La Influencia de los Padres ante los Hijos
«ES MUY IMPORTANTE AFIRMAR, FORTALECER SU IDENTIDAD, DAR SEGURIDAD, PROTECCIÓN Y PROVISIÓN A LOS HIJOS».
El padre es un entrenador nato para su hijo, es importante su presencia e involucramiento desde el vientre, hablándole, tocándole, y cuando nazca, aunque el bebé está en la lactancia y tiene un nexo natural fuerte con la mamá, papá debe aparecer en escena también en el baño, en la cuna, en el gateo, en aprender a pararse, en modelar para ir al baño para como varón ser útil de ayuda a su madre, hermanas; es decir en general a personas del sexo opuesto, aún las cortesías o normas de urbanidad, lo que se llama comúnmente caballerosidad, todo esto va definiendo su masculinidad y su futuro rol cuando crezca y lleguen a tener su propia familia.
El pastor Robert Lewis en su libro:¨ LA CRIANZA DE UN CABALLERO MODERNO¨, muestra un enfoque extraordinario para transformar a un chico en un hombre:
«Los caballeros deben soportar sacrificios personales para servir los ideales y a las personas necesitadas. Esto implica el elegir mantener verdad a toda costa. El valor no significa arrogancia, sino tener voluntad de hacer lo correcto. Estos personajes tenían un gran valor, capaces de pelear con gran coraje contra seres superiores que mantenían a las personas de los pueblos aterrorizados. Los caballeros eran capaces de enfrentarse a personas con mayor habilidad para luchar, sin medir consecuencias»
Es decir desde el momento que Dios define y determina el sexo del bebé, pone características propias de su masculinidad y el padre las va fortaleciendo en todo aspecto en todo el acompañamiento, entrenamiento e instrucción.
Proverbios 1:8 dice: «Querido jovencito: Atiende a tu padre cuando te llame la atención, y muestra respeto cuando tu madre te enseñe».
La instrucción y atención no es solo indicar el camino y decirle ve por ahí o por allá, es caminar juntos, es ir modelando el carácter de un hombre conforme el corazón de Dios, pero que a su vez nosotros también estamos caminando con Jesús y nos sigue formando con un verdadero carácter de varones.