Me encantan los sábados lluviosos. Es posible que esta afición me ubique en la minoría, pero el tener que quedarme en casa, me brinda la oportunidad de dedicar más tiempo para el gran libro. Desde que era niño, me ha gustado leer; imaginar lugares donde solamente mi mente me ha llevado. Mi afición por la lectura continúa y ahora incluye obras que desafían mi perspectiva y entendimiento sobre Dios.
San Agustín, un teólogo-filósofo quien vivió en el siglo quinto, fue uno de los primeros Cristianos intelectuales que enseñaron cómo amar a Dios con nuestras mentes y creatividad. Su dicho famoso fue: “Toda verdad es la verdad de Dios”.
Las artes son una fuente inagotable de grandes enseñanzas. Nuestras mentes pueden ser fortalecidas y nuestros corazones elevados a través de la expresión creativa. Existe un maravilloso potencial al usar literatura y otros dones artísticos para explorar y expresar la grandeza de Dios. Amar a Dios con todo nuestro corazón debería incluir la creatividad!
Como padres cristianos deberíamos animar a nuestros hijos a tocar un instrumento, practicar drama, leer o escribir historias. Salomón escribió: Es privilegio de Dios ocultar un asunto, y privilegio del rey descubrirlo” En otras palabras, la majestad de Dios se aprende no solamente a través del estudio de Su Palabra, sino de la exploración del arte creativo que nos rodea y de la capacidad de expresarlo a través de su hábil interpretación. Después de todo, La Biblia en sí es una colección de obras de arte, incluyendo poesía, música y drama.