Históricamente, para aliviar los síntomas de la hiperplasia benigna de próstata, se han venido utilizando extractos de plantas medicinales. De hecho, aún hoy en día muchos de los medicamentos de prescripción médica de los que se dispone para su tratamiento son fabricados a partir de extractos vegetales. Las principales plantas utilizadas son:
- Sabal
Es una palma enana americana que los indios utilizaron desde hace cientos de años para tratar los problemas específicos de los varones, y se describe su uso en el tratamiento del agrandamiento de la próstata desde 1800. La parte utilizada es el fruto, del que se extrae un extracto graso conocido como “extracto lípido-esterólico”, rico en ácidos grasos libres (ácidos: oleico, láurico, mirístico, linoleico y linolénico) y otras sustancias como esteroles y triglicéridos.
Tiene sobre la próstata un efecto antiandrogénico (es capaz de inhibir los efectos biológicos de los andrógenos u hormonas sexuales masculinas), antiinflamatorio, antiedematoso (reduce la acumulación de líquido) y antitumoral. Se indica para el adenoma benigno de próstata y para aliviar los síntomas urinarios asociados. Algo importante es que no produce cambios en los niveles hormonales de testosterona ni de otras hormonas.
- Ciruelo africano o pígeum
Ciertas tribus africanas ya utilizaban el polvo de su corteza para mejorar las micciones difíciles en las personas de edad avanzada. En base a estas observaciones, a mediados del siglo pasado se desarrolló el método que permitió obtener, como en el caso de la serenoa, un extracto que contiene un complejo lípido-esterólico. Su efecto es también parecido al de la serenoa y de hecho, a menudo se combinan ambos extractos.
- Ortiga mayor
Se emplea la raíz, que contiene entre otros componentes polisacáridos, una lectina (UDA) y ácidos grasos y compuestos lipofílicos de tipo esteroide. Entre los ácidos grasos, el ácido 9-Hidroxi-octadecadienoico, ha demostrado inhibir la actividad de la enzima aromatasa, que es una enzima que juega un papel muy importante en la síntesis de los estrógenos. Tiene por lo tanto una acción a nivel de las hormonas, ayuda a inhibir el crecimiento de la próstata y tiene efecto antiinflamatorio.
La Agencia Europea del Medicamento (EMA) en la monografía de la ortiga mayor, indica la raíz para el “alivio de los síntomas del tracto urinario inferior asociados a la hiperplasia benigna de próstata (HBP)”. Se puede utilizar como tratamiento coadyuvante, o en los casos más leves o de inicio, en que aún no está indicado un tratamiento farmacológico, como único tratamiento para aliviar los síntomas. De estas tres plantas, lo más aconsejable es utilizar preparados farmacéuticos estandarizados en principios activos para garantizar su eficacia.
- Calabaza
Se emplean sus semillas, las cuales son ricas en lípidos especialmente en ácido linoleico que representa la mitad de éstos. Además contiene vitamina E, esteroles y proteínas. Estos lípidos han demostrado que disminuyen de manera significativa los niveles de dihidrotestosterona en el tejido de la próstata y también la presión de la vejiga y de la uretra.
La Agencia Europea del Medicamento (EMA) aprueba el uso tradicional de las semillas de calabaza para tratar las molestias a la hora de orinar asociadas a la hiperplasia benigna de próstata y a la vejiga inestable. Esta planta también se puede utilizar como tratamiento coadyuvante, o en los casos más leves o de inicio como único tratamiento, sobre todo para aliviar los síntomas nocturnos.