Una de las partes de la Biblia que me llevan a evaluar el estado de mi corazón es cuando Dios le pide a Abraham que sacrifique a Isaac. Con el nacimiento de Isaac la promesa de Dios a Abraham se cumplió. Dios le había dado descendencia, lo había prosperado y bendecido muchísimo, pero el tiempo de volver a ser probado llegó (Génesis 22:1).
¿Qué le pide Dios a Abraham? (v.2)
¿Y qué decide hacer Abraham? (vv.3-6, 9-10)
Abraham hizo TODO lo que Dios le dijo. A él no se le ocurrió en ningún momento que esto podría venir de Satanás. Él sabía que Dios estaba detrás de esta prueba terriblemente difícil. Y a pesar de todo lo que pudo haber pensado y sentido, Abraham obedeció. Sería muy tonto pensar que él estaba “feliz” con lo que Dios le pedía. ¡Por supuesto que no estaba feliz! ¡Se debía sentir mal en extremo!
El camino hasta el monte debió ser una agonía preguntándose tantas cosas. ¿Por qué Dios me da un hijo y ahora me pide que lo sacrifique? ¿Por qué esperarlo 25 años para perderlo en un solo instante? ¿Por qué me hizo promesas que ahora quiebra? ¿Es que acaso Dios es igual a los insensibles dioses paganos que reclaman sacrificios de vidas humanas?
Si Isaac muere todo el propósito se echaría a perder, ¿acaso Dios no lo sabe? ¿Por qué entregar a Isaac si lo amo profundamente?
Ahora, sincérate contigo mismo.
¿Cuáles son las cosas o personas que más amas?
Quizá no estás segur@ de la respuesta y te preguntas: ¿Cómo puedo saber qué es lo que más amo?
Las siguientes 2 preguntas te ayudarán a descubrirlo.
- ¿Qué es lo que más te dolería perder?
¿Qué es “eso” que si algún día lo llegaras a perder, te lo robaran, se muriera, o se fuera de tu vida te produciría un tremendo dolor y una gran angustia?
“Eso” que más te dolería perder es lo que más amas. - ¿A qué le dedicas tu tiempo y en qué gastas tu dinero?
El tiempo que voluntariamente le dedicas a algo o a alguien es una medida importante del “amor” que sientes por “eso”. Lo mismo se aplica al dinero que inviertes o gastas.
Imagínate ahora a Dios pidiéndote que le entregues “eso” que más amas. ¿Cómo te sentirías?
¿Qué pensarías de Dios?
Cuando Abraham estaba a punto de sacrificar a Isaac, Dios lo detiene y le prohíbe lastimarlo. ¿Por qué piensas que Dios hace esto? (vv.11-13)
Dios le permitió quedarse con lo que amaba (con su hijo) sólo después de haber probado su corazón y su amor. Isaac había llegado a ser tan importante para Abraham que el amor por él ocupaba el mismo lugar que el amor por Dios. Teniéndolo a Isaac, Abraham lo tenía todo. Se sentía seguro, con ganas de vivir, completo y no necesitaba nada más, o necesitaba menos que antes de Dios. El corazón de Abraham ya no le pertenecía totalmente a Dios, ahora también le pertenecía a Isaac. Por esto Dios lo puso a prueba. Dios no comparte tu corazón con nada ni con nadie. Él tiene todo el derecho de ser el único en tu vida. Él demanda ser el Señor de tu vida.
¿Qué nombre le dio Abraham a aquel lugar? (vv. 22:14)
¡Dios proveerá! En el lugar de la comunión, en el lugar de la revelación, Dios te proveerá. Esta es la misma palabra de fe que Abraham ya había declarado (v.8). En Dios tenemos todo lo que necesitamos, Él es el TODO y la mejor porción que podemos tener.
¿Cómo Dios bendice a Abraham luego de haber probado su corazón? (vv. 15-18)
Con su palabra de fe y su actitud de obediencia, Abraham le demostró a Dios que Él volvería a ser lo primero y lo más grande en su corazón. Y Dios lo bendijo mucho más que antes (las riquezas se encontraban en Dios).
Hay muchas cosas importantes en tu vida y seguramente amas a algunas de ellas más que a otras: tus padres, tu familia, un amigo/a especial, tu novia/o, el dinero, el ministerio, los estudios, el trabajo, la ropa, un instrumento musical, etc. Pero nada de esto puede tener el primer lugar en tu corazón. A «eso» que más amas Dios te pide que lo entregues para que lo coloques a Él primero. Dios es tu seguridad, tu valía, tu confianza, tu esperanza. No dependas de las cosas o de las personas sino de tu relación personal con Él. Solo en Él estás segur@.
ESCRITO POR: Jorge Luis Rodríguez