Cuando las palabras lastiman – Parte I

2019-07-07T04:54:01-05:0023 septiembre, 14|

Dice una frase que hay 3 cosas que no regresan en la vida: el tiempo, las oportunidades y las palabras. Y es verdad.

A veces no medimos el poder de nuestras palabras, pueden llevar a alguien hasta las estrellas cuando le dices «te amo» y pueden llevarla al piso cuando pronuncias un «te odio». Pueden cambiar el día de alguien con un «¡Hola! Que gusto verte» o arruinarlo al escuchar un «¡Estás ciego! ¡Mira por donde caminas!».

En los casos que menciono no hablo de actitudes, sino de palabras. Si no fueran tan importantes las palabras, los enamorados no se escribirían cartas, ni los políticos darían discursos. ¡Tan poderosas son las palabras que nos convencen de cosas que muchas veces no son realidad!

Salomón, el hombre más sabio de la tierra lo dijo:

Cuando los sabios hablan, comparten sus conocimientos;
cuando los tontos hablan, sólo dicen tonterías.

Santiago, autor de uno de los libros de la Biblia también habla de la lengua:

Nuestra lengua es una de las partes más pequeñas de nuestro cuerpo, pero es capaz de hacer grandes cosas. ¡Es una llama pequeña que puede incendiar todo un bosque! 

Las palabras que decimos con nuestra lengua son como el fuego. Nuestra lengua tiene mucho poder para hacer el mal. Puede echar a perder toda nuestra vida.

Claramente las palabras tienen un poder que podríamos catalogar de sobrenatural. Quiero compartirte un par de preguntas para evaluarte en este aspecto

  1. ¿Todo lo que digo es cierto?
  2. Cuando hablo ¿utilizo el tono de voz adecuado?
  3. ¿He dicho a otros lo que realmente quería decir?
  4. ¿Me cuesta quedarme callado?

Quiero animarte en esta semana a que tus palabras tengan sentido, tengan sazón, sabor, que contribuyan y no destruyan. ¿Te unes al plan?