3 12, 2023

Unidos por los que amamos

2023-12-03T09:32:20-05:003 diciembre, 23|

2 Corintios 9: 14

“… asimismo en la oración de ellos por vosotros, a quienes aman a causa de la superabundante gracia de Dios en vosotros”

Tal como ya lo vimos en un devocional anterior, la iglesia de Macedonia es elogiada por el apóstol Pablo debido a su desprendimiento en dar a los más necesitados de la iglesia en Jerusalén a pesar de que ellos mismos estaban en profunda necesidad.

¿Qué es lo que hace que podamos desarrollar éste nivel de empatía con alguien en necesidad? Sin lugar a dudas cuando estamos llenos de amor en nuestro ser. Las diferencias étnicas entre los creyentes de Jerusalén y los de Macedonia abordaban algunas variables intervinientes tales como edad, sexo, cultura, trasfondo religioso, contexto socio-económico y otros muchos aspectos que se podrían señalar. Usualmente cada una de estas variables constituyen brechas de separación entre los seres humanos. En otras palabras, si se considera cada una de estas variables, JAMÁS se habría suscitado el relato de 2 de Corintios en relación al dar desprendido de los creyentes de Macedonia.

Para lograr éste nivel de empatía algo debe vincularnos con las otras personas. En éste caso bíblico estaban unidos porque pertenecían a una misma causa: La iglesia de Cristo Jesús. Es en éste vínculo especial que se rompen las diferencias étnicas y sociales propias de los grupos humanos y pasa a surgir la propuesta de Cristo Jesús de ser un solo pueblo en Él. Esa unión, mediante estar identificados con un mismo Señor y una misma fe (Efesios 4:5) hace que se desarrolle un vínculo de amor especial entre los miembros de la iglesia de Cristo de tal manera que la necesidad del otro se siente como propia y también los logros del hermano en la fe se disfrutan como propios.

Esta abundante Gracia de Dios, es lo que llevó a los cristianos de Macedonia no solo a orar por los creyentes en Jerusalén sino también a dar sacrificialmente a favor de ellos. Llegaron a amarlos en Cristo Jesús, aún sin conocerlos físicamente. ¿Podemos hoy unirnos por los que amamos para ayudarlos? Claro que sí. Dios siempre nos permitirá aprovechar las oportunidades a nuestro alrededor para poder expresar nuestro amor que nos une como cuerpo de Cristo.

Que ésta temporada en la cual somos llamados a contribuir para labores tan especiales como misión compartida, podamos unirnos por aquellos que amamos como iglesia de Cristo. Y que ésta pueda ser una de las maneras en las cuales reflejemos la Gracia de Dios en nosotros. Piénsalo. Un abrazo fraterno a la distancia para ti. Bendiciones.

14 11, 2021

¿Alguna vez se ha preguntado por qué la gente hace lo que hace?

2021-11-14T01:30:15-05:0014 noviembre, 21|

¿Por qué Nik Wallenda cruzó las Cataratas del Niágara en la cuerda floja? ¿Por qué sir Edmund Hillary y Tenzing Norgay escalaron el monte Everest?

Es posible que nunca sepamos qué es lo que realmente impulsa a una persona a hacer lo que hace (y, a veces, es posible que nosotros mismos no seamos plenamente conscientes de lo que nos impulsa). Tengo la intuición de que con frecuencia nos conducen pasiones mixtas, algunas de las cuales son sanas y buenas, otras pueden tener una intención menos pura.

Pensando en el Apóstol Pablo es indudable que era un hombre apasionado. Experimentó encarcelamiento, naufragios, golpizas, agotamiento, hambre y falta de vivienda. ¿Pero por qué lo hizo? ¿Por qué Pablo aceptó la vida terrenal como pasajera, siempre en movimiento, siempre dependiente de los demás? Porque tenía pasión.

No muchos de nosotros sufriremos las molestias físicas, y tribulaciones como lo hizo Pablo. Pero aún así, podemos aprender a ser interdependientes unos de otros como Pablo fue con los primeros creyentes. Francamente, no quiero pasar por ese tipo de aventuras que experimento Pablo, pero quiero – y necesito – caminar con el pueblo de Dios en el proceso de una transformación espiritual y de conocer más a Dios. Nuestra fe se muestra y se vive mejor en comunidad cuando aprendemos unos de otros, nos animamos unos a otros y, a veces, nos desafiamos unos a otros.

Por eso la gracia es tan importante. No solo dependemos de la gracia de Dios para reconciliarnos con Él, también necesitamos ofrecer (y recibir) gracia unos a otros. Como lo dijo Pablo, “Más bien, sean bondadosos y compasivos unos con otros, y perdónense mutuamente, así como Dios los perdonó a ustedes en Cristo.” (Efesios 4:32). La gracia lo cambia todo. Cambia nuestra relación con Dios. Cambia nuestras relaciones entre nosotros. Transforma nuestro ser interior para que reflejemos la bondad de Dios (también conocido como el «fruto del Espíritu»). Nos une para ser partes del cuerpo de Cristo.

Sin duda la gracia tiene un efecto inconmensurable en todo aquel que es seguidor de Cristo. Enloquecerá a los psicólogos porque la obra de Dios en cada uno de nosotros es única. Pero el resultado es el mismo: madurez en la fe, crecimiento en el carácter y pasión por las cosas invisibles del Reino de Dios.

Y es por eso que hacemos lo que hacemos: porque la gracia de Dios está obrando una pasión fuerte dentro de nosotros.

 

4 10, 2018

A ti, escúchame.

2019-09-09T00:15:10-05:004 octubre, 18|

Cuando te pido que me escuches, ¡Escúchame!

Cuando te pido que me escuches y al instante me sueltas tu opinión, no estás haciendo lo que te pido.

Cuando te pido que me escuches y me interrumpes para decirme que lo has comprendido todo, temo que no hayas comprendido nada.

Cuando te pido que me escuches y te declaras en desacuerdo con lo que siento, desdeñas lo que estoy viviendo.

Cuando te pido que me escuches y me dices que habiendo vivido la misma experiencia has podido superarlo, me hundes en mi obsesión de no poder salir de aquí.

Cuando te pido que me escuches para contarte lo mal que me siento, ahórrate, por favor, la más inoportuna de tus respuestas: “¡No te falta nada para ser feliz!”, porque yo siento en ese momento, que sí me falta!

Cuando te pido que me escuches, no es para que te compadezcas, y menos todavía para que me juzgues, para bien o para mal. Trata de estar ahí sencillamente, acogedor y disponible, porque ya nadie más me muestra su bondad ni me dedica su tiempo en estos días.

Cuando te pido que me escuches, ¿para qué hacerme tantas preguntas? Lo que más estimo es la posibilidad de poder decirte lo que tengo ganas de expresar y no lo que a ti te gustaría oír.

Cuando te pido que me escuches, no te dejes distraer por la preparación de una respuesta. Lo único que me hace falta es tu presencia silenciosa, intensamente atenta. Si te pido que me escuches, es porque una oreja amiga me ayuda a ponerle palabras a mi malestar. Hablándote, puedo organizar mi pensamiento, avanzar y mejorar en la comprensión de mis dificultades.

Así pues, no es necesario que hables tanto. Simplemente, con todo tu corazón y toda tu inteligencia, ¡escúchame!

Cuando te pido que me escuches, de corazón…. ¡escúchame!

23 08, 2018

Carta a Jesús… Soy yo de nuevo.

2019-09-09T00:12:31-05:0023 agosto, 18|

 

En mi vida existieron días en los que lo tenía todo y sentía el vacío de no tener nada, luego llegaron aquellos en los que no había nada y tan solo con tu presencia lo tenía todo.

Hubo días en los que todo era fiesta y alegría, en los que siempre sonreía; pero sabía que las cosas vanas engañaban a mi tristeza, dibujando falsamente una sonrisa.  Llegaron días en los que el dolor y la tristeza se apoderaban de mi vida, pero tan solo saberte cerca me llenaba de alegría.

Hubo tiempos en los que la gente me admiraba y aplaudía, era la atracción. Aun así, yo sabía que, a ti, a ti, no te agradaba. Pronto llegaron otros en los que nadie confiaba en mí, en los cuales todos me criticaban; pero, aun así, podía sentir, que yo causaba un brillo en tu mirada.

Hubo días de triunfos repetidos de batallas bien libradas, en los cuales a lo que le apostaba, yo ganaba; pero el fondo mi alma de derrota eterna se llenaba. Luego llegaron días en los que todo lo perdí, batallas, negocios, amigos y familia; pero a tu lado mi alma festejaba la victoria eterna de la vida.

Que loco has sido Jesús, que loca ha sido mi vida…

Que loca ha sido la ruta, que loca ha sido la vía…

Que loco he sido yo, creyéndome dueño de mi destino, que loco me creen ahora cuando les confieso que eres tú el Señor de mis caminos.

La verdad Jesús, es que ahora cuando para todos estoy perdido, es cuando más claro estoy del lugar en el cual me encuentro.

Estoy agradecido por la fortuna de reencontrarte y de disfrutar la vida a tu lado.

Vivo asombrado por el poder de tu perdón, tu gracia y tu misericordia.

Gracias Jesús, por todo lo aprendido, por el valor que me has dado…

Yo, que he probado de tu amor infinito puedo decir al fin hoy: Me he saciado.

Contigo todo lo puedo, y al fin….

¡Al fin soy yo… de nuevo!

 

ESCRITO POR: FEBRO ISRAEL S. S

ADAPTADO POR: KAROL DENYSSE

13 05, 2018

El poder de una madre fiel

2019-09-09T00:12:35-05:0013 mayo, 18|

Ana fue una madre muy especial. La conocemos principalmente por ser la madre del profeta Samuel, quien jugó un papel fundamental en la historia de Israel, y quien finalmente ungió a David como Rey.

Sin embargo, su imagen de mujer y madre comenzó bastante mal. Ella y su esposo no pudieron tener hijos. La infertilidad es una experiencia dolorosa, y en esa cultura, la incapacidad de concebir se entendía como el juicio de Dios. La sociedad podría haber asumido que existía algún pecado privado y secreto en el pasado de Ana. Ella era un suelo fértil para los chismes.

En consecuencia, su esposo, mientras amaba a Ana decidió «arreglar» el problema de no tener hijos al casarse con una segunda mujer. Esto debe haber roto el corazón de Ana, aún más, y su estatus social se hundió a nuevos niveles. No podría empeorar.

Entonces Ana hace lo único que le resta por hacer. Clama a Dios. Ana era una mujer justa que vivió su fe con integridad. Ahora, en su hora de crisis, va al tabernáculo a orar y lo hace con tal intensidad que Elí, el sacerdote, piensa que está borracha. Una mancha más a su reputación social.

Pero algo extraordinario sucede. ¡Dios la escucha! Esta mujer que se encuentra en lo más bajo del ranking social, de quien se presume tiene un pecado secreto, y de acuerdo con fuentes confiables, estuvo borracha en el tabernáculo, es inexplicablemente el foco de la gracia de Dios. Ana da a luz a su famoso hijo que se convertiría en el líder espiritual de Israel durante varias décadas.

Estoy seguro que la fe de Samuel fue aprendida en las rodillas de su madre. Sí, se fue a vivir en el tabernáculo a una edad temprana, pero seguramente fue su madre quien le enseñó acerca de Dios.

 El poder de una madre fiel no puede ser subestimado

 Las madres nunca hacen su trabajo solas; Dios está comprometido, presente y fiel en su tarea. Ahora, miles de años después, recordamos a una mujer de excelencia. Ella aprendió y vivió con la esperanza de la fidelidad de Dios. Sabemos su nombre y su historia. Pero no sabemos prácticamente nada sobre la otra esposa, su esposo o los demás que vivieron en su vecindario.

Gracias, Dios, por las madres fieles, que enseñan fidelidad y modelan la integridad.

26 03, 2018

Cómo compartir el amor de Jesús a nuestros hijos

2018-03-26T10:33:50-05:0026 marzo, 18|

Nos encontramos en Semana Santa, la semana mayor para el mundo cristiano, si tuvieras que describir esta época en una sola palabra, ¿cuál sería esta?, a mi se me pasan por la mente algunas: cruz, vida eterna, precio, perdón, gracia, amor, héroe y muchas otras más.

Tengo en mi corazón una inmensa gratitud por esta demostración de amor de parte de Dios, nuestro Padre para nosotros sus hijos, pero ¿cómo puedes contagiar esto a tus hijos de una manera práctica, verdadera y firme?

Te cuento una dinámica que aprendí del Ministerio de Vida en Familia, y que te ayudará muchísimo para que tus hijos puedan llevar en su corazón esta hermosa época. Puedes usar tarjetas, canastas, dibujos o artículos de juguete que te permitan recrear la resurrección de Jesús, son 12 en total:

 

1. Un burrito

Mateo 21:1,3,6-8

Los discípulos hicieron tal como Jesús les había
indicado y entró a la ciudad sentado en el burro.

5. Látigo de cuero

Juan 19:1

Los hombres malos llevaron a Jesús delante de Pilato y le maltrataron con un látigo

 

9. Lanza

Juan 19:32-34

Para asegurarse de que Jesús haya muerto, le clavaron una lanza en su costado.

2. Monedas de plata

Mateo 26:14-16

Judas recibió el pago de 30 monedas de plata para entregar a Jesús a los soldados.

6. Corona de espinas

Mateo 27:27-29

Los soldados tomaron ramas con espinas y los trenzaron en forma de corona.

10. Tela de lino

Mateo 27:57-60

José hizo algo muy especial porque consiguió una tela de lino para cubrir el cuerpo de Jesús y dejarlo en la tumba.

3. Copa

Mateo 26:27-28

Durante la última cena Jesús mencionó que en la copa (de manera simbólica) estaba su sangre

7. Clavos

Juan 19:16-18

Jesús fue sujetado en la cruz con unos clavos que atravesaron sus manos.

11. Piedra

Mateo 28:2-4

Aunque los soldados estaban de guardia cuidando que nadie robe el cuerpo, un ángel vino y movió la piedra…

4. Manos orando

Marcos 14:32-34

Jesús tuvo miedo y temor que lo que iba a pasar y fue al Jardín de Getsemaní a orar.

8. Dado

Juan 19:23-24

Los soldados tomaron por poco el sacrificio de Jesús en la cruz e hicieron un sorteo de su vestimenta.

 

La tarjeta o canasta número 12 debe estar en blanco o vacía para que puedas explicar con exactitud la eternidad que tenemos al creer en Jesús.

Siembra en tus hijos el sentido de agradecimiento, por este precioso regalo recibido en la cruz, permite que ellos puedan decir con sus palabras lo que significa esta demostración de amor de parte de Dios. Lo más importante de esta época es poder brindar y compartir esperanza a tu familia porque por medio de Jesús tenemos la posibilidad de una vida nueva.

 

16 01, 2018

La Bendición de la Gracia de Dios

2019-09-09T00:12:56-05:0016 enero, 18|

Como cristianos, tendemos a pensar en la gracia, como algo vinculado a nuestra salvación. Pero la gracia se trata de mucho más que de cómo venimos a Cristo. Nuestro entero caminar como cristianos, debe estar alimentado por la gracia de Dios. ¿Qué es la gracia? La providencia divina que nos exonera del castigo por una sentencia de culpabilidad. Por gracia, Dios no nos da el castigo que merecemos y por misericordia sí nos da su perdón y todas las cosas que necesitamos, aunque no lo merezcamos.

Dios no nos negó ni siquiera a su propio Hijo, sino que lo entregó por nosotros, así que también nos dará junto con él todas las cosas.

Rom.8:32 (TLA)

De hecho, la gracia trae grandes bendiciones a nuestras vidas:

  1. Somos salvados y perdonados por gracia. Aunque no lo merezcamos, Dios hace borrón y cuenta nueva, por su gracia (Isaías 43:25).
  2. Somos sostenidos por gracia. Dios nunca te pedirá hacer algo donde Él no te de la habilidad y el poder para hacerlo. Ese poder y habilidad se llama gracia (Filipenses 2:13).
  3. Somos sanados y liberados por gracia. Nuestra relación con Jesús no es un montón de tareas rutinarias por hacer. En vez de eso, se trata de descansar y confiar en lo que el Señor ya ha hecho. Si tu vida como cristiano no es una vida de descanso en Cristo, tú te estás dirigiendo hacia el legalismo (Mateo 11:28-30).
  4. Somos dotados por talentos debido a su gracia. Dios nos ha dado a cada uno de nosotros la habilidad de hacer bien algo, y hemos de usar esas habilidades para él (Romanos 12:6).
  5. Maduramos o crecemos por gracia. El trabajo de Dios de transformarnos a la semejanza de Jesús, sucede no porque nos lo hayamos ganado o por nuestro propio esfuerzo, sino por la Gracia de Dios (2 Pedro 3:18).

La gracia de Dios es real, poderosa y una bendición en nuestras vidas. Tú podrías ver todos estos beneficios y preguntarte, “¿Cómo recibo la Gracia de Dios?” La respuesta es tu respuesta de entrega a Dios.

Tomado y adaptado de: pastorrick.com

11 06, 2017

Aprendices del Maestro

2019-09-09T00:13:40-05:0011 junio, 17|

El trabajo de un experto artesano es algo digno de admiración. Años de estudio y práctica se reflejan en un conjunto impresionante de habilidades con un valor innegable. Pero esas habilidades no se las adquiere de manera fácil. Primero existió un aprendizaje, seguido de errores, frustraciones y lágrimas. No obstante, esa es la única manera de adquirir una habilidad.

Rara vez pensamos en nosotros mismos como artesanos, pero eso es exactamente lo que somos. Somos aprendices del Maestro Artesano (Efesios 2:10), comprometidos con la habilidad de vivir para Su Reino.

Representar bien a Jesús requiere valentía, integridad y amabilidad en todas nuestras relaciones.

La valentía es la capacidad de enfrentar la oposición, no porque seamos obstinados, sino porque sabemos que «la tierra es del Señor y todo lo que en ella habita» (Salmos. 24: 1). Confiamos en su compromiso y autoridad sobre cada detalle de la vida.

Con la valentía viene la integridad. Debido a que Dios es Creador y todo es suyo (Colosenses 1: 16-17), hacemos lo que es correcto por el bien del Rey. Sabemos que sus caminos no son nuestros caminos (Isaías 40:13), y no todo sucederá como queremos. Nuestra confianza está en Su buen gobierno (Salmo 119: 65-67).

La integridad alimentará la amabilidad. Ser amable no es ser suave; de hecho, generalmente significa que necesitamos practicar una estricta disciplina. La mansedumbre significa que nos acercamos a cada persona, y tomamos cada situación como una oportunidad única de Dios para humillarnos y servirle (Fil. 2: 5-7).

“Procuren llevar una vida ejemplar entre sus vecinos no creyentes. Así, por más que ellos los acusen de actuar mal, verán que ustedes tienen una conducta honorable y le darán honra a Dios cuando él juzgue al mundo” (1 Pedro 2:12 NTV)

28 05, 2017

Hablar Bien

2019-09-09T00:13:43-05:0028 mayo, 17|

Todo el día, todos los días, los mensajes nos bombardean. A algunos de estos mensajes los esperamos con ansias; es el caso de palabras de afirmación, ánimo, un rápido «te amo». Otros mensajes apenas los notamos: el último jingle de la radio, vallas publicitarias a un lado de la carretera, correos electrónicos no deseados o textos que envían a nuestros teléfonos y tabletas.

Sin embargo, entre los mensajes más importantes en nuestra vida cotidiana están los que enviamos a los demás. No es que nuestros mensajes sean más importantes, pero estos son los únicos en los que podemos controlar el contenido. ¿Qué tipo de mensajes estamos enviando?

Una palabra equivocada e hiriente puede causar dolor y arrepentimiento que, en ocasiones, perduran para toda la vida. En un momento u otro, todos hemos deseado poder retractarnos de algo que hemos dicho.   Lamentablemente, eso es imposible.

No obstante, lo que sí podemos hacer es aprender el arte de hablar con gracia.

Salomón compara a las palabras bien escogidas con joyas preciosas.  (Proverbios 25: 11-12).  No solamente son preciosas y valiosas, sino que también son difíciles de encontrar.

Seamos claros: ¡no me refiero a que seamos aduladores! Hablar bien significa usar palabras honestas, consideradas y amables, que nacen de la gracia y son motivadas por el amor. En ocasiones, eso significa que nuestros mensajes pueden ser difíciles de ser escuchados, tal vez incluso rechazados, al menos en un inicio. Pablo muestra las características de un mensaje bien expresado en Efesios: Evitar ser ásperos o groseros, hablar lo que edifica y no lo que destruye, ser sensibles y ser ejemplos de integridad (Efesios 5: 3-4, 4:25, 29). La forma en la que hablamos entre nosotros es tan importante como lo que realmente decimos. La gracia que hemos recibido para nuestra salvación se extiende también a nuestro hablar. ¡Al ser dependientes de la gracia de Dios, podemos comprometernos a amar y animarnos mutuamente!

Proverbios: 25:11-12.  El consejo oportuno es precioso, como manzanas de oro en canasta de plata.  La crítica constructiva es, para quien la escucha, como un pendiente u otras joyas de oro.

Autor: Pastor Graham Bulmer

MDC/ag

26 03, 2017

Confianza en la gracia y justicia de Dios

2019-09-09T00:13:55-05:0026 marzo, 17|

Voy a dar por sentado que esto es algo con lo cual todos luchamos. Tengo la tendencia a suponer que, por lo general, siempre sé cómo resolver los problemas y qué decisiones deben tomarse.  Nuestra naturaleza humana siempre nos sitúa en el centro de nuestras percepciones.  Aprender a ver la vida desde las perspectivas de los demás es una consecuencia de madurez.  Hasta cierto punto, he aprendido a valorar las perspectivas de otras personas, pero todavía lucho por apreciar cómo Dios ve las cosas.

Al estudiar las Escrituras aprendo una verdad asombrosa: ¡No soy el centro! Tampoco lo somos como grupo.  Ese lugar está reservado solo para Dios. Pero, si eso es cierto, ¿por qué vemos tanta injusticia y desigualdad a nuestro alrededor? ¡Ciertamente Dios traerá Su justicia a estas circunstancias! Sin embargo, puede parecer que esto no sucede y nos preguntamos: ¿Por qué no?

Aquí hay una segunda verdad asombrosa: la justicia y la gracia de Dios están inseparablemente entrelazadas entre sí, ¡afortunadamente! Mientras yo quiero que Dios «arregle» (o me permita «arreglar») los problemas que me rodean, Él quiere extendernos Su gracia a través de esos problemas. Piedad, paciencia, fidelidad, todas estas cualidades divinas son bondadosas y justas. A menudo, son experimentadas de una manera más real y cercana dentro del contexto de lo que percibimos como injusto. ¡Para desarrollar carácter es necesario enfrentar desafíos!

“No se deleita en la fuerza del caballo, ni se complace en las piernas ágiles del hombre. El SEÑOR favorece a los que le temen, a los que esperan en su misericordia” Salmos 147: 10-11(LBA)

Escrito por: Graham Bulmer es pastor internacional que sirve en Reach Beyond y HCJB Ecuador.  Actualmente trabaja desde su país, Canadá.  Graham fue misionero en Ecuador desde 1999 al 2013.   

 

 

MDC/ag

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