En redes sociales es común ver hashtags como #nodaysoff (Sin días de descanso en español), y esto puede llevar a pensar que se debe entrenar intensamente todos los días para ver resultados.

La realidad es que varias personas están en una etapa distinta de entrenamiento, por lo que es absolutamente vital escuchar a tu cuerpo antes de ir más allá de tus límites, ya que al entrenar demasiado aumentas el riesgo de lesionarte.

Cuando no descansa lo suficiente, puede ser difícil hacer su rutina normal, y mucho menos desafiarse a sí mismo. Por ejemplo, es posible que esté menos motivado para hacer una repetición adicional o correr un kilómetro más.

Incluso si se esfuerza, el sobreentrenamiento disminuye su rendimiento. El descanso tiene el efecto contrario. Aumenta la energía y previene la fatiga, lo que prepara su cuerpo para entrenamientos consistentemente exitosos.

Si bien el ejercicio regular puede mejorar su sueño, los días de descanso también son útiles.

La actividad física aumenta las hormonas que aumentan la energía como el cortisol y la adrenalina. Sin embargo, el ejercicio constante sobreproduce estas hormonas. Te resultará difícil conseguir un sueño de calidad, lo que solo empeora la fatiga y el agotamiento.

De acuerdo al portal especializado Healthline, la cantidad de veces que debes tomar un día de descanso depende de la intensidad y la rutina que estés siguiendo.

• Por ejemplo, para las personas que realizan ejercicios cardiovasculares ligeros, tales como bailar o caminar tranquilamente, no es necesario tomarse un día libre.
• Si realiza una actividad aeróbica moderada o vigorosa, los días de descanso son esenciales. Se recomienda tomar un día de descanso cada tres a cinco días.

También se recomienda realizar entrenamientos de bajo impacto, tales como caminar, nadar o andar en bicicleta, los cuales te ayudan a mantenerte activo sin sobrecargar tu cuerpo.