Hay veces en que podríamos pensar que todo a nuestro alrededor está mal y ahí es cuando empezamos a mirar que las circunstancias de otros son mejores que las nuestras.

Empezamos a compararnos y objetamos cosas como:

Si no tuviera los padres que tengo

Si tuviera más recursos económicos

Si fuera un poco más alto o menos gordo

Si no hubiera nacido en este lugar

Si hubiera viajada a otro país

Si nunca te hubiera conocido

Si tan solo…

Vivimos recriminando nuestro pasado por todas las cosas que nos ocurrieron y pensamos que si tuviéramos otras habilidades o hubiéramos tomado otras decisiones, nuestra vida sería mejor, y terminamos quedándonos o lamentándonos.

Pero la vida en ninguna forma está diseñada para sentirla como derrota, tu puedes volver a empezar, no necesitas una fecha especial, ni que cambie tu presente o tengas una gran oportunidad, como ganarte el pozo millonario para que cambie tu suerte; empieza con lo poco que tengas, tal vez una idea, un proyecto, una decisión, se valiente y lánzate esta vez, no te detengas ante el temor de creer que no funcionara igual que siempre.

El HOY puede ser las oportunidad de que empieces a construir tu meta, de no ser así hoy no estaría con el amor de mi vida, quien de una vez por todas se decidió a decirme que me amaba y que quería casarse conmigo, la decisión parecía muy fácil y hasta romántica con el pequeño detalle de que yo ya estaba comprometida con alguien más, pero lo intentó y aquí estoy feliz, de que tanto él como yo hubiéramos dicho que sí. Acuérdate a todos nos llega la hora, solo no la dejes pasar por temor a fracasar.

“Me volví y vi debajo del sol, que ni es de los ligeros la carrera, ni la guerra de los fuertes, ni aun de los sabios el pan, ni de los prudentes las riquezas, ni de los elocuentes el favor; sino que tiempo y ocasión acontecen a todos.”

FUENTE: Carli Rivera