Vivimos en una época en la que el Black Friday convoca a más personas que las reuniones familiares. Ouch.
Nos atrasamos porque teníamos que comprar. Faltamos porque no encontramos la ropa que queríamos para aquella invitación tan especial. Nos perdemos muchas fechas especiales pensando que tener es mejor que ser, o compartir.
Ser generoso también implica ser humilde, además de sencillo de corazón. Significa desprenderse de lo que otros dirán, de las opiniones, de la ansiedad de tener lo último en moda, y vivir con lo que tenemos, además de compartirlo con otros.
Ser generoso es mirarnos de igual a igual, sin ese deseo de deslumbrar y resaltar. Significa dar el espacio a otros para brillar.
Ser generoso es descansar, dejar de preocuparnos por lo que no tenemos y celebrar lo que tenemos.
Ser generoso es dar más tiempo a quienes tenemos a lado, que a conseguir lo que no tenemos.