Dicen por ahí que en una ocasión alguien le dijo a Dios: “Por favor, dame paciencia, ¡pero dámela ya!”
Paciencia no es únicamente esperar, como muchos piensan. Ser paciente implica saber esperar con la actitud correcta. ¿A qué me refiero? Veamos un ejemplo:
- Estás esperando el autobús, se demora en llegar. Empiezas a insultar a toda la empresa de buses, al clima, a los choferes, al despertador, al gobierno. Aparece el autobús, te subes y te vas.
La paciencia no tiene que ver únicamente con esperar, sino con mantener una actitud correcta mientras lo hacemos.
Ojo, no me refiero a que debemos ser muñecos de porcelana que se mantienen con una sola cara mientras todo sucede, sino a entender que estamos dentro de un proceso y podemos vivirlo con apuro… o con paciencia.
En Colombia tienen una frase que me hace reír mucho cada vez que la escucho: no comas ansias. Hace unos días, estábamos caminando con un amigo, y le decíamos: ¿y que hay allá? y él nos decía “ya vamos a llegar”. Minutos después, nuevamente preguntábamos por algo que veríamos después, y él decía “tranquilos, aprovechen este lugar”. Y luego de mucho insistir sobre el futuro del recorrido, nos dijo ¡no coman ansias!
A veces, en nuestro caminar con Dios, nos pasamos comiendo ansias en lugar de aceptar el lugar donde estamos, entendiendo que todo es un proceso que debe ser caminado con paciencia. La paciencia nos permite esperar con confianza en Dios está haciendo algo, aunque no parezca.
También es necesario aclarar que la paciencia no siempre está ligada con la felicidad. En una ocasión vi a mi papá llorar en una silla de hospital. Él no estaba feliz, pero veía paciencia en su corazón. Esperaba saber lo que dirían los doctores con una actitud adecuada, no ordenándole a Dios lo que debería hacer, sino descansando en que Dios haría lo que él sabe hacer.
Nuestra actitud ante las situaciones que demoran puede ser de confianza y paciencia con Dios, aceptando y viviendo un día a la vez, o puede ser de apuro, inquietud, angusta, ansiedad. Nosotros elegimos cómo vivir.
Piensa en una situación de tu vida en la que requieres ser más paciente.
Sin embargo, si esperamos recibir algo que todavía no vemos,
tenemos que esperarlo con paciencia.
Romanos 8:25