7 03, 2019

Carta a las mujeres de mi vida.

2019-07-07T23:43:31-05:007 marzo, 19|

Cada una de ustedes compone una pieza fundamental de mi rompecabezas.

Mamá, sos mi heroína, la más gentil, amorosa, valiente y bella mujer que jamás conocí. Quiero un día tener la mitad del corazón que tienes, y una porción de la luz que emanas, sos mi fuerza.

Hermana, mis latidos se aceleraron cuando entendí que debía compartir mi reino contigo, cuanta bondad me has enseñado, a tolerar las diferencias y encontrar fuerza de donde no existe, solo para ser tu soporte frente a la vida. Si las mejores amigas existen, llevan tu nombre.

Abuela, cuanto te extraño, cuanto llevo de ti, todo el coraje, el valor y la sabiduría que los años te dieron y posaste sobre mí con delicada fragancia. Eres mi ángel más bello y mi mayor añoranza.

Hija, te anhelo cada día, sueño contigo y con verte ser mejor de lo que algún día seré. Con ser tu refugio en tormentas y quien te lleve a conocer al gran amor de tu vida, Jesús.

Amiga, gracias por tanto y por todo, por ser mi brazo, mi cerebro y mano extendida. Por ser la otra parte del corazón, que la vida me regaló.

Y a ti, la que lee esto, gracias por existir y por ser quien eres y hacer lo que haces; nunca olvides que fuiste creada para brillar, para ser libre, amar y ser amada, para ser honrada.

Que tu hacedor te muestre cada día, cuanto vales la pena.

Y que de vez en cuando…con una que otra palabra, yo también pueda recordártelo.

Con sincero amor:

 

5 02, 2019

NO SEAS TU VERDUGO

2019-02-05T10:03:25-05:005 febrero, 19|

En un campamento de verano, el invitado quien era un consejero juvenil se dirigió al grupo de adolescentes y luego de hablarles sobre la importancia de aceptarse a uno mismo, hizo una dinámica.
Les pidió, en primer lugar, que cerraran sus ojos para que no haya distracciones. Luego les dijo que coloquen su mano en aquella parte de su cuerpo que no les gusta o les desagrada. Al inicio era un poco incómodo para esos adolescentes porque nadie quería hacerlo.

Pero tímidamente empezaron a mover sus manos. Uno de ellos la puso en su nariz. Otra chica tocó su cabello. Alguien más colocó sus manos en sus piernas, otro lo hizo en su boca…
Luego el consejero dijo que repitan: “soy especial para Dios, El me creó… no me gusta esta parte de mi cuerpo, pero quiero aceptarme tal como soy y quiero que aceptar tu amor”. Muchos jóvenes lloraron cuando lo hicieron, pero aquella ocasión sin duda fue un tiempo que liberó a muchos adolescentes.

Muchas veces nosotros nos juzgamos duramente, convirtiéndonos en nuestros propios verdugos al condenarnos por la figura que tenemos. No nos aceptamos por el tamaño de nuestra nariz, la forma de nuestro rostro; porque somos más bajitos, gorditos; con mucho o poco cabello…

Valdría la pena hacer esta dinámica que practicaron estos jóvenes y pedirle a Dios que su amor cambie nuestros pensamientos para amarnos por lo que somos.

Es verdad que la sociedad se ha encargado de ponernos cientos de estereotipos. Provocando mayor falta de identidad y de un concepto distorsionado de la belleza y la aceptación.

Sin embargo, levantemos nuestra mirada, mirémonos al espejo de Dios y digamos: gracias porque soy tu hija (o). La obra que empezaste en mi vida no la dejas incompleta… Soy amada por ti y soy tu especial tesoro…

Es mejor llenar tu mente con la verdad de Dios que con la distorsionada mentira de la sociedad.

John Varela

31 10, 2018

CARTA A MI BEBÉ

2019-07-07T23:43:31-05:0031 octubre, 18|

No te conozco, ni siquiera sé cómo te voy a llamar. Por sueños te he imaginado y te he visto. Planeo toda mi vida junto ti y ni siquiera sé cómo es tu carita, tu mirada, pero desde ya te amo.

A poco tiempo de enterarme de que tendría un bebé, comprobé lo que me dijo mi mamá alguna vez: “El amor de una madre es único”. Por eso quise hacerte esta carta.

Estoy tan feliz de tenerte dentro de mí. Aunque te confieso que he llorado de temor y alegría; es un mix de emociones y sensaciones.

Estoy pendiente de cada sensación de mi cuerpo. Toco mi pancita y te digo “todo va a estar bien”. ¡Es un amor tan grande y diferente!

Cuando llega la hora de dormir, siempre está en mi la frase: “un día menos para conocerte y un día más junto a ti”.

Juré que cuando fuera mamá, no me iba a poner loquita por ti. Llegué a pensar que era un amor desmedido y hasta “exagerado”. Bueno, bien dicen que cuando conoces este amor, todo cambia.

Gracias hij@ por poner mi mundo de cabeza, porque no te conozco, pero te siento. Gracias por darme de nuevo vida para agradecer y sobre todo creer que los milagros existen; cada día doy gracias al cielo por ti, y confío en que Dios mismo nos dará a papi y a mí, la sabiduría, fortaleza, entrega y compromiso para rodearte siempre.

Desde ya, bienvenid@!

 

Tomado y adaptado de:  Soy mujer- Magazine

4 07, 2018

Hola papá

2019-07-07T23:47:36-05:004 julio, 18|

Sé que con todos los preparativos no he tenido mucho tiempo de estar a tu lado e imagino que este ha sido un proceso algo difícil para ti. Es por eso que hoy decidí escribirte esta carta… Porque tengo mucho por decir y no quiero que olvides esto nunca: Tú eres y siempre serás mi primer amor.

Ese hombre que sintió mariposas al verme por primera vez cuando nací, quien entre sus brazos me hizo sentir la persona más segura del universo y quien me enseñó que estaba bien sentir, llorar, reír y caer… pero que siempre era indispensable levantarse.

A tu lado aprendí a andar en bicicleta, a ser una mujer independiente, a leer y a escribir, tú me enseñaste lo que hace a un hombre grandioso. Gracias a ti supe que no debía conformarme con cualquier persona…

Sé que debe ser complicado imaginar que me voy de casa y que comienzo una nueva familia, pero quiero que sepas que a pesar de tener un nuevo hogar, la casa donde viven mamá y tú siempre será mi casa, siempre será ese lugar al que quiera volver por un abrazo cuando las cosas no estén bien, siempre me sentiré pequeña y segura en su habitación, siempre querré saber de ustedes, contarles todo, pedir ayuda, seguir aprendido a construir mi propio hogar de quienes construyeron el mí.

Y sí, estoy por empezar una nueva familia, pero nada me da más gusto que imaginar que mis hijos tendrán la bendición de llamarte abuelo, de conocerte, de ser tus cómplices. Me dan ganas de llorar de imaginar que serán ellos ahora quienes aprendan de ti a andar en bicicleta, a ser independientes, a leer y a escribir y sobre todo, a ser personas grandiosas.

Papá, eres el hombre de mi vida. Me enseñaste a amar a Dios ya caminar de su mano, gracias por tanto. Y sí, estoy por empezar una vida nueva con él, pero tú sabes que no me uniría por el resto de mis días con un hombre que no supiera llenarme por completo. Él me hace sentir hermosa, me hace recordar lo lindo de la vida, me llena de alegría, siempre está a mi lado y sobretodo, siempre me recuerda la importancia de la familia.

Así que quédate tranquilo papá, estoy en buenas manos, estoy lista para empezar esta etapa nueva, pero por favor, no me dejes nunca. Aconséjame como si tuviera trece años todavía, escúchame como cuando todo iba mal y corría a tus brazos, regáñame cuando sientas que no estoy actuando bien, y sígueme amando como lo has hecho toda mi vida.

Papi, no puedo esperar a caminar de tu brazo hacia el altar, me llena de emoción pensar que llegó el momento de compartir esos pasos contigo, con  mi gran amor.

Te ama,

Tu hija

27 06, 2018

Carta a mi hij@ adolescente

2019-07-07T23:43:32-05:0027 junio, 18|

Querid@ hij@:

Aprovecho esta carta para contarte algunas cosas que me hubiera gustado saber a tu edad, o incluso algunos años más tarde. Quiero que sepas que te quiero mucho y que pienso cada día en ti. Estás siempre presente en mis pensamientos, en mis sueños y en mi corazón.

Quiero que sepas también, hij@, que me siento orgulloso de ti, de quien eres y de la persona en la que te estás convirtiendo. No sé cuándo será la próxima vez que podamos hablar, que podamos vernos. Pero en cualquier caso quiero decirte algunas cosas ahora, pensando que pueden ayudarte en la vida, porque aprenderlas me ayudó a mí.

  • Busca siempre en tu interior, dentro de ti, para saber qué es lo que te gusta hacer en esta vida. Nunca sabemos el tiempo que vamos a vivir, pero sea el que sea, es más limitado de lo que crees ahora. ¿Cómo se busca dentro de uno? Pues, por ejemplo, dedicando tiempo para pensar y reflexionar tú sol@ sobre tu vida y sobre lo que deseas.
  • Haz siempre aquello que te apasione, aquello que te haga vibrar, incluso aunque a papá y mamá no nos guste mucho. Vive tus sueños, nunca los de nadie más, porque ese es el secreto para una vida plena y feliz.
  • Sirve a los demás. Una vida en plenitud es una vida de servicio. Ayuda y apoya a otros, entrégate a aquello que haces, sea lo que sea. Actúa con generosidad, conectado con tu propósito, porque nadie recibe más que aquel que contribuye sin esperar nada a cambio.
  • No te tomes nada demasiado en serio, ni siquiera a ti mismo. Diviértete y ríete, también de ti mismo. Sobre todo cuando te equivoques o cometas errores.
  • Ocúpate de las cosas que dependen de ti (¡no son muchas, pero son las más importantes y más que suficientes!) y no te preocupes de las que no dependen de ti, de aquellas que no puedes controlar.
  • Quiérete sin excusas. Sé siempre amable, respetuos@ y amoroso contigo mism@, incondicionalmente cariño.
  • Arriésgate, hij@. Atrévete a hacer cosas que te dan miedo, que te desafían en tus creencias, que no sabes si las lograrás hacer o directamente crees que no las puedes hacer. Siempre es mucho mejor intentar algo y arrepentirse después si no se consigue, que no hacerlo y arrepentirse por no haberlo intentado.
  • Lee cada día, aunque sea un poco. Leer es vivir otras vidas. Leer te ayuda a pensar mejor, a saber mejor quién eres y quién puedes llegar a ser. Leer te hace libre y grande: abrir un libro para leerlo es como abrir tus alas.
  • Sobre todo, busca siempre a Dios, Él te formó desde el vientre de tu madre, quiere lo mejor para ti y te ama incondicionalmente, y nunca olvides que yo te amo y siempre lo haré.

Eres mi hij@ del alma y siempre lo serás, y no hay nada ni nadie en el mundo que pueda cambiar eso. Estaré siempre disponible para ti, para guiarte, apoyarte o ayudarte, para todo lo que tú necesites.

Cuídate.

Tomado y adaptado: Pablo Tovar- Coach

19 06, 2018

EL ABRAZO QUE MARCA VIDAS

2018-06-19T09:36:52-05:0019 junio, 18|

Me gustaría hacerte unas preguntas que te llevarán a viajar por el tiempo: ¿Quién fue el primer hombre que te abrazó y te dio un beso cuando eras una niñita? ¿Quién fue el primer hombre que te consideró una pequeñita muy especial entre todas las demás niñas?

Me imagino que la respuesta fue: “mi papá”.  Tal como lo dice el escritor Norman Wright: Todas las experiencias con su hija fueron vitales para el desarrollo de su femineidad. La atención amorosa del padre a su hija, la prepara para su papel singular de novia, prometida y esposa.

Los padres son la primera influencia masculina íntima en la vida de las niñas.  Esto significa que este rol  probablemente marcará la futura relación de las hijas  con los hombres en su edad adulta. ¿Cómo? Por medio de la demostración de amor del padre hacia su esposa. Ella será consciente de que puede ser amada de la misma manera.  Además el padre ayuda a la hija a desarrollar la femineidad y la personalidad. Como papá hazle saber que es preciosa, inteligente, que se sienta valorada siempre.
Dale toda tu atención y comparte todas aquellas cosas que son más importantes para ella y que le hacen feliz.

Los expertos señalan que en medio del campo de batalla en el cual vivimos, donde los tiranos destruyen, mal tratan, y pisotean, nuestras hijas pueden acudir a ese lugar seguro llamado hogar.  El papá que brinda un hogar seguro –no perfecto- pero donde el amor de Dios es real permitirá que sus hijas acudan a él en momentos difíciles.  Ella se refugiará en el amor que un padre puede ofrecer. Es por eso papá, cuando tu hija llore, ofrécele la seguridad de tu abrazo, porque no hay lugar más seguro que los brazos de un padre. Aquel que ha sido incondicional y su fuente de inspiración.

Papá, si has estado ausente en la vida de tus hijos, es hora de que te involucres, sobre todo con tus hijas. Tu hogar es la escuela de la vida para ellas y lo que les enseñes ahí les quedará impreso para el resto de sus días. Si tu vida está desordenada, arrepiéntete hoy, ponte a cuentas con Dios y empieza a prestarle atención a lo que importa de verdad.

13 06, 2018

Papá

2019-07-07T23:47:36-05:0013 junio, 18|

Me es extraño llamarte así. No sabes lo mucho he preguntado por ti, sobre todo ahora que estoy en pleno desarrollo y que veo que mis compañeros tienen mamá y papá, mientras que yo solo tengo a mamá. Me pregunto noche a noche la razón de tu abandono, de tu falta de coraje y de valentía al no  hacerte responsable de mí… ¿Por qué huíste y me dejaste cargando con aquella frase que debo repetir a cada rato: “no tengo papá”?

Ni te imaginas cómo se siente, o cuántas veces te he necesitado y al mismo tiempo he sentido rencor, pero he aprendido que con eso no gano nada, por eso te escribo esta carta.

Papá, realmente sé muy poco de ti. No he querido preguntarle mucho a mamá, esa mujer que ha sido increíble. Te sorprendería lo grandiosa que es, aunque quizá lo sabes muy bien.

Quizá pienses que quiero hacerte algún reclamo, o decirte que te odio y que eres el peor padre, pero no es así. Por el contrario. Quiero hacerte saber que te perdono, de corazón.

Perdono tu ausencia que me hizo una persona más fuerte, independiente, perseverante y por supuesto, valiente. Te perdono porque, honestamente aquí estoy, viva.

Además de mamá, alguien supo llenar tu lugar: el abuelo. Él estuvo presente en cada celebración y siempre con orgullo dije que él era mi segunda mejor opción, la mejor que Dios me dio. Y como él ya era padre, no le fue difícil educarme, y lo ha hecho bien.

¡Sabes! Es un gran hombre, de gran corazón, y tan grande así que jamás me habló mal de ti.

Él me enseñó a ser agradecida, noble, a compartir lo que tengo con los demás. Me enseñó a luchar por mis ideales, a no rendirme, a levantarme después de cada caída y a sonreír siempre. Me enseñó a ser fuerte, a no sufrir por insignificancias y a valorarme, a no sentirme ni menos ni más. Me enseñó simplemente a ser yo.

Te perdono por todo, porque gracias a ello yo soy quien soy: una persona grandiosa que se esfuerza por ser mejor. Gracias a ti, de cualquier manera, comprendo cuál es el tipo de hombre que quiero, no solamente para mí sino como padre de mis hijos. Te perdono papá, porque aquel dolor en algún momento terminó haciendo de mí alguien invencible, porque gracias a ti es que he aprendido a perdonar, ¡he aprendido a perdonarte!

No arruinaste mi vida con tu partida. Mi vida continuó, aparecieron personas maravillosas que me enseñaron lo hermoso de vivir. No puedo decir que mi vida haya sido mala solo por no estar tú en ella. Por el contrario, he sido feliz. Puedes estar tranquilo. Continúa con tu vida en paz y no te atormentes por mí, porque yo te he perdonado. Dios me enseñó que Él es el mejor padre y me ha extendido su amor sanador.

Realmente espero que tu vida haya dado un vuelco y que seas tan feliz, pleno y dichoso como lo soy yo. Te perdono por ser el hombre que me engendró, te perdono porque quiero ser libre, y por si algún día nos vemos, pueda saludarte con el alma limpia.

Hasta siempre. Tu Hija.

Tomado y adaptado de: Econsejos/ Gabriela Ribeiro.

8 05, 2018

Gracias MAMÁ

2018-05-08T09:09:11-05:008 mayo, 18|

Cuando era niña creía que eras una especie de superheroína, de eso ya hace mucho tiempo, hoy estoy plenamente convencida de que lo eres. Titulada en amor, en cada momento te has hecho cargo de mis heridas en las rodillas y en el corazón, curando con tus besos todos mis dolores.

Mamá, fuiste mi niñera, mi enfermera, mi confesora, mi maestra, mi eterna compañía. Siempre has sabido cómo sellar mis desvelos y mis preocupaciones, algún día me contarás cómo adquiriste esa gran habilidad.

Eres fuerte, aunque a veces te sientas vencida, veo en tus ojos que las batallas del día a día y de la vida nunca te han doblegado. También sé que ya nunca lo harán, porque tu valentía y tu fuerza han servido para sacar adelante a una familia, eso tiene un poder inmenso.

Tu amor es el culpable de que no me conforme con cualquier cosa, de que siempre quiera más y de que necesite reaprender a mirar la vida con cada puesta de sol. Has predicado con tu ejemplo los valores más importantes que hoy tengo y que siempre conservaré: a amar con todo mi corazón, a tener una mano para dar y otra para recibir, a ser humilde y a sentirme orgullosa de mí misma y de mi familia.

Has luchado contra viento y marea, has calmado las más siniestras tempestades y aunque te haya hecho daño con mi indiferencia o mi inconsciencia muchas veces, siempre he tenido un hueco para cobijarme a medio camino entre tu corazón y tus brazos.

Gracias a ti hoy sé que mis logros me pertenecen y que mis sueños no tienen fecha de caducidad. Y cuando más pequeña me he sentido, más me has acurrucado, llenando con tus besos el vacío que la desesperación provocó. Gracias por colmarte de paciencia a la hora de hacerme ver mis errores y por tener esa fuerza sobrehumana con la que siempre consigues descargar mi espalda para que no sufra.

Eres mi mayor privilegio y mi mejor regalo.

Porque has aprendido a hacer todo con una sola mano, porque has “dormido” con un ojo abierto hasta que has oído que llegaba a casa después de una salida,  porque me has dado tu trozo de pastel, porque te has aprendido el nombre de cientos de muñecos, porque has tenido la paciencia de conocerme hasta saber qué es lo que pienso y siento.

Gracias por ser la maestra de mi vida, por convertirte en mi ángel, por hacer mi carga más ligera, por entregarme tu corazón lleno de amor verdadero y darme el impulso para alcanzar lo imposible. Dios te bendiga, te recompense y te tenga a mi lado, el mayor tiempo que pueda.

Te amo.

Tu hija.

3 04, 2018

Carta a mi Suegra

2019-09-09T00:15:25-05:003 abril, 18|

Querida Suegra:

Tenía muchísimas ganas de decirle:

Amo a su hijo, él me ha enseñado a amarlos a ustedes también, a través de él puedo ver el amor tan leal que como familia tienen.

Sé que recibí a uno de sus  más grandes tesoros, esté segura de que lo cuido con el mismo amor y cariño que usted lo hizo. Él ha sido mi gran apoyo, mi gran amigo y ahora es mi presente y futuro.

Estoy muy feliz, pero sobre todo orgullosa de estar a su lado, pues es un ser humano inigualable, y es por la gran enseñanza que ustedes le han dado.

Sé que han sido su guía, le han brindado su ejemplo; anhelo se sientan orgullos de nosotros, siempre vamos a necesitar de sus consejos y experiencias para ser mejores. En ocasiones nos vamos a equivocar, pero con el gran amor que él y yo tenemos saldremos adelante.

Le doy las gracias a través de estas líneas por darme su apoyo, por no juzgarme, por abrir su corazón y acogerme, por formar a mi amado como un hombre maravilloso.

Quiero que sepan que no pierden, al contrario la familia crece, y en mí podrán tener todo el apoyo y cariño que él les ha dado y les seguirá dando, pero aún más fuerte, porque ahora somos dos.

La quiero y necesito que sepa, que para mí ustedes son ya desde hace mucho tiempo “Mi Familia”; honro su amor, su experiencia, su sabiduría y espero un día cuando sea mamá, aquella que ame a mi hijo, pueda decirme todo lo que yo hoy le digo.

De corazón, muchas gracias.

 

Atte. Su nuera…es decir, su hija.

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