¿Te ha pasado que alguien ha dicho o hecho algo que te lastimó pero no lo nota y su actitud sigue igual como si nada hubiera sucedido?
Esto pasa mucho, a decir verdad yo misma he lastimado y he sido lastimada por actitudes o palabras, cuando ofendí a alguien honestamente fue sin intención y después de notar lo que había hecho o dicho (no siempre inmediatamente), he pedido perdón con humildad y sinceridad.
Estamos en este mundo y lo queramos o no somos humanos imperfectos por lo tanto sufriremos situaciones como éstas, nos lastimarán y también lastimaremos. La diferencia se dará en la desición que tomemos al darnos cuenta de lo que ha sucedido.
Si tú has lastimado a alguien píde disculpas sinceras y si por el contrario eres a quién han ofendido, perdona de corazón inmediatamente después de la palabra o acción que realizaron en tu contra para que el rencor y la venganza no te hagan prisionero.
El amar, así como el perdonar son decisiones las cuales son difíciles de mantener sobretodo si te han ofendido o herido. Pero sabemos que con la ayuda de Dios se puede lograr.
Más bien, sean bondadosos y compasivos unos con otros, y perdónense mutuamente, así como Dios los perdonó a ustedes en Cristo. (Efesios 4: 32) (NVI)