Confiamos en ti, y creemos en cada talento y virtud que nuestro buen Dios ha puesto en tu vida.
Desde siempre has sido, eres y serás una bendición para nosotros, pero sabemos también que la gente allá afuera necesita de tu luz, de esa que emanas cada vez que sonríes y entregas tu corazón.
El mundo de hoy, está lleno de todo lo malo, lo injusto, lo dañino y lo egoísta que no quisiéramos que tuviese cerca; pero, aun así, confiamos en lo maravilloso que nuestro Señor hace cada día en tu corazón, porque tú así se lo permites.
Por eso tenemos la confianza de saber que criamos a un ser capaz de vivir libre, pero a la vez consciente, que conoce lo bueno y lo malo y busca hacer, lo que sabe que es correcto.
No eres perfect@ y lo sabemos, aún si llegases a fallar, aquí estaremos, amándote incondicionalmente. Solo no olvides ser luz en medio de tanta oscuridad; marcar la diferencia entre el montón y dejar bien en alto el nombre de “seguidor de Cristo”.
Te bendecimos. Te amamos. Deseamos todo lo bueno sobre tu vida y puedes estar confiad@ de que nuestras manos estarán para ti.
Ve, esfuérzate y sé valiente, que Dios irá contigo por siempre.
Tus padres.