Cúrcuma: La cúrcuma es una especia excelente que no debe faltar en nuestra cocina debido a sus numerosas propiedades. Se le atribuyen efectos antioxidantes, anticancerígenos y antiinflamatorios. Además, favorece el bloqueo de inmunoglobulina E, previniendo o disminuyendo los síntomas de las alergias.La podemos usar añadiendo menos de una cucharadita diaria a sopas, guisos, cremas, salteados,entre otras recetas. Como no tiene un sabor muy fuerte, también la podemos incluir en batidos y postres.
Té verde: esta ancestral bebida es uno de los mejores antihistamínicos naturales que existen. Dicho de otra forma, el té verde regula la producción de histamina, una sustancia involucrada en las respuestas del sistema inmunitario, aliviando así los síntomas de la rinitis alérgica. Puedes tomarte hasta tres tazas diarias.
Vinagre de manzana: este ingrediente contiene poderosas propiedades antibióticas y antihistamínicas, lo que contribuye a reducir la intensidad de los síntomas de esta molesta enfermedad, como los constantes estornudos, los dolores de cabeza y la congestión nasal. También, influye a la hora de regular el sistema de respuesta inmune del organismo. Para este remedio, sírvete una taza de agua tibia y agrégale dos cucharadas de vinagre de manzana, una de miel y otra de jugo de limón. Mezcla bien y bebe. Puedes tomar esta infusión de dos a tres tazas al día
Rama de regaliz: gracias a sus propiedades antiinflamatorias, esta planta medicinal ha sido usada desde la antigüedad para tratar diversas enfermedades, entre ellas la rinitis alérgica. Esto es así, ya que ayuda a combatir la tos y ayuda a expectorar. Ya sea que chupes un trozo de su rama, prepares una infusión o lo ingieras en pastilla, el regaliz es un remedio excelente para combatir esta afección.