Viviendo el día a día, encontramos muchas cosas que nos distraen de darle de nuestro tiempo a Dios. Y como a cualquier edad, tenemos obligaciones, muchos de nosotros tenemos que trabajar, o ir a la escuela, o a la universidad, etc… pero a pate de eso, tenemos diferentes tipos de multimedia (televisión, internet, revistas, video juegos, etc) en nuestro camino. Algunos días, podemos ir de despertar en la mañana, a arrastrarnos por las noches a la cama sin dar a Dios ni un segundo de nuestro día. Sé que muchos somos concientes de caemos en este patrón con demasiada frecuencia.
¿Alguna vez has actualizado un sístema operativo o una App en tu celular? Cuando una aplicación requiere actualizarse usualmente es porque hay algo nuevo. A menudo, se agregan funciones o se solucionan errores para mejorar el funcionamiento de la aplicación. Actualizar tu celular es importante porque hará que funcione mejor y disfrutar de sus beneficios. Así como es importante actualizar tu dispositivo electrónico, también lo es actualizar el tiempo que pasas con Dios, para que puedas mejorar o «arreglar» el error que actualmente te trae molestias a tu vida.
Al igual que con el celular necesitas encontrar tiempo para descargar e instalar las actualizaciones, necesitas tomar tiempo para leer la palabra de Dios, reflexionar en ella y orar de modo que sea «instalada» en tu mente y tu corazón. Los deseos de Dios deberían ser nuestro enfoque en nuestra jornada diarfia y no los nuestros.
Lo que tenemos que hacer es darle a Dios nuestro tiempo, sin importar qué, solo así Él podrá mostrarnos lo que realmente importa, y ayudarnos a evitar esas cosas que nos distraen y crean spam en nuestras vidas. A continuación una parte de la escritura que nos muestra hacia donde debe estar dirigido nuestro corazón:
“Pon en mí el deseo de cumplir con tus requisitos y no el de satisfacer mis deseos egoístas.
Aleja de mi mente los pensamientos inútiles, dame vida para vivir en tus caminos.”(Salmos 119:36-37)