¡Cuidado, no pequen más! Cuando llegue la noche y se acuesten a dormir, pónganse a pensar en todo lo que han hecho. Ofrézcanle a Dios lo que él les ha pedido, y pongan su confianza en él. (Salmo 4: 4-5) (TLA)
Todos tenemos hábitos, cuando hablo de hábito me refiero a esa prácticas, rutinas o costumbres que tenemos y hacemos, también me refiero a la conducta nuestra que llevamos a diferentes lugares.
Los hábitos son formados en la familia, primero lo vemos y luego lo hacemos, estudios realizados dicen que para construir un hábito se necesitan 21 días seguidos pero esto ya ha sido corroborado por la Dra. Phillippa Lally con el estudio de la neurociencia mismo que dice que se requiere de 66 días para crear un hábito y también para eliminarlo. Es más fácil construir un hábito que eliminarlo. Si cambiamos un hábito de seguro nuestras vidas cambian.
Ejemplo: muchos tenemos la costumbre de tender la cama por las mañanas (apenas nos levantamos) otros no, muchos tienen el hábito de lustrar sus zapatos, otros no; muchos tenemos la práctica de bañarnos pasando un día, otros lo hacen diario, otros dos veces por semana y otros nunca; hay familias que se sientan alrededor de la mesa para compartir la comida y otras alrededor de la TV. Son hábitos (unos consideran buenos hábitos y otros no).
Se ve en algunos sitios una frase como “no olvides decir, buenos días, buenas tardes, buenas noches, muchas gracias, por favor, perdón, hola”, en los carros se ve estas frases “cede el puesto a las mujeres embarazadas, con niños en brazos y a las personas de la tercera edad” estos hábitos son culturales o globales. te invito a que te formules las siguientes preguntas: ¿Qué clase de hábitos tengo? ¿Considero que debo eliminar algunos y cultivar otros?