Cuando una persona siente de repente un fuerte dolor en el oído, la temperatura le sube, se encuentra mareada y solo quiere estar acostada, es que probablemente sufre una otitis.
La otitis media aguda es una inflamación repentina del oído medio que se desarrolla a menudo después de una infección de las vías respiratorias superiores, por ejemplo, después de un resfriado, o en los niños durante o después de un catarro.
Los síntomas típicos son dolor de oídos y fiebre, sobre todo si se trata de niños pequeños. En estos últimos y en los lactantes también se suelen presentar síntomas más generales como una diarrea leve, vómitos, dolor abdominal o inquietud.
Los niños de entre uno y tres años de edad suelen tener más probabilidades de verse afectados por la inflamación del oído.
En la mayoría de los casos, el oído se cura solo. “La enfermedad suele ir desapareciendo, por lo que no es aconsejable recetar una medicación general con antibióticos”, indica la otorrinolaringóloga Linda Diederich.
A menudo ayuda esperar un día o dos y durante este tiempo usar gotas nasales para mejorar el flujo de los gérmenes. Para el dolor, pueden administrarse medicamentos como el paracetamol o el ibuprofeno en forma de supositorios o jarabe, en dosis apropiadas para la edad.
Un remedio popular para la inflamación del oído medio es la aplicación de compresas de cebolla. La bióloga y homeópata Isabell Wustlich es una defensora de la medicina alternativa y ha tenido muy buenas experiencias con esta medida. “Especialmente cuando la otitis media se produce por primera vez, es muy fácil intervenir de forma natural”, explica.
Para las compresas de cebolla, se cortan las cebollas en trozos pequeños, se envuelven en un paño y se coloca sobre la calefacción.
Una vez que esté caliente se sujeta con una cinta en el oído afectado del niño.
Según Wustlich, también se puede tratar una ligera inflamación del oído medio con compresas de flor de manzanilla.
Aquí las flores se envuelven en un paño fino y se calienta la compresa con la ayuda de una bolsa de agua caliente. Una vez que esté bien caliente la compresa de flores se coloca en el oído dolorido.
Cuando se trata de adolescentes, un baño de vapor de manzanilla puede ayudar. Se agrega agua hirviendo a las flores de manzanilla y se cubren durante unos cinco minutos mientras se empapan bien. La oreja afectada se mantiene sobre el vapor de la flor de manzanilla durante unos minutos.
Además, explica la homeópata, las gotas nasales de solución salina, los aerosoles nasales homeopáticos y los bálsamos o la inhalación con solución salina también tienen un efecto descongestionante. Y agrega que se deben administrar gotas nasales y no aerosoles nasales a los niños muy pequeños, ya que estos últimos pueden ser demasiado agresivos.