El aguacate se ha convertido en una de las nuevas palabras mágicas dentro de la cocina. Se ha convertido en una de las frutas con más demanda en los últimos años en el mundo, tanto en producción como consumo.
El fruto, considerado como el nuevo “oro verde”, presenta una textura cremosa, verdosa o amarillo pálido, con un sabor avellanado y al que se le atribuyen “justa o injustamente” propiedades afrodisiacas.
Además, es la fuente del 70% de los aminoácidos que necesitamos. Presenta un alto contenido en fibra, la cual ayuda como saciante, evita el estreñimiento y regula los niveles de glucosa en sangre.
En cuanto a las vitaminas, encontramos vitaminas A, B, C, D, E, y K, lo que lo hace un excelente antioxidante con alta capacidad astringente. Por otra parte, presenta un alto contenido en minerales (potasio, calcio, magnesio, fósforo, hierro, cobre y zinc). Destaca la capacidad de favorecer la absorción de calcio por su elevado contenido en vitamina D, disminuyendo de este modo la descalcificación de los huesos.
Un estudio realizado en la Universidad de Yale alababa las virtudes de esta fruta por la alta presencia de ácido graso monoinsaturado. Se parece bastante a la que presenta el aceite oleico (el del AOVE), y podría ayudar a combatir los efectos originados por enfermedades como la esclerosis múltiple.