17 10, 2021

¿Sabes qué hay en tu corazón?

2021-10-17T08:28:57-05:0017 octubre, 21|

  1. «¿Sabes qué hay en tu comida?» Esta pregunta fue el enfoque de una reciente campaña de marketing para ayudar al consumidor elegir alimentos saludables. ¡Después de todo, somos lo que comemos! La siguiente pregunta es igualmente importante:

«¿Sabes lo que hay en tu corazón?» Esta pregunta nos ayuda a tomar decisiones emocionales y espirituales saludables. ¡Después de todo, somos lo que creemos!

La cultura occidental ha reducido el amor a una emoción. Los principios son solo elecciones personales. La integridad en el carácter de las personas se ve desplazado por la tendencia de ir con la corriente. El sacrificio ocurre solo cuando nos resulta conveniente.

La fe auténtica, sin embargo, nos llama a un nivel más alto. Pablo lo expresó de esta manera: «Nada hagáis por egoísmo o por vanagloria, sino que con actitud humilde cada uno de vosotros considere al otro como más importante que a sí mismo, no buscando cada uno sus propios intereses, sino más bien los intereses de los demás. Haya, pues, en vosotros esta actitud que hubo también en Cristo Jesús … que se despojó a sí mismo tomando forma de siervo, haciéndose semejante a los hombres. (Phi 2:3-7 LBA)”.

Nuestros corazones necesitan nutrirse con elecciones saludables, elegir vivir con humildad, amar con sacrificio con valentía para hacer lo correcto porque es lo correcto, y no solo porque me conveniente. No solo somos lo que comemos, también somos lo que valoramos en nuestros corazones.

11 06, 2017

Aprendices del Maestro

2019-09-09T00:13:40-05:0011 junio, 17|

El trabajo de un experto artesano es algo digno de admiración. Años de estudio y práctica se reflejan en un conjunto impresionante de habilidades con un valor innegable. Pero esas habilidades no se las adquiere de manera fácil. Primero existió un aprendizaje, seguido de errores, frustraciones y lágrimas. No obstante, esa es la única manera de adquirir una habilidad.

Rara vez pensamos en nosotros mismos como artesanos, pero eso es exactamente lo que somos. Somos aprendices del Maestro Artesano (Efesios 2:10), comprometidos con la habilidad de vivir para Su Reino.

Representar bien a Jesús requiere valentía, integridad y amabilidad en todas nuestras relaciones.

La valentía es la capacidad de enfrentar la oposición, no porque seamos obstinados, sino porque sabemos que «la tierra es del Señor y todo lo que en ella habita» (Salmos. 24: 1). Confiamos en su compromiso y autoridad sobre cada detalle de la vida.

Con la valentía viene la integridad. Debido a que Dios es Creador y todo es suyo (Colosenses 1: 16-17), hacemos lo que es correcto por el bien del Rey. Sabemos que sus caminos no son nuestros caminos (Isaías 40:13), y no todo sucederá como queremos. Nuestra confianza está en Su buen gobierno (Salmo 119: 65-67).

La integridad alimentará la amabilidad. Ser amable no es ser suave; de hecho, generalmente significa que necesitamos practicar una estricta disciplina. La mansedumbre significa que nos acercamos a cada persona, y tomamos cada situación como una oportunidad única de Dios para humillarnos y servirle (Fil. 2: 5-7).

“Procuren llevar una vida ejemplar entre sus vecinos no creyentes. Así, por más que ellos los acusen de actuar mal, verán que ustedes tienen una conducta honorable y le darán honra a Dios cuando él juzgue al mundo” (1 Pedro 2:12 NTV)

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