Empieza un día como todos, pensando sobre el menú de hoy, corriendo por toda la casa en busca de uniformes, haciendo el desayuno, llevando ropa sucia trayendo ropa limpia, en fin y la cara la misma de siempre, lavada, sin tiempo para por lo menos tapar esas ojeras características de cualquier ama de casa. ¿Pero acaso nadie ve lo que hacemos? Al parecer todos en casa están ciegos, sordos, pero nunca mudos, solo se escuchan voces con exigencias cada vez más grandes como: ¿maaaaa ya me lavaste el pantalón? ¿Maaaaa ya está listo el desayuno? Mientras respondemos a cualquier solicitud, estamos pensando en que momento me deje de lado.
Otras veces me pregunto ¿qué sería de ellos sin mí?, y es entonces cuando suelto una carcajada imaginando en que saldrían con la ropa al revés, la cara sucia, sin tareas, despeinadas, y hasta tendrían graves problemas de nutrición. Pero al poco rato me pregunto también que sería de mí sin ellos y entonces ahí me pongo a pensar en lo mucho que me harían falta.
Durante esta etapa de mi vida he aprendido mucho más que en los 20 años académicos, he aprendido a dar, a amar sincera y profundamente, a comprometerme, a dejar de lado intereses egoístas que antes me invadían, a sacarle una sonrisa a alguien más aparte de a mí misma.
Pero también aprendí que sin organización el tiempo arrastra nuestra paz y la de nuestra familia, empecé a desarrollar una agenda, pues nos la pasamos diciendo que la ama de casa también trabaja, y con lo cual estoy de acuerdo, pero entonces ¿porque no nos tomamos más enserio lo que decimos? Te quiero compartir tres actividades que han mejorado mi rendimiento físico y mental dentro de casa:
- Elabora una agenda semanal, que te permita organizar tu trabajo y cumplir con horarios establecidos, así no tendrás que correr por todo al mismo tiempo.
- Planifica el menú de toda la semana, esto evitará que desperdiciemos recursos, incluyendo el tiempo.
- Organiza a tu equipo de trabajo, tú eres la jefa, créales un horario de entrega de ropa sucia, establece horarios de almuerzo para toda la familia, fija un horario donde todos los dormitorios deben estar arreglados.
- Por último aparta un tiempo expresamente para ti, y que todos lo sepan, sal con tus amigas, dedícate a leer, hacer deporte o cualquier cosa que involucre tener intimidad contigo misma.
Recuerda que aunque no te lo digan de seguro eres la persona más importante en sus vidas.