¡Corre a las aguas!

2019-07-07T04:56:35-05:0014 noviembre, 14|

Hay un video circulando por internet (advertencia el video muestra violencia animal), donde un joven elefante es atacado por 14 leones (o leonas).

Es increible que un sólo elefante (y de jóven edad) pueda desafiar a tantas amenazas muy reales.

En la vida tenemos muchas amenazas que nos buscan con fauces abiertas y garras expuestas. Mi jefe me tiene en la mira porque tengo que entregar ese reporte de 100 hojas para mañana. Mi mamá se enoja porque no lavé los platos y entré con los zapatos sucios a la cocina. Mi novia me regañó porque su amiga me vio con otra persona y se puso celosa. Mi profe me dió examen sorpresa, tareas para toda la semana y presentación para mañana. No es nada facil.

La vida está llena de leones rugientes, listos a devorarnos.

Pero hay una solución, podemos hacer exactamente lo que hizo el elefante del video:

Correr al agua

Claro, si me meto en la piscina no se va a escribir ese informe que espera mi jefe, pero hay un río metafórico que me puede dar soluciones reales.

«Cualquiera que bebiere de esta agua, volverá a tener sed; mas el que bebiere del agua que yo le daré, no tendrá sed jamás» – Juan 4

…ni le afectará de la misma manera el estrés, ni se dejará sobrellevar por los problemas. Nosotros somos humanos y buscamos soluciones a nuestros problemas en las cosas que conocemos como humanos pero así es casi imposible conseguir respuestas. Sin embargo Jesucristo ofrece agua viva que nos quitará la sed por siempre.

El agua de Cristo no nos quitará los problemas. No nos quitará las tristezas y las dificultades. No hará desaparecer los leones que nos persiguen. Pero así como el elefante que entró al arroyo, tendremos un alivio de lo que nos persigue. No podemos hacer desaparecer al profesor ni a nuestra novia, pero podemos tomar un sorbo de agua, respirar profundo y continuar con fuerzas renovadas.

Corre a las aguas y se alejarán los leones. Cuando regresen mañana corre nuevamente al agua, no tenemos sed una sóla vez en la vida, por lo mismo no podemos buscar a Cristo una sóla vez en la vida, sino todos los días.