Devocional de 10 días para… un papá que deja huellas
“Papá: echa sobre el Señor tu carga, y Él te sustentará; no permitirá que el padre justo sea sacudido jamás.”
(Salmo 55:22, adaptado)
Con la palabra “padre” añadida —y sin cambiar el sentido del texto— aplicamos esta promesa a ti, papá, que hoy sientes el peso de llevar a cuestas a tu familia y pareciera que tu espalda ya no puede más.
Este versículo contiene una orden con promesa. La orden es clara: pon tu carga en el lugar correcto.
Una canción antigua decía: “Si el peso del mundo Él cargó sobre sus hombros, puedes estar seguro de que también te sostendrá a ti.”
Es verdad: cada vez es más difícil llevar el pan al hogar, mantenerse íntegro en medio de tanta presión, y advertir a los hijos sin ser malinterpretado. Por eso muchos deciden evadir: no tener hijos, o peor, no hacerse cargo. Pero esa no es la solución.
Ante una carga más grande, necesitas un soporte más fuerte. Y tu soporte es el Señor.
Si caminas con Él, no caminarás solo.
Aunque vengan vientos de inmoralidad, tormentas de ingratitud o huracanes económicos…
La promesa sigue en pie:
El padre justo no será sacudido jamás.