Hola.

Sé que puede ser muy difícil esta situación, que por las noches desesperas y hasta crees que jamás será diferente.

Sé de la cantidad de hojas de vida que has repartido. Sé que en cada entrevista de trabajo pones pedacitos de esperanza, que se termina yendo cuando no recibes la llamada que tanto esperas.

Lo estás haciendo bien. No te rindes y es maravilloso.

Solo que hoy aparecí para recordarte que tu mayor profesión y trabajo, es ese que haces con los tuyos, en tu hogar.

Que tu jefe es el mejor de todos porque cuida de ti y en serio eres valioso e irremplazable para él. Tu contrato es del cielo, y no terminará nunca.

Eres un obrero en manos del gran alfarero y él conoce tus necesidades y está comprometido en suplirlas. No temas, no desmayes, en el cielo no existe crisis y Dios cuida de tu familia.

Sigue intentando, sigue siendo diligente, pero duerme con paz, sabiendo que cada mañana, hay una nueva oportunidad.

 

“Yo voy a hacer algo nuevo, y verás que ahora mismo va a aparecer. Voy a abrir un camino en el desierto y ríos en la tierra estéril.”

(Isaías 43:19)