El insomnio es un problema que afecta a muchas personas y que interfiere en el desarrollo de la vida cotidiana. Entre las medidas que se pueden tomar para casos leves, se encuentra la ingesta de magnesio.
Millones de personas en el mundo sufren insomnio. En especial, las mayores de 55 años, aunque puede hacerse presente en todas las edades. El estrés, los malos hábitos en el sueño o el consumo nocturno de cafeína y alcohol son causantes. El magnesio aparece como una posible solución natural para mejorar el sueño.
¿Qué es el magnesio y para qué sirve?
- Protección de la salud inmunitaria.
- Regulación de la cantidad de azúcar en sangre.
- Participación en la producción de energía.
- Aportes al sistema nervioso y al desarrollo muscular.
- Colaboración en el desarrollo de los huesos.
- Consecuencias de un nivel bajo de magnesio
La escasez de magnesio puede alterar los niveles de melatonina, la hormona asociada a la inducción del sueño. Es por esta razón que se lo vincula con el problema del insomnio.
Entre los hábitos saludables en general, se deben considerar las siguientes recomendaciones que contribuirán con un sueño ideal:
Tomar magnesio antes de dormir (aproximadamente tres horas antes), debemos evitar ingerir grandes porciones de alimentos sobre todo con altos contenidos calóricos, y realizar ejercicios, ya que estas actividades activan nuestro cerebro y nos mantiene en estado de alerta, lo que hará más difícil la inducción del sueño.
El ambiente de nuestra habitación debe ser un lugar que invite al descanso, a la paz y a la tranquilidad, que tenga poca iluminación, lo menos ruidoso posible y con una temperatura a nuestro gusto.
Nuestra cama es el recinto para el descanso, por lo que debe ser sólo para dormir y tener relaciones sexuales. Una cama con lencería de texturas agradable, preferiblemente de colores claros, hará una superficie más atractiva para nuestro descanso. Es importante evitar hacer otras actividades en ella como el uso de la computadora, el celular, comer, discutir con la pareja, ver películas, entre otras.
Nuestra habitación no debe ser otra oficina.
Evita tener un reloj visible, ya que puede producir un constante chequeo de la hora.
La posición al dormir será aquella en la que consigas mayor comodidad y relajación.