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3 12, 2018

Ayudemos a nuestros hijos a tomar decisiones

2018-12-03T10:57:56-05:003 diciembre, 18|

¿Has pensado alguna vez que necesitamos tener un manual de instrucciones para saber qué hacer y cómo reaccionar en asuntos específicos relacionados con los hijos? Tengo que confesarte algo… esta área es un desafío sobre todo porque no hay una receta que nos asegure el éxito, sin embargo, hay algunas o muchas cosas que podemos hacer para ayudar a nuestros hijos a tomar buenas decisiones.

 

  • Transferir nuestra fe: Porque tenemos que ver esta área como el legado más importante que vamos a dejar a nuestros hijos, en este proceso, podemos enseñar sabiduría, a tomar decisiones que agraden al Señor.
  • Dejar que nuestros hijos se equivoquen: Esta es una gran oportunidad que tenemos para sembrar en ellos un estilo de vida diferente, invirtiendo tiempo para orar, para pensar y dejar que Dios haga su voluntad en sus vidas.
  • Estar comprometidos con nuestros hijos: Este compromiso es para toda la vida, estar cercanos, permanecer atentos a sus sueños, a lo que quieren lograr y apoyarles en todo momento.
  • Dar y hablar bendición a sus vidas: Esto es algo que disfruto mucho porque como madre, tenemos autoridad en la vida de nuestros hijos y es hermoso escuchar palabras de bendición a nuestras vidas.

 

La oración nos hace vivir de una manera diferente, nos hace depender de Dios, nos permite confiar en Él, nos hace fuertes en medio de una prueba, no permitas que este tiempo sea robado por distracciones que no echan raíces en lo que realmente importa: Tu familia.

 

Bibliografía:

 

  1. “Hijos Exitosos” – Sixto Porras
  2. “El cohete fe” – Dr. John Trent y Jane Vogel
  3. “La Bendición” – Dr. John Trent y Gary Smalley
  4. “El poder de bendecir a sus hijos” – Mary Swope
4 10, 2018

A ti, escúchame.

2019-09-09T00:15:10-05:004 octubre, 18|

Cuando te pido que me escuches, ¡Escúchame!

Cuando te pido que me escuches y al instante me sueltas tu opinión, no estás haciendo lo que te pido.

Cuando te pido que me escuches y me interrumpes para decirme que lo has comprendido todo, temo que no hayas comprendido nada.

Cuando te pido que me escuches y te declaras en desacuerdo con lo que siento, desdeñas lo que estoy viviendo.

Cuando te pido que me escuches y me dices que habiendo vivido la misma experiencia has podido superarlo, me hundes en mi obsesión de no poder salir de aquí.

Cuando te pido que me escuches para contarte lo mal que me siento, ahórrate, por favor, la más inoportuna de tus respuestas: “¡No te falta nada para ser feliz!”, porque yo siento en ese momento, que sí me falta!

Cuando te pido que me escuches, no es para que te compadezcas, y menos todavía para que me juzgues, para bien o para mal. Trata de estar ahí sencillamente, acogedor y disponible, porque ya nadie más me muestra su bondad ni me dedica su tiempo en estos días.

Cuando te pido que me escuches, ¿para qué hacerme tantas preguntas? Lo que más estimo es la posibilidad de poder decirte lo que tengo ganas de expresar y no lo que a ti te gustaría oír.

Cuando te pido que me escuches, no te dejes distraer por la preparación de una respuesta. Lo único que me hace falta es tu presencia silenciosa, intensamente atenta. Si te pido que me escuches, es porque una oreja amiga me ayuda a ponerle palabras a mi malestar. Hablándote, puedo organizar mi pensamiento, avanzar y mejorar en la comprensión de mis dificultades.

Así pues, no es necesario que hables tanto. Simplemente, con todo tu corazón y toda tu inteligencia, ¡escúchame!

Cuando te pido que me escuches, de corazón…. ¡escúchame!

20 08, 2018

Defensoras de nuestros hijos

2019-09-09T00:12:32-05:0020 agosto, 18|

Nuestros hijos son nuestros tesoros preciados y deseamos nunca exponerlos a las dificultades en la vida. Pero inevitablemente llega el momento en que enfrentan dificultades, ya sean problemas de salud, desafíos escolares u otras luchas, y nos toca defenderlos y abogar por ellos. ¿Cómo podemos hacerlo de manera que realmente les ayude? Ten en cuenta los siguientes consejos, mamá guerrera.

Mamá, eres tú la experta en cuanto a la vida de tu hijo. No eres ignorante o incapaz tan solo por no conocer los términos de los pedagogos o médicos. Esos profesionales tienen su campo de especialización y tú tienes la tuya: la personalidad de tu propio hijo. No dejes que las opiniones de los profesionales te intimiden. Si tus instintos te dicen que algún consejo no es apropiado para tu hijo, tienes todo el derecho de buscar otra opinión.

 

Mamá, mantén la calma. Reconoce que la mayoría de los profesores o médicos genuinamente desean y trabajan por el bien de su hijo, aun si no estás de acuerdo con los métodos. Una actitud enojada y combativa puede provocar un cortocircuito en los intentos de encontrar una solución al problema que enfrenta su hijo. En lugar de ver a otros adultos como oponentes, recuerda que ellos están para ayudar. Para manejar emociones intensas (que pueden llevarte a olvidar preguntas claves o terminar en argumentos improductivos), haz una lista que puedes traer a una reunión, incluidos todos los puntos que deseas abordar. También puedes traer contigo otro miembro de la familia o amiga de confianza para ayudar a mantenerte en el punto.

 

Mamá, incluye a tu hijo, para que aprenda a abogarse para sí mismo. Si hacemos todo por nuestros hijos y no permitimos que luchan sus propias batallas, estamos incapacitándolos, en lugar de equiparlos. Por esa razón, asegurémonos de incluir a nuestros niños en su propia defensa, informándoles de los pasos que estamos tomando en su nombre y dándoles la responsabilidad de los pasos que pueden tomar por sí mismos (en un nivel apropiado para su desarrollo). Se sentirán más seguros cuando tengan una agencia en sus propias luchas, y eso les otorgará el don del crecimiento.

 

Nuestro objetivo final no puede ser proteger a nuestros hijos de toda tormenta, sino entrenarlos a navegar las tormentas, incluso cuando no estemos a su lado. Seamos ejemplos para ellos de madres fuertes y valientes, que luchan por protegerlos y capacitarlos. Así verán el amor profundo que llevamos por ellos, los preciosos hijos que Dios nos ha encomendado.

 

Beth Saavedra

vinaquito.com

 

16 08, 2018

LAS SUPOSICIONES DE LOS HOMBRES

2018-08-16T10:44:23-05:0016 agosto, 18|

En el día a día de las relaciones en pareja, los supuestos equivocados de los hombres alteran la comunicación en el matrimonio. El varón suele suponer que:

 

  • Ella siempre me dirá lo que necesita. No. Ella es una gran comunicadora, pero espera que tú te des cuenta antes de que te lo pida. Un hombre necesita ser proactivo ante las necesidades de su cónyuge, caso contrario ella se sentirá ignorada y despreciada.

 

  • Ella sabrá cuanto la amo. Ella NO sabrá a menos que se lo digas y lo demuestres con hechos.

 

  • Ella no se preocupará si estoy en silencio. Cuando un hombre está en silencio, una mujer puede fácilmente imaginar lo peor, porque las únicas veces en que una mujer permanece en silencio es cuando lo que tiene que decir resulta perjudicial, riesgoso o cuando no quiere hablar con una persona porque no confía en ella o no quiere tener nada más que ver con ella. El silencio del esposo, crea sospecha e inseguridad en la su mujer.

 

  • El uso que ella haga de la palabra “nunca” es solo una menara de expresar la frustración que siente en ese momento. En realidad, esta es una expresión cualitativa y no cuantitativa. Para expresar sus sentimientos, o su deseo de ser escuchadas las mujeres usan superlativos, metáforas y generalizaciones. Por ejemplo, si dice: “nunca me pones atención”, eso refleja una necesidad intensa de ser escuchada o, apoyada.
30 07, 2018

Trata a otros como quieres que te traten

2018-07-30T10:14:00-05:0030 julio, 18|

Nuestros hijos son quienes nos toman la lección de todo lo que les decimos, están atentos a cualquier situación que se presente en nuestro comportamiento y enseguida llaman nuestra atención, pero ¿qué pasa si tienen que salir de la burbuja en la que crecen y tienen que formar amistades? No te preocupes, lo más importante es tu ejemplo y lo que puedas ir modelando en sus vidas con el paso de los días.

Creo que como en todo, no existe una fórmula secreta para el éxito, te invito a que juntas, pongamos en práctica algunos consejos para que nuestros hijos tengan amistades fuertes y saludables.

• Respeto: Cada persona tiene sus propios gustos y preferencias, y esto es clave para explicar a nuestros hijos.

• Comprensión: las habilidades, dones, talentos y personalidad son únicas en la vida de cada ser humano.

• Pensar en los demás, primero y también en ti: Aprender a ceder un poquito a los gustos individuales para dar espacio a otros, sin olvidarse de uno mismo.

• Solidaridad: Es un valor muy noble que vale la pena inculcar en nuestros hijos, ya que podemos crear conciencia de las necesidades de lo demás.

• Siembra y cosecha: Cuando les enseñamos que todas nuestras acciones tienen un retorno, ellos van a pensar dos veces en la manera en que van a actuar.

• Que sus acciones hablen de Dios: porque es la huella más importante que vamos a dejar en la vida de los demás.

Tu papel como madre es irremplazable, tus hijos te necesitan en cada etapa de sus vidas y nosotras como madres necesitamos de Dios, quien nos ayuda a reflejar al Señor en sus vidas. Sigue adelante, lo estás haciendo bien!

11 04, 2018

Enseñanzas que perduran

2019-11-11T09:33:23-05:0011 abril, 18|

Soy la menor de tres hermanos, mi hermano es mayor que yo con 14 años y mi hermana con 12 años. Como podrán imaginar, de niña era un poco mimada y he de reconocer que mis papás estaban cansados al tener que lidiar con 2 adolescentes en casa, así que fueron más flexibles conmigo que con mis hermanos. De vez en cuando armaba uno que otro berrinche, el cual no duraba mucho porque mi mamá sabía cómo hacer que yo me comportara (para los que creen que gracias a la vara me tranquilizaba la verdad es que no, fueron contadas las veces que recibí una corrección de ese tipo).

Recuedo que cuando tenía unos 5 o 6 años, quería empezar una rabieta, no recuerdo el motivo, pero lo que me dijo mi mamá aquella vez, ha marcado mi vida hasta el día de hoy.

Ella dijo: «Mi deseo y oración fue ser mejor que mis padres y poderles dar a mis hijos más de lo que mis papás me dieron a mí y hoy mi deseo y esperanza es que tú puedas darles más a tus hijos y que seas mejor que yo». Esa frase retumbó en mi cerebrito, y en mi corazón algo pasó, no entendía la magnitud de lo que mi mamá me estaba diciendo, pero sabía que lo que acababa de oír era el corazón de mi mamá hablando al mío, recuerdo que callé y pensé en lo que me acababa de decir.

Hace un par de años le comenté a mi mamá que recordaba aquello que me había dicho, ella se sorprendió mucho, pues nunca pensó que a estas alturas lo recordaría, le dije que aquella frase me había acompañado a lo largo de los años y que cuando sea madre me esforzaré por ser mejor que ella, aunque quizás nunca lo logre, pues había dejado alto el estandar.

Esta frase ha estado presente en mi mente y en mi corazón y me ha animado a dar lo mejor de mí, cuando me desanimaba, recordaba cómo mi mamá con sus acciones validaba aquellas palabras que me había dicho alguna vez.

Este corto episodio en mi vida me ha dejado tres enseñanzas que quiero compartir con ustedes:

– No desestimen a sus hijos pensando que no los entienden, ellos incluso pueden ser más sensibles que ustedes.

– No olviden que las palabras que empleen y su comportamiento frente a ellos marcará el resto de sus vidas. Padres, que su comportamiento no contradiga sus palabras.

– Hablen al corazón de sus hijos sin miedo a la reacción de ellos, la sinceridad con que se expresen dejará huella.

 

Así como mi mamá se dirigió a mí aquella vez y marcó el curso de mi vida a temprana edad, impulsándome a dar lo mejor de mí, ustedes también pueden hacerlo con sus hijos a través de sus consejos y sus acciones, aunque piensen que no los entienen y se frustren al no ver resultados, no dejen de hacerlo, sus hijos necesitan su insistencia.

 

31 08, 2017

Cuando la Biblia es aburrida (la estás leyendo mal)

2019-07-07T04:56:32-05:0031 agosto, 17|

Voy a ser el primero en admitirlo: muchas veces he pensado que la Biblia es aburrida.

Puede ser las genealogías, las repeticiones, las parábolas, las historias de gente extraña, las palabras que utiliza o el hecho que cuando la leemos en la iglesia es de manera monótona y poco interesante. El hecho es que muchas veces no conseguimos hallarle agrado a las Palabras de Dios. Pero lejos de juzgarte y decirte que tiene que ver con tu condición espiritual (aunque también puede ser) quiero dar algunos puntos de vista que te podrán ayudar a entender y hallarle gusto a la lectura de La Palabra.

#1 – La Biblia, ¿es una colección de libros, o una sóla historia?

La respuesta es Sí. Osea… las dos cosas. El problema viene en ver a la Biblia únicamente por uno de sus aspectos, especialmente si no logramos entender el mensaje central.

La Biblia se escribió a través de unos 1.500 años, con unos 40 autores diferentes y docenas de escritos y copias. No sólo fue una persona que la escribió (como muchos otros textos religiosos). Imagina tratar de coordinar a 40 personas diferentes para escribir una sóla historia. Cada uno escribe una parte, sin conocer lo que el otro dirá, viviendo separados por cientos de años y miles de kilometros. Aún así cada uno escribe un libro con su propio mensaje, pero que complementa a los demás. Asombroso.

Y aunque son muchos autores y muchos libros individuales, lo hermoso de la Biblia es que todos cuentan una sóla historia: La historia del plan perfecto de Dios. O en otras palabras: La Historia de Cristo. Desde Genesis 1 donde Dios crea todo, a Juan 1 donde vemos que Cristo estaba allí creando todo por lo que luego moriría, hasta Daniel y Apocalipsis donde vemos la promesa de la fidelidad de Dios para con su pueblo y su gente, vemos el amor de Cristo.

El personaje central es Cristo, y el resúmen es: Dios crea un pueblo, sabiendo que se alejarán de Él, para luego morir por ese pueblo y vivir juntos eternamente en amor.

#2 – Leerla en orden

Muchas personas que leen la Bíblia la han tomado a ser como un libro de citas o concejos. Piensan que lo puedes abrir a cualquier página, empezar a leer en cualquier lado, y mágicamente te dará una respuesta a tus preguntas. Aunque en ocasiones pueda funcionar (por mera coincidencia o gracia de Dios) no es la mejor manera de leer la Biblia.

Recuerda que la Biblia está compuesta de libros. Piensa en uno de tus libros favoritos, como Harry Potter. Si empiezas a leer sobre los Horocruxes sin antes haber leido la historia de Tom Riddle y cómo afecta a Harry, no vas a entender muy bien de qué habla. De igual manera si lees historias individuales de la Biblia sin entender el contexto, no vas a entender bien. Lee la Biblia como un libro normal, como una novela. Vas a descubrir que es una sola y hermosa, historia de principio a fin.

#3 – Usa tu imaginación

Cuando leo Juego de Tronos, 100 años de Soledad o Los Juegos del Hambre, puedo ver a los personajes. Puedo sentir su dolor, puedo oler la comida, puedo ver sus paisajes, oír la fauna y las ciudades. Entiendo que hay un mundo completo detrás de cada palabra.

La Biblia tiene decenas de personajes, tierras, culturas, historias, sonidos, olores, sensaciones, emociones y mundos. Si lees sobre el Exodo sin imaginar el desierto, o las batallas del rey David sin sentir la agonía de cada pueblo y cada muerte; si lees sobre Jesús y no escuchas su voz, no ves su mirada, no sientes su amor, entonces no estás leyendo la Biblia como los autores querían. Siente cada palabra. Imagína lo que dicen; y más aún imagína lo que no dicen: el contexto cultural, histórico, social, económico y espiritual. Piensa que no sólo son personajes de un cuento, sino personas reales, en un mundo real, con historias y consecuencias reales.

#4 – Haz preguntas

Muchas personas fuera de la iglesia critícan a la religión por ser ovejas, por aceptar lo que se les dice sin dudar, sin refutar y sin cuestionar. Lo triste es que muchas veces tienen razón. Cada palabra de la Biblia está allí para que la leas y la aceptes, pero no ciegamente.

Las preguntas son una buena manera de entender más profundamente La Palabra de Dios. ¿Por qué a los hombres se les permitía tener más de una mujer? ¿Por qué Jesus eligió a Judas conociendo lo que haría? ¿Por qué Genesis 1 y 2 son diferentes? ¿Qué significa el libro de Apocalipsis? ¿Cuántos años tiene la tierra? ¿Jesús tenia mal aliento? ¿Qué es la soberanía de Dios? ¿Cómo puedo saber que la Biblia es verdad?

Entre más preguntas hagas y más dispuesto estés a oir las respuestas que la Biblia te da, más lograrás entender lo que Dios nos quiere decir de sí mismo y de nosotros. Haz estas preguntas primero para ti mismo y luego para tus amigos y miembros de la iglesia que puedan ayudarte a entender. Seguro descubriras cosas muy interesantes, y ellos contigo.

 


 

Recuerda la Biblia no es aburrida, el aburrido eres tú. La Biblia es «El Pan de Vida» y es «Inspirada por Dios», es hora que empiezes a verla de esa manera.

9 08, 2017

Amigo cristiano, seamos honestos Pt 3

2019-07-07T04:56:32-05:009 agosto, 17|

…continuación de Parte 2

 

7 – Tengo agendado el tiempo en que Dios puede afectar mi vida

Seamos honestos: la celebración del domingo, la oración de los martes y cada noche antes de dormir es el momento en que permito que Dios esté en mi vida, el resto del tiempo es para mí. Tu conoces tu horario y sabes que has programado (y limitado) a Dios en ciertas horas.

El Dios eterno, quien habita fuera del tiempo y no necesita limitarse, por amor decidió hacerse hombre y ser limitado como humano. Este es uno de los misterios y muestras de amor más grandes. Ese mismo Dios dedicó cada momento de su vida en la tierra para redimirte, aún cuando por tu pecado te rebelaste y fuiste su enemigo (Rom 5:10). Es el mismo Dios a quien le dices «Ahorita no puedo pensar en Ti, o poner atención a Tu voz; debo escribir este correo. Pero esta noche hablamos, Dios». Y llega el domingo y entonces sí estás ultra espiritual y entregado solamente a Él.

Si no te confronta la ironía de nuestro comportamiento, necesitas considerar tu relación con Dios. Porque lo celestial y eterno es más importante SIEMPRE que lo terrenal y efímero. No limites a Dios (o no limites lo que Dios quiere hacer por ti).

8 – Pienso que mi «testimonio es mejor» entonces soy mejor que los demás

Seamos honestos, en la iglesia nos preocupamos tanto por el comportamiento de los demás que sólo falta colgar un tablero con puntajes para ver cómo va el testimonio de cada persona; según su asistencia a la iglesia, vida de hogar, escándalos, si llevó o no Biblia ese día… Y en las reuniones de oración aprovechamos la oportunidad de hablar (chismosear) sobre los demás y decir que «me preocupa el testimonio del hermanito».

Mira, si te crees tanto, lee un momento Romanos 3. Pablo entendía bien que ninguna persona por más «cristiana» que sea es mejor que otra. Todos somos pecadores, no existe ni una persona justa, nos apresuramos a engañarnos… y ninguno es merecedor de la gloria de Dios. Tu falsa humildad no te hace mejor que los demás y solo sirve para engañarte a ti mismo. Deja que Dios juzgue, tu mejor dedícate a amar.

9 – Me intereso más por el «alma» que por la persona

Seamos honestos, la cultura de evangelización en nuestras iglesias está anémica y enceguecida. Constantemente buscamos cumplir con cuotas, conversiones, templos llenos, eventos, campañas, etc. Y cuando salimos a conversar con alguien no vemos el problema familiar, la falta de amor, las dudas existenciales, la depresión, solo vemos «almas» para llevar a la iglesia.

Hay una frase que me gusta, no conozco su origen, pero dice más o menos que: «un estómago vacío no tiene oídos». Si nos preocupamos por el alma de la persona, pero olvidamos que existe frente a nuestros ojos una persona estamos gravemente equivocados. Ese no fue el ejemplo de Jesús, NUNCA. Cuando vio a la mujer Samaritana no le dijo «arrepiéntete pecadora»; se interesó en su vida, conversó sobre su sed y la necesidad física de tener agua y luego se mostró a ella en su grandeza. A los enfermos, ciegos, paralíticos, no los hizo repetir una oración ni asistir a un culto de iglesia, les dió lo que necesitaban porque sabía que su fe estaba en el lugar correcto, en el Hijo de Dios. Si no te interesas en la persona, no eres mejor que un vendedor ambulante tratando de cumplir con la cuota de ventas para tratar de ser empleado del mes.

 


Si te gustó, o no estas de acuerdo con algo, ¡Genial!
Conversémos en los comentarios.

25 07, 2017

4 maneras de ser un mejor hermano

2019-07-07T04:53:33-05:0025 julio, 17|

Como hermanos sabemos que la relación con nuestros hermanos y hermanas puede ser muy complicada, en un minuto estamos peleando, al siguiente derramamos frente a ellos nuestros secretos más profundos y oscuros.

Sea en el caso de eres bueno hablando o por el contrario que te resulta difícil contar tus cosas, tú y tus hermanos o hermanas comparten algo que no pasará y es que son familia. Y no solo eso, en la mayoría de los casos son las personas que van a entender tu vida con más claridad, porque crecieron contigo, tienen las mismas experiencias familiares e incluso comparten ADN.

Por lo tanto tus hermanos son bastante especiales. Pero ¿Cómo podemos mostrarles a ell@s un poco de cariño de modo que les hagamos saber que nos importan? Acontinuación cuatro formas con las cuales podemos intentar ser mejores hermanos.

Escúchalos

¿Cuándo fue la última vez que te sentaste y tuviste una larga y buena conversación con tu hermano? Si dejaron de hablar ¿Recuerdas cuándo y por qué sucedió? Escuchar lo que sucede en la vida de tu hermano o hermana es una buena forma de mostrarles lo mucho que te importan.

Ayúdalos

¿Eres mejor que tu hermano en matemática? Si tu hermana se siente enferma y no puede lavar los platos ¿qué haces? Estas son dos buenas oportunidades para mostrar el amor que sientes por tus hermanos ayudándolos. Esto requiere esfuerzo y sacrificio de tu parte, pero tus hermanos realmente sentirán tu amor cuando los ayudes a estudiar para sus exámenes o hacer las tareas.

Celebra sus logros

¿Cuando era pequeño te sentías celoso porque tu hermano o hermana hicieron algo realmente impresionante? entiendo el sentimiento, pues yo también solía envidiar un poco el talento de mi hermano en el fútbol cuando el resto de chicos siempre me pedían que fuera arquero. Pero ahora que somos mayores, ambos podemos ver que tenemos diferentes fortalezas, y es emocionante ser capaces de celebrar los logros y talentos del otro. Dile a tus hermanos que te sientes orgulloso de ellos cuando hagan algo genial – ¡esto los hará sentir felices y alentados!

 

Tratalos como amigos

Cuando somos amigos verdaderos de nuestros hermanos, hacemos planes para pasar el rato con juntos. Les escribimos mensajes de texto, pasamos los fines de semana y feriados con ellos, e incluso les compramos buenos regalos. ¿Muestras el mismo amor y cuidado por tus hermanos? A manera que crecemos y nos volvemos adultos, pasamos con menos frecuencia tiempos familiares. Tus compañeros de juegos de la infancia no estarán siempre presentes, y se encontrarán pasando tiempo con diferentes personas.

Sea del modo que sea tu relación con tus hermanos, no olvides que la familia es un regalo de Dios. ¿Qué puedes hacer hoy para mostrarles a tus hermanos el amor que sientes por ellos?

 

20 06, 2017

¿Hemos pasado por ingenuos?

2019-09-09T00:15:56-05:0020 junio, 17|

Muchas culturas han tenido a bien reconocer formalmente a los tontos y sus tonterías. En los Estados Unidos y muchas otras naciones, el 1 de abril se conoce como «Día de los tontos de Abril». En otros países lo llaman «Día de todos los inocentes». Para algunos esto es una excusa para hacer  alguna broma.

Hay un dicho que dice: «un tonto y su dinero pronto se separan». Otro dice: «Los tontos van donde los ángeles temen pisar.» La mayoría de nosotros hemos sido culpables de formar malas relaciones, realizar inversiones dudosas o tomar malas decisiones que nos dejaron con una inquietud resonante: «¿En qué estaba pensando?» Pero hay una diferencia entre locura ocasional y habitualmente hacer tonterías.

No es de extrañar que la Biblia advierta de las acciones tontas, porque los tontos destruyen pero los sabios construyen. Un tonto actúa impulsivamente, el sabio es prudente. Los tontos se desvían fácilmente de las metas, de los valores y de los compromisos, pero la sabiduría impulsa a las personas a permanecer enfocados en las metas que valgan la pena. Los tontos se apresuran a hablar sin tener en cuenta las consecuencias de sus palabras, los sabios buscan la paz en todo tiempo. El sabio se esfuerza por utilizar los recursos de manera adecuada y con cuidado, pero los tontos lo desperdician y rara vez planifican las necesidades futuras.

«En casa del sabio abundan las riquezas y el perfume, pero el necio todo lo despilfarra». «Al necio le divierte su falta de juicio; el entendido endereza sus propios pasos» (Proverbios 15:21; 21:20).

Así que, vivamos de modo que la tontería no nos sorprenda.

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