Piensa en los momentos que pasas con tus amigos. Cuando han reído sin parar por causa de algo increíblemente gracioso que ha hecho uno de ellos. Piensa en los momentos en los que has tenido conversaciones porfundas con amigos o en el tiempo que has pasado con tu familia y todo iba realmente bien. ¿Alguna vez te sentaste y disfrutaste observando un bebé? Y al fijarte en el bebé, sentiste que la alegría y la paz inundaron la habitación.
Yo defino todos esos sentimientos como gozo. Cuando una sonrisa a parece en tu cara, una sonrisa sincera, no falsa. Si lo piensas seguridad, paz, esperanza, y alegría se muestran en esa sonrisa.
Pero ¿por qué esa alegría solo se experimenta de vez en cuando? Por qué no podemos estar siempre alegres?
Es más fácil decirlo que hacerlo, pero no dejes que tu alegría sea opacada por las cosas negativas de este mundo. Cuando las cosas van mal, hay que mirar hacia adelante porque la mayoría de las veces, lo malo que nos sucede nos deja una lección que aprender o nos hace más fuertes. Cuando las cosas se compliquen, recuerda las alegrías pasadas. Hay mejores cosas por venir como para seguir insistiendo en las cosas negativas del presente.
“Que el Dios de la esperanza os llene de todo gozo y paz a ustedes que creen en él, para que rebosen de esperanza por el poder del Espíritu Santo» (Romanos 15:13).
ESCRITO POR: Ashley Arneson