A continuación, veremos una lista detallada de los alimentos que contienen estos componentes para que a la hora de ir al supermercado tengas todo claro.
- Agua
Mantenernos hidratados ayuda a sintetizar líquido sinovial, esencial para mantener las articulaciones acolchadas y lubricadas y, así, evitar la fricción entre los cartílagos y otros tejidos.
- Lácteos
Son la mayor fuente de calcio que podemos encontrar en la pirámide alimenticia y, además, su absorción es muy rápida y muy efectiva si se ingiere junto con vitamina D y C, muy eficaces en la absorción de este mineral.
- Frutos secos
Como las nueces, las pipas, el sésamo o las almendras, entre otros. Estos alimentos tienen un alto contenido en magnesio, uno de los principales componentes de la estructura ósea y un elemento muy importante para mantener huesos y articulaciones en perfectas condiciones.
- Legumbres
Las tradicionales lentejas, las judías o los garbanzos son aliados perfectos para ingerir magnesio y hierro en el organismo y, en consecuencia, mantener el tejido óseo reforzado.
- Cereales integrales
El trigo, el arroz integral o la avena son fuentes indiscutibles de fibra y, además, contienen magnesio, lo que ayuda a mantener el bienestar de nuestras articulaciones.
- Verduras
Las más efectivas para mantener las articulaciones sanas son las verduras de hoja verde como la acelga, la espinaca o el brócoli, ya que protegen al tejido del desgaste oxidativo.
- Frutas
Fresa, kiwi naranja, papaya, piña, limón, arándanos… En definitiva, alimentos ricos en Vitamina C, que contribuye en la síntesis del colágeno que, a su vez, mantiene los huesos y las articulaciones lubricadas.
- Hortalizas
Como el ajo, la cebolla o el puerro. Son ricas en azufre, un mineral muy importante para la formación de colágeno. Además, permiten muchos tipos de cocinado, convirtiéndose en alimentos muy versátiles y con un gran sabor.
- Carne
El principal beneficio de este grupo de alimentos es que contienen proteínas, lo que proporciona aminoácidos esenciales para sintetizar colágeno y para mantener las articulaciones reforzadas. No obstante, no hay que hacer un uso abusivo de la carne y menos si esta es roja.
- Pescado
Sobre todo, el pescado azul (atún, caballa, sardinas), ya que es rico en Omega 3, que actúa como un antiinflamatorio protegiendo, así, a las articulaciones del desgaste provocado por la fricción.
- Aceite de oliva
Es el rey de la dieta Mediterránea y, aunque no hay que abusar de su consumo, es rico en Vitamina K que ayuda a transportar el calcio.
Para que la ingesta de estos alimentos sea del todo efectiva, es importante dejar atrás los procesados, con aditivos y conservantes. Todos los elementos de la dieta deben ser naturales.