3 07, 2022

La Manta de la Reconciliación

2022-07-03T08:48:00-05:003 julio, 22|

Años atrás, una costumbre del pueblo Canadiense era vestir de mantas o colchas de diversos colores el suelo de un auditorio.  Cada manta representaba el territorio canadiense.  Las personas que estaban presentes se ponían en pie sobre cada una de ellas mientras escuchaban aspectos de la historia que no están contempladas en la educación pública del Canadá.  Este ejercicio tenía una doble función.  Entrar en un viaje a través de la historia que hasta ese momento había estado oculto para el pueblo Canadiense y nuevos inmigrantes. Pero también tenía el significado de sanidad y reconciliación frente a los traumas producidos entre los europeos y los pueblos indígenas del Canadá.

Esta costumbre ancestral se revivió e implementó hace más de 20 años como resultado de los conflictos que se dieron entre los pueblos indígenas del Canadá y el gobierno del mismo. A raíz de las crisis, una de las recomendaciones fue iniciar un proceso de educación pública basada desde una perspectiva indígena.  Es así como surgió la conocida Comisión para la Verdad y la Reconciliación.

La reconciliación sólo puede ocurrir allí donde ha pasado algo malo. Cada conflicto, por grave que sea, puede también ser el comienzo de un proceso de reconciliación, como fue el caso de Canadá. Recordemos que reconciliar hace mención a dejar atrás una pelea o un enfrentamiento, retomando una amistad u otro vínculo que se encontraba interrumpido por una desavenencia.

 

El mayor conflicto del ser humano: la enemistad con Dios. Para terminar con esto, Dios formó una comisión de Reconciliación por así decirlo, conformada por un solo representante, Su Hijo.

Jesucristo, tuvo que llegar a este mundo para reconciliar a la humanidad con Dios.

El apóstol Pablo lo dice su la carta dirigida a los Colosenses: “Ustedes en otro tiempo estaban lejos de Dios. Eran sus enemigos, separados de él por sus malos pensamientos y acciones; pero ahora él los reconcilió consigo mediante la muerte de Cristo en su cuerpo físico. Como resultado, los ha trasladado a su propia presencia, y ahora ustedes son santos, libres de culpa y pueden presentarse delante de él sin ninguna falta.”.

Por lo tanto sí puede haber reconciliación entre Dios y los hombres, nada es imposible.

John Varela

17 01, 2019

Hola amor,

2019-07-07T23:47:36-05:0017 enero, 19|

Sé que probablemente este no sea el mejor momento para escribirte una carta de amor, pero no aguanto más esta tensión y malestar que hay entre nosotros. Juntos siempre hemos superado cualquier tipo de obstáculo o problema que se haya presentado en nuestro camino, hemos sido capaces de hacer frente a cualquier adversidad y hemos vencido las peores tempestades.

Caminar a tu lado me ha convertido en una persona mucho más fuerte, segura y decidida. Es precisamente por eso por lo que estoy tan orgullosa de nuestra relación. Sé que últimamente nos hemos olvidado de todos esos motivos que antes nos hacían sonreír, sé que en estas circunstancias resulta muy difícil acordarse de las razones por las que nos prometimos que siempre íbamos a estar el uno al lado del otro, haciéndonos felices, queriéndonos como nunca antes nadie se ha querido.

Sin embargo, a pesar de todas las discusiones que han inundado nuestras vidas en los últimos meses, mi corazón es incapaz de dejar de latir por ti. Me duele que no seamos capaces de mirarnos a los ojos al llegar a casa y que las palabras de amor y aliento que antes nos dedicábamos, se hayan transformado en palabras hirientes y llenas de desgano.

Sé que tengo muchos defectos y que a veces el orgullo me gana, pero también sé que mi amor por ti es muchísimo más fuerte que cualquier cosa. Por eso, a través de estas líneas, quiero pedirte perdón. Perdón por todas esas cosas feas que alguna vez te he dicho cuando realmente no las pensaba ni sentía, perdón por dejarme llevar por la irracionalidad, perdóname si alguna vez te he herido.

¿Te acuerdas del día en el que nos conocimos?, ¿De cómo empezamos esto? Poco a poco fui enamorándome de ti. Poco a poco fuiste enseñándome en qué consiste la verdadera felicidad, fuiste demostrándome que el amor no tiene por qué doler, porque cuando dos personas se quieren de verdad juntas son capaces de alcanzar el mismísimo cielo con sus manos.

Después de todo lo único que deseo es precisamente esto: volver a alcanzar el cielo contigo… Porque solo tú eres capaz de acariciar mi mano y dejar huella en mi corazón. Porque te amo y eso es más que suficiente.

No habrá un “felices por siempre” si no es contigo.

Recuérdalo. De la mano de Dios y de la tuya, hasta el fin del mundo.

Te amo.

8 04, 2018

Las relaciones son un regalo de Dios

2019-09-09T00:12:42-05:008 abril, 18|

Roberto y María se sentaron en nuestra sala de estar. Sus rostros tensos por la ira, trataban de sonreír a mi esposa y a mí, en un vano intento de ocultar su frustración. Me preguntaba si tendríamos una conversación real o si esto se convertiría rápidamente en una pelea. No pasó mucho para darme cuenta que el matrimonio se había terminado. No porque Roberto y María pelearan con frecuencia, no porque hubieran decidido separarse, sino porque habían llegado a la conclusión de que la reconciliación era imposible.

Unas semanas más tarde, su hijo adolescente se emborrachó y murió en un accidente automovilístico. Cuando supe lo que sucedió, me sentía enojado porque sus padres habían renunciado a su matrimonio. Mientras estaba junto a Roberto y María en el funeral de su hijo, me preguntaba cómo pudieron haber sido las cosas si hubieran sabido que la vida de su hijo estaba por llegar a un final trágico.

No es de extrañarse, entonces, que Dios haya llegado a tales extremos para reconciliarnos con Él. Tampoco es de extrañarse que la Biblia ponga tanto énfasis en la reconciliación. Pablo dijo: «De modo que se toleren unos a otros y se perdonen si alguno tiene queja contra otro. Así como el Señor los perdonó, perdonen también ustedes”. (NVI).  Las relaciones rotas siempre tienen un costo oculto e imprevisto.

Por difícil que sea la reconciliación, las consecuencias de mantener relaciones no reconciliadas son mucho, mucho más difíciles. Comprometámonos a perdonarnos unos a otros, a ser pacientes con los demás y a restaurar las relaciones quebrantadas.

5 04, 2018

Reconciliación con mi pasado

2019-07-07T04:53:28-05:005 abril, 18|

Todos tenemos un pasado lleno de momentos agradables, difíciles, confusos, o complicados de clasificar. Curiosamente los momentos del pasado que tenemos más frescos y casi no podemos olvidar son los que nos causan amargura, dolor y vergüenza. Todos esos momentos que quisiéramos hacer ‘Control Z’.

Los recuerdos amargos pueden ser por acciones nuestras o de los demás. Son cosas que van marcando nuestras vidas, pero que no nos limitan en nuestras acciones presentes ni futuras si aprendemos a sobrellevarlas a través de decisiones como el perdón.

Reconocer y aceptar que tanto nosotros como quienes nos rodean somos personas llenas de defectos. No importa que tan atractivas nos parezcan o que tan perfectas parezcan sus vidas.

Debemos tener presente que todos vamos a fallar en algún momento de la vida.

Si decimos que no tenemos pecado, nos engañamos a nosotros mismos, y la verdad no está en nosotros. Si confesamos nuestros pecados, Él es fiel y justo para perdonar nuestros pecados, y limpiarnos de toda maldad. Si decimos que no hemos pecado, le hacemos a Él mentiroso, y su palabra no está en nosotros.

(I Juan 1:8-10)

 

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