Corazones infieles
Nuestra generación adora las canciones sobre infidelidad, el ritmo es tan pegajoso, que hasta yo las he cantado sin tomar mucho en cuenta lo que la letra realmente comunica. Y como cristianos lo más normal es esa sensación de convicción “no debería estar cantando esto…que estoy hablando…no debería gustarme esta canción.” Sea como sea, este tema es probablemente superficial y no tan grave, porque lo sientes ajeno; tu no cometes infidelidad abiertamente, o por lo menos no esta en tus planes piadosos casarte para ser infiel, o entrar en la prostitución, o tener relaciones fuera del matrimonio. Pero en honor a la verdad, ¿Qué pasaría si existiera un espejo para tu corazón? Como cristianos, repetimos casi por inercia “te amo a ti y solo a ti Señor, eres el amor de mi vida, mi único amor” ¿Es así? Bueno en mi caso no lo es, y aquel espejo del corazón existe, es su palabra, el mismo carácter de Dios, su santidad expone nuestro pecado, su naturaleza es luz, es verdad, es santidad, es vida, es perfección; en nosotros solo hay los opuestos.
No se si has leído en la biblia aquellas partes donde la infidelidad es evidente, una de las más fuertes imágenes es la del libro de Oseas. Años atrás alguien me regalo una novela llamada Amor Redentor, es una novela basada en el libro de Oseas, y me impacto mucho y de cierta manera me animó a leer la versión bíblica, obviamente más poderosa que cualquier novela; desde ese entonces Oseas se ha convertido en uno de mis libros favoritos. Y para continuar con esto, hace unas semanas la iglesia a la que asisto, empezó un estudio al respecto. De nuevo, su amor fiel y misericordioso ha cautivado mi corazón, de nuevo mis infidelidades son expuestas, de nuevo mi deseo de ir tras mis amantes y darles lo mejor de mí es lo que veo en mi día a día.
PORQUE MAS ME DELEITO EN LA LEALTAD QUE EN EL SACRIFICIO, Y MAS EN EL CONOCIMIENTO DE DIOS QUE EN LOS HOLOCAUSTOS.
(Oseas 6:6)
En la Nueva Traducción viviente dice QUIERO QUE DEMUESTREN AMOR, NO QUE OFRESCAN SACRIFICIOS. ¿Estamos realmente siendo fieles a aquel que nos salvó? ¿Estamos viviendo para Él? Solo quiero animarte a que te sigas aferrando a su gracia, alabar su gran poder para salvar a estos corazones infieles que solo en Cristo pueden volver a Él. El mundo celebra la infidelidad, Dios la aborrece.