Hace días atrás, el ambiente en las calles, la programación en los medios, y los mensajes en las Iglesias, se han volcado a la “Semana Mayor”, “Semana Santa” o “La Semana de la Pasión de Cristo”, refiriéndose a los días previos a la muerte de Jesús en la cruz.
Este mismo Cristo que marcó un antes y después en la historia de la humanidad, sigue provocando en la actualidad discusiones en torno a quién es él en verdad. ¿Quién es Jesús para ti? Muchos repiten la actitud de los hermanos de Jesús, al sembrar en nuestra mente y corazón, dudas sobre su divinidad. Así lo describe Juan en el capítulo 7 cuando escribe:
“Tiempo después Jesús recorrió la región de Galilea. Quería alejarse de Judea, donde los líderes judíos estaban tramando su muerte; 2 pero se acercaba el tiempo judío del Festival de las Enramadas, 3 y sus hermanos le dijeron: —¡Sal de aquí y vete a Judea, donde tus seguidores puedan ver tus milagros! 4 ¡No puedes hacerte famoso si te escondes así! Si tienes poder para hacer cosas tan maravillosas, ¡muéstrate al mundo! Pero decían esto, pues ni siquiera sus hermanos creían en él”.
También están los que han oído de la fama de Jesús y quieren ser parte del gran show para ser entretenidos por Él. El Doctor Lucas, escribe al respecto: “La noche cuando Jesús fue apresado, los principales sacerdotes lo llevaron a Pilato. Cuando este se enteró que Jesús era Galileo, lo enviaron a Herodes Antipas. Al ver a Jesús, Herodes se alegró en gran manera, pues hacía mucho tiempo que lo quería ver por lo que había oído hablar de Él, y esperaba ver alguna señal que Él hiciera”.
Y finalmente Jesús sigue sorprendiendo como lo hizo en el pasado. Muchos consideraban que Jesús por ser un simple carpintero no podía enseñar a otros. Tal como sucede en algunos lugares donde sinónimo de cristiano es ser ignorante. Mateo escribe lo siguiente:
“Jesús regresó a Nazaret, su pueblo. Cuando enseñó allí en la sinagoga, todos quedaron asombrados, y decían: «¿De dónde saca esa sabiduría y el poder para hacer milagros?». 55 Y se burlaban: «No es más que el hijo del carpintero, y conocemos a María, su madre, y a sus hermanos: Santiago, José, Simón y Judas. 56 Todas sus hermanas viven aquí mismo entre nosotros. ¿Dónde aprendió todas esas cosas?». 57 Se sentían profundamente ofendidos y se negaron a creer en él”.
Los hermanos de Jesús dudaban de sus enseñanzas, los gobernantes como Herodes buscaban entretenimiento, y los más doctos no podían aceptar que un carpintero les enseñe. ¿No te parece que estas situaciones se repiten o son similares en nuestros tiempos, frente a lo que significa para cada uno la persona de Jesucristo?
Nuestra respuesta, hoy por hoy, debe ser diferente a la de las multitudes. Nuestra respuesta a su invitación de salvación y mensaje de amor debe ser como lo hizo aquel sencillo pescador, que miró en Jesús la autoridad que no tenían los religiosos; que fue testigo de aquel amor que Jesús predicaba por medio de su ejemplo cuando tocó al leproso, sanó al enfermo, bendijo a los niños, levantó a los muertos, y cuando lo insultaron no respondió igual. Que nuestra respuesta a Jesús hoy sea como lo dijo Pedro: Tú eres el Mesías, el Hijo del Dios que vive y da vida.
Autores: John y Tammy