La vida es muy ocupada. Cada día ir a la escuela, practicar algún deporte, escuchar música, salir con amigos, dedicarle tiempo a la familia, ir a trabajar y no descuidar tu relación con Dios. Pueden resultar una hazaña ciertos días al intentar balancear todas las que debes hacer. Lo más probable es que tengas la presión de tus padres para que te esfuerces ya sea en la escuela, en los deportes o en la música. Recibes presión de tus amigos para pasar el rato o salir con ellos, vestirte o comportarte de cierta manera.
Hay un montón de estrés y presiones que vienen sobre ti cada día. El estrés es parte de la vida, pero ¿hay acaso alguna forma de lidiar con él o apaciguarlo?
- Confía en otros. Cuando estás realmente sobrecargado con las presiones de la vida , está bien pedir ayuda. Puedes confiar en alguien más, por ejemplo puedes pedirle a un amigo que te ayude con la tarea de matemática o quizás puedes pedirle a tu herman@ que te ayude con las tareas domésticas que te corresponden. O puedes a lo mejor pedirles a tus padres consejo para la gestión de todas tus tareas.
- Confía en Dios. Dios no te puso en la tierra para dejar que te resuelvas como puedas. Él está disponible y dispuesto a escuchar y quiere que compartas con Él lo que te está pasando.
- Quita las cosas extras. Muchas veces, el estrés viene por comprometerse con muchas cosas. Puede que te hayas ofrecido a ayudar a entrenar fúbol a niños pequeños, salir con tus amigos, ir al cine a ver películas con tu novia o tu novio, y a enseñarle a usa el celular a tu abuelita. Aunque todas estas cosas son geniales, quizás no estás siendo realista con el tiempo para poder ejecutarlas todas exitosamente. Debes decir ‘no’ a algunas.
- Determina la presión real. Asegúrate de que la presión y el estrés que sientes sean reales. A lo mejor te sientes estresad@ porque sientes que tus padres quieren que seas mejor en el fúbol. Quizás no sea el caso. Puede que tus padres no te estén poniendo ninguna presión en ello. Esta presión simplemente está en tu cabeza y en lo que tú piensas que ellos quieren de ti. Tienes que aprender a separar la presion real de la presión que solo se encuentra en tu mente.
- Comunícate con otros. Si estás estresado y tienes muchas cosas por hacer, comunícate con otros sobre esto. Por ejemplo, si tienes que hacer un gran proyecto de la escuela para entragar el lunes y tienes un presentación importante con tu banda el sábado (y tienes que ensayar), hazle saber a tu profesor. Algunas veces, cuando tienes buenas notas y buen comportamiento con tus profesores, ellos pueden dejarte presentar el proyecto un par de días después. Es importante comunicarse y ver si hay alguna solución para tu situación.
- Encuentra actividades que te ayuden a despejarte. Averigua qué te ayuda a desestresarte. Puede ser tomar un largo baño, leer un libro, o dar un paseo en bicicleta. Sea lo que sea, asegúrate de encontrar unos minutos a la semana para realizar esta actividad. Esto es muy importante.
Estos son algunos tips o recomendaciones para ayudarte a lidiar con el estrés. La vida es estresante algunas veces, pero es bueno saber que cuando te sientes presionado puedes ir a Dios. Dios siempre está dispuesto a ayudarte con la presión de la vida. Él puede darte la sabiduría necesaria para atravesar cualquier situación. Entonces sin importar cuan estresado te sientas, siente el reconfort de saber que Dios está ahí para ti y cuida de todo lo que sucede contigo.