vez en cuando? Por qué no podemos estar siempre alegres?

El problema es que, todavía no tenemos el gozo dentro de nosotros. Al crecer, se nos enseña a vivir en serio, a tomar las cosas personalmente. Recordamos los rechazos, y empezamos a basar nuestra alegría en las cosas externas, como la familia, los amigos, la riqueza, las relaciones, posesiones, etc.

Es más fácil decirlo que hacerlo, pero no dejes que tu alegría sea opacada por las cosas negativas de este mundo. Cuando las cosas van mal, hay que mirar hacia adelante porque la mayoría de las veces, lo malo que nos sucede nos deja una lección que aprender o nos hace más fuertes. Cuando las cosas se compliquen, recuerda las alegrías pasadas. Hay mejores cosas por venir como para seguir insistiendo en las cosas negativas del presente.

“Que el Dios de la esperanza os llene de todo gozo y paz a ustedes que creen en él, para que rebosen de esperanza por el poder del Espíritu Santo» (Romanos 15:13).

 

ESCRITO POR: Ashley Arneson

 

9 04, 2023

No se trata solo del sufrimiento

2023-04-09T10:07:41-05:009 abril, 23|

No entiendo por qué, pero en la celebración de la Pascua predomina el sufrimiento. Se pone gran énfasis en el cruel castigo que Jesús soportó. La Pascua se ha convertido en una semana de lamento.

No podemos minimizar el sufrimiento físico que Jesús soportó, pero increíblemente, la impactante verdad es que éste fue un acto de amor y gracia.

No fue la ira de Dios la que puso a Jesús en la cruz, fue su amor.

La ira de Dios exigía que se hiciera un sacrificio por el pecado; el amor y la gracia hicieron que Jesús se convirtiera en ese sacrificio.

La muerte sustitutiva de Jesús fue absolutamente horrible. Él sufrió, en nuestro lugar, la ira de Dios contra el pecado. “Soportó la cruz, menospreciando la vergüenza que ella significaba, y ahora está sentado a la derecha del trono de Dios. (Heb. 12: 2 NVI).

Jesús murió sabiendo que resucitaría; sin eso, su muerte no tendría sentido. ¡La resurrección demuestra el poder de Dios, ratifica la derrota de la muerte y el pecado, y nos ofrece esperanza! Sin embargo, a pesar de este abrumador mensaje de amor, perdón y esperanza, nos limitamos a hacer de la Pascua una temporada de lamentos. No entiendo por qué.

No se trata solo del sufrimiento. La Pascua es acerca de la reconciliación con Dios, la redención del pecado, el poder de vivir vidas llenas de esperanza y la garantía de la vida después de la muerte. Eso suena como una celebración de por vida y no una semana de lamento.

Permítanme alentarlo en este tiempo de Pascua, conscientes del horror del pecado y la separación de Dios, enfoque su corazón y mente para abrazar la resurrección, la nueva vida que tiene en Cristo y modele la esperanza que Él le ha dado a todos quienes le rodean (2 Pedro 3:15). Celebre el amor, el gozo, la gracia y la paz de Dios.

Cristo ha resucitado, ¡Aleluya!

30 10, 2021

¿Has perdido algo de mucho valor?

2021-10-30T16:52:00-05:0030 octubre, 21|

Lucas 15:8-10

¿Alguna vez se te ha perdido algo de mucho valor ? Tal vez no solo valor en el ámbito económico sino también en el plano afectivo, en cuanto a lo que aquello significa para ti. Por otro lado,  si te identificas con esta pregunta y has llegado a recuperar aquello tan valioso para ti, la alegría que se experimenta es indescriptible. Si has pasado por esa experiencia de perder algo de mucho valor y de recuperarlo, sin lugar a dudas podrás comprender la historia de este día.

El Evangelio de Lucas, en el capítulo 15 y en los versículos 8 al 10 relata la experiencia de una mujer que perdió una dracma. En aquella época, la dracma era una moneda equivalente al salario de un día.  Pero también se la empleaba como un tipo de adorno que algunas mujeres llevaban en su frente a manera de diademas. En este uso, era señal de riqueza y distinción al ser considerada como parte de la dote matrimonial.

Siendo así, poseía un valor económico y sentimental y también representaba  una señal de honor. La mujer podía componer su atuendo de muchas dracmas. El poseer solo 10 indica que la mujer de nuestra historia no era rica; por lo tanto la falta de una moneda sería muy evidente.

Esta es la causa del gozo que la embarga al encontrarla y por eso reúne a sus amigas: sabía el significado de esta dracma no solo en el costo financiero, sino las implicaciones familiares, sociales y emocionales.  Por eso se entiende la expresión de esta mujer ante sus amigas:

“Gozaos conmigo, porque he encontrado la dracma que había perdido”

Es el mismo Señor Jesús quien aclara que esta historia es alusiva al gozo que hay en el cielo cuando un pecador se arrepiente y se aparta de sus pecados. Al igual que con la mujer de esta historia, Jesús dignifica al ser humano, devolviéndole la honra. Solo Cristo Jesús puede otorgar al hombre y mujer sentido a su existencia.

Todos los seres humanos nacemos en pecado y llevamos una vida alejada de Dios, hasta que Jesucristo viene a nuestra vida transformándola, restaurándola, salvándola y llevándola a una plenitud de realización. Por lo tanto, de todas las cosas que estimamos como importantes y de valor, la certidumbre de que tu vida está en las manos de Dios y de que gozas de su comunión es algo que nunca debes perder.  No hay gozo más grande para el ser humano que saber que su vida ya no está perdida en delitos y pecados. Piénsalo. Oremos

27 11, 2018

Un buen día para ser rico

2019-07-07T04:53:22-05:0027 noviembre, 18|

«Muchas veces basta una palabra, una mirada, un gesto para llenar el corazón de alguien.» (Calcuta)

«Coman no más, queremos darles lo mejor» dijo la Shuar mientras cargaba a su bebé a cuestas y nos servía un delicioso maito, fue uno de los momentos que marcaron mi vida, pues la sociedad ha marcado clases y dentro de ese cuadro cualquiera pensaría que quién viene de una zona urbana es quien debe dar, mientras quien vive en la zona rural es quien recibe.

Tal vez llevamos dentro de nuestras estructuras mentales la necesidad de separar: lo bonito de lo feo, lo rico de lo pobre y lo blanco de lo negro. Entonces ¿cómo rompemos esas ideas sociales? Patch Adams dijo una vez: La muerte no es un enemigo, señores. Si vamos a luchar contra alguna enfermedad hagámoslo contra la peor de todas: La indiferencia.

Esta es la clave para saber dar efectivamente. Hay personas que solo dan por diferentes razones personales: dinero, prestigio, honor, etc. A veces somos dadores por costumbre y no de corazón. Cuando tenemos empatía con el más necesitado entonces damos con razón de causa, tal vez no solo tengas que dar dinero, pues el mendigo de la esquina necesitaba un abrazo y por culpa de una sociedad que aprendió a lanzar monedas sin hablar no lograste verlo, o puede ser que el niño de la calle quiere un pan, pero si le obsequias un juguete le otorgues autoestima y felicidad. Bien lo dijo el sabio Carpintero allá por el año 33: más bien aventurado es dar que recibir.

¿Quién sospecharía que desde el día en que aquel mendigo derramó sus lágrimas de agradecimiento en mi hombro y desde que la sonrisa de aquel niño iluminó el centro histórico me harían inmensamente rico?

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