El dolor de pies puede estar causado por múltiples factores desde un excesivo peso corporal o caminar y correr con un calzado inadecuado hasta condiciones como la fascitis plantar, tener pie plano, el espolón óseo, la artritis, entre otras.
Pasos a seguir:
Si tus pies están doloridos y cansados, un baño de pies con agua y sal marina puede ser lo que necesitas para sentir alivio. Este tratamiento servirá para reactivar la circulación sanguínea y desinflamar los pies en caso de que estén un poco hinchados. Llena un recipiente bastante amplio con agua tibia y agrega dos cucharadas grandes de sal gruesa. Luego, sumerge tus pies en el recipiente, masajéalos y deja que reposen allí durante 20 minutos. Pasado este tiempo, te aconsejamos aplicar agua fría en los pies para favorecer el flujo sanguíneo y, por último, secarlos con una toalla y humectarlos con una crema hidratante y relajante.
En lugar de sal marina, también puedes agregar unas gotas de aceite esencial de menta al agua para el baño de pies. Este es uno de los aceites más empleados en aromaterapia por su gran efecto relajante, además de que combate los dolores musculares, la pesadez y la hinchazón
ocasionada por problemas circulatorios. Otra opción es añadir a una compresa de agua tibia o fría unas gotas de aceite de menta y masajear los pies con ella empezando por la planta y ascendiendo hasta llegar a la parte de los dedos.
El jengibre es una raíz con muchísimas propiedades beneficiosas para la salud, y entre ellas encontramos que es un buen remedio natural para aliviar dolores y procesos inflamatorios. Es por ello que puede servirte para reducir las molestias en los pies y dejarlos como nuevos después del tratamiento. Primero, tienes que añadir jengibre rallado o molido a 1,5 litros de agua hirviendo y dejar reposar unos 5 minutos. Cuando la preparación esté tibia, viértela en un recipiente para que puedas sumergir los pies en él y dejarlos en remojo durante 20 minutos. Este remedio casero también favorecerá la reactivación de la circulación sanguínea.
Otro de los remedios caseros para aliviar el dolor de pies que puedes probar es un baño de pies con agua y pepino. Esta hortaliza es un excelente relajante muscular y muy bueno para combatir el cansancio de pies después de largas caminatas o de haber realizado ejercicio físico. Para hacer este tratamiento natural, no es necesario que peles los pepino, solo tienes que triturar dos pepinos con la batidora y dejar que la crema obtenida se enfríe en la nevera. Luego, añade la crema de pepinos en un recipiente con agua tibia y sumerge los pies.