En ocasiones resulta fácil juzgar la pobreza humana y no hablo precisamente de la carencia de dinero, me refiero más bien a la pobreza moral y espiritual que se evidencia como resultando de vidas descontroladas: promiscuidad, vicios de cualquier tipo, decisiones incorrectas que acarrean dolor y angustia, crisis económicas, estrés y depresión, etc… Claro una vida sin Cristo no tiene un norte, no presenta un camino y allí se puede explicar o aún justificar los problemas de la gente, pero que pasa con nosotros como cristianos y con nuestras vidas, en ocasiones juzgamos a otros por cómo viven, aun cuando nosotros mismos no tenemos vidas ordenadas, juzgamos problemas y angustias ajenas disfrazando con espiritualidad problemas no resueltos.
Tú ¿cómo estás? Que áreas de tu vida todavía deben ser tratadas? Que áreas de nuestras vidas todavía no se han rendido a Cristo?
27 Por lo tanto, cualquiera que coma el pan o beba de la copa del Señor de manera indigna, será culpable de pecar contra el cuerpo y la sangre del Señor. 28 Así que cada uno debe examinarse a sí mismo antes de comer el pan y beber de la copa. 29 Porque el que come y bebe sin discernir el cuerpo, come y bebe su propia condena. (1 Corintios 11: 27- 29) (NVI)
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Adelante con tus luchas, en Cristo un día serás absolutamente VICTORIOSO, habrá caídas pero ten recuerdo: «el justo cae 7 veces; y vuelve a levantarse…» la victoria no se mide por las caídas, si no por tú capacidad de dejarte levantar por Cristo.
«Dios y su infinito Amor jamás te dejaran solo»
ESCRITO POR: Jorge Luis Rodríguez