Leer despacio y profundamente
La lectura virtuosa comienza por leer detenidamente, al entender las palabras en la página, por "ser fiel al texto y al contexto, interpretar con precisión y perspicacia”. Este hábito de la lectura atenta, o lectura profunda, en realidad ayuda a cultivar la virtud, porque este tipo de lectura requiere paciencia, el combustible de la atención; requiere prudencia, una clave para la interpretación; y requiere temperancia, una necesidad para apartar el [...]